El sector turístico en Canarias sufrirá un nuevo revés si este miércoles el Consejo Interterritorial de Sanidad acuerda imponer un cierre perimetral a las comunidades autónomas. El consenso sobre este punto se da por hecho, salvo por la Comunidad de Madrid, pero ya la semana pasada se adelantó que este cierre y un toque de queda desde las 22.00 horas eran las medidas con más apoyo entre las regiones.
De ser así, las Islas, aunque se conviertan en la excepción y no se cierren, perderán el turismo peninsular al no poder estos visitantes abandonar sus respectivas comunidades. Eso sí, la movilidad entre islas no se vería afectada, a no ser que el Gobierno canario adopte también medidas en ese sentido en los próximos días, algo que no parece probable ya que tanto el presidente regional, Ángel Víctor Torres, como el portavoz del Ejecutivo, Julio Pérez, han afirmado en diversas ocasiones en los últimos días que los datos epidemiológicos del archipiélago no hacen necesario ningún cierre.
Este lunes Torres ha afirmado que esperará a las decisiones que se adopten en el Consejo Interterritorial del miércoles, pero que “asume” que si se decreta un cierre perimetral en todas las comunidades, “no habrá turismo peninsular en Semana Santa, solo el interinsular”.
Sin embargo, el Gobierno canario sí ha defendido la necesidad de imponer otras medidas restrictivas para evitar aumentar los contagios coincidiendo con las fiestas. “Vamos a tomar medidas más duras porque no queremos que haya una cuarta ola”, ha subrayado este lunes Torres, que ha remarcado que gracias a la buena respuesta de las islas en anteriores episodios vacacionales, como Navidades y Carnavales, se ha logrado “mantener una normalidad económica en el día a día”.
El presidente ha afirmado que los próximos seis meses van a ser “duros”, pero que la recuperación empezará en el segundo semestre y a lo largo de 2022, pues tras una etapa de “sacrificio” ya se “empieza a ver la luz al final del túnel” con casi 60.000 personas vacunadas en las islas.
Además, se ha mostrado optimista respecto al turismo internacional, ya que británicos, alemanes y nórdicos “quieren venir” a Canarias porque se están “haciendo bien las cosas” con el control de la pandemia.