“Consta probado en autos”. Al magistrado Ramón Badiola no le hizo falta más que el abundante material incorporado a la causa de las vacaciones de Soria en Punta Cana para concluir que el exministro de Industria, Energía y Turismo “no pagó la estancia en el hotel, y ello resulta evidente pues el único justificante que aportó se refiere al abono de costes extra”.
¿Y qué material probatorio era ese?
Desde luego no procedía de la demanda interpuesta por José Manuel Soria en agosto de 2015, cuando todavía estaba caliente la noticia de que había sido invitado por el empresario Enrique Martinón a su lujoso hotel Breathless Punta Cana Resort & Spa. La documental fue incorporándose posteriormente, y en ocasiones por gestiones a la desesperada realizadas por el propio Soria para tratar de esquivar una derrota judicial como la que finalmente ha sufrido.
El exministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, presentó al juez una factura de justificación de sus vacaciones en Punta Cana bastante diferente de las otras dos que figuraban en los autos abiertos por su demanda contra los periodistas Ignacio Escolar y Carlos Sosa. Así son las tres facturas: las dos que aportó Soria y la que aportamos los periodistas demandados.
Primera factura: Es la que presenta Soria de modo cuasi cinematográfico durante la primera sesión del juicio, en octubre de 2015. Durante su declaración, de repente, se saca del bolsillo interior izquierdo de su americana una factura que hasta la fecha no había logrado aportar. Como puede apreciarse, el logotipo del hotel aparece centrado en el documento, a un tamaño considerable. La fecha, que aparece en el margen derecho, se presenta según marca la tradición anglosajona, es decir, mes, día del mes y año –en teoría, es del 4 de agosto de 2015–. No aparece identificado el destinatario o el cliente que abona supuestamente la factura.
Segunda factura: La presentan los periodistas demandados en la contestación a la demanda, en septiembre de 2015. Es la factura correspondiente a los tres días de estancia en el mismo hotel, el Breathless Punta Cana Resort & Spa del periodista que investigó las vacaciones de Soria. En ella se aprecia claramente el precio pagado por noche en una habitación estándar de uso individual, unos 300 dólares. A diferencia de la factura que presenta el exministro, el logotipo del hotel aparece situado a la izquierda del documento, y la fecha, a la derecha, está escrita según el modo convencional en los países de habla hispana, es decir, día del mes, mes y año –es del 15 de septiembre de 2015–. El cliente y el destinatario de la factura aparece claramente referenciado.
Tercera factura: Es la que aporta NH Hoteles, la compañía comercializadora del Breathless Punta Cana Resort & Spa. Es idéntica a la que presentan los demandados, con el logo a la izquierda y la fecha escrita según las convenciones hispanas. Sólo que, a diferencia de esta y en concordancia con la que presentó Soria, tampoco se identifica al cliente o destinatario. Al igual que la que aporta Soria, el precio por estancia diaria (144 dólares) es sensiblemente inferior al que aparece en la factura que por una suite estándar de uso individual aportan los periodistas.
Así son las dos fichas de clientes
Pero si existen claras diferencias entre la factura que aporta Soria y las que presentan al juzgado tanto NH Hoteles como los periodistas demandados, más evidentes son las que se aprecian en la ficha de cliente de José Manuel Soria y del periodista de Canarias Ahora que se hospedó en el mismo hotel.
Primera ficha: Se corresponde con el cliente Carlos Sosa Báez, periodista de Canarias Ahora, autor del reportaje. Junto a la inscripción “renta habitación” se lee el coste diario por noche, 14.159,15 pesos dominicanos. Es una cantidad que se descuenta cada día del cobro por anticipado que se exigió al registrarse en el hotel. En “bodega” se anota el pago extra de una botella de vino Protos (el vino es un extra), 1984,40 pesos dominicanos.
Segunda ficha: La aporta al sumario NH Hoteles alegando inicialmente que era el único documento que poseía sobre la estancia de José Manuel Soria y su esposa. En el apartado de “renta habitación” puede leerse claramente la cifra 0.00, además de la constatación de que no hizo ningún pago por adelantado. Más abajo, en el apartado de “pagos extra” sí aparecen los 14.341 pesos que, efectivamente, abonó José Manuel Soria con su tarjeta de crédito.