Atraer visitantes que dejen de ser meros consumidores para ser sujetos activos y, a su vez, crear comunidad en el destino que les acoge, es la alternativa que han planteado ante la creciente demanda de un cambio del modelo turístico, las voces expertas de Fabiola Mancinelli, profesora de la Universidad de Barcelona y viajera; Valeria Mata, antropóloga social, escritora y viajera; y Carmelo León, investigador y catedrático de Economía, quienes han participado en el ciclo de conferencias del Aula Miguel Martín-Fernández de la Torre.
En un debate bajo el título “Atraer visitantes y crear comunidad”, los ponentes pusieron sobre la mesa el turismo activo-cultural como una alternativa ecológica sostenible, respetuosa y consciente que se distancia del turismo ilimitado, capitalista y que fomenta el sobre-consumo.
Fabiola Mancinelli, también experta en movilidad y neo-nomadismos, plateó tres paradojas que enmarcan la relación con el turismo actual: la primera, el deseo inherente al ser humano de viajar, frente a “la peste” que genera en el lugar de destino por la masificación de los espacios, la pérdida de vivienda, de calidad de vida, el malestar, el deterioro y la sobrecarga de los servicios públicos. La segunda paradoja, explicó, es que cuanto más viaja la gente, hay menos lugares nuevos para descubrir. “Se van colonizando nuevos espacios y podemos decir que el turismo estructura la experiencia misma de nuestra existencia”, planteó.
En tercer lugar está la digitalización y la ‘plataformización’ global traducida a la interconexión entre lo digital y la vida. “Esta interconexión entre la economía digital y la economía de plataforma y el viaje es muy probable que determinará el escenario futuro del turismo”, acotó Mancinelli.
En este escenario, la experta definió el perfil de los denominados “nómadas digitales” como profesionales del mundo digital que trabajan desde cualquier lugar en el área del conocimiento, provenientes de países industrializados, a veces con un poder adquisitivo más alto que la población local. Buscan buena conexión a Internet, un clima favorable, servicios y bajo coste de vida.
Pero, ¿qué significa para una ciudad postularse como destino para los nómadas digitales? Mancinelli responsabilizó a los países destinos de apropiarse de la función de crear comunidad, sabiendo animarles para tener un papel más participativo en proyectos que conecten con la comunidad.
El arte de viajar
La antropóloga social Valeria Mata, autora del libro ‘Todo lo que se mueve’, introdujo la idea de explorar la mitología o los imaginarios asociados al viaje, y pensar en éste no solo como una acumulación de experiencias que refuerzan al yo y la identidad personal, sino como una práctica de despersonalización en el sentido de despojarse de todo lo que se considera identidad.
“Así como el viaje también puede poner en duda nuestro yo, nuestra identidad personal, sucede que muchas veces nos desplazamos no para poner en duda nuestros imaginarios sino para reforzarlos”, afirmó tras considerar necesario problematizar y analizar qué tipo de relaciones se tejen entre la persona viajera y la comunidad local.
Propuso estudiar a los turistas como sujetos centrales, conocer sus motivaciones y sus necesidades para generar un pensamiento crítico. “La idea de viajar no solo sería deseable como un desplazamiento físico del cuerpo sino como un desplazamiento de la mirada que permita ejercitar una que sea menos invasiva, posesiva. Cultivar esta puesta en duda del yo que consume de forma despolitizada”, agregó Mata.
El potencial transformador del turismo
El catedrático Carmelo León recordó que uno de los grandes problemas que genera el turismo son las emisiones de gases invernadero que se estiman en el 8% a nivel global, siendo una actividad contaminante de la que no hay conciencia. Ejemplificó los vuelos de bajo coste que se fomentan sin contemplar el impacto que está teniendo en el clima.
En 1950 había 25 millones de turistas internacionales. En 2019, la cifra redondeaba los 1.400 millones; en 2030 se estima que habrá 1600 millones y en 2050 serán cinco mil millones; datos verdaderamente alarmantes por la invasión que significa en los lugares de destino. Frente a esta realidad, resaltó que el turismo activo-cultural recupera los principios originarios y valores del turismo transformador, enriquecedor, busca una interacción que re-alimente el proceso del conocimiento y de la vida personal del turista.
“Tenemos que cambiar de pensamiento, cambiar de indicadores, cambiar la forma de entender el turismo”, recalcó León, quien es un referente internacional de turismo sostenible. Afirmó, además, que la mejor manera de conseguirlo es proponiendo productos que estén en la óptica de esos equilibrios entre las dimensiones de la sostenibilidad, en contraposición del turismo masivo cultural. “Lo que hay que hacer es pensar en el turismo activo cultural, recuperar a la persona, recuperar la transformación”, propuso.
El Aula Arquitectura, Paisaje y Turismo Miguel Martín-Fernández de la Torre, nace en un momento histórico de máxima crispación social debido a la preocupante masificación turística que sufre toda España, con las Islas Canarias en la lista de los principales destinos turísticos, acogiendo unos 14 millones de turistas internacionales en 2023, según datos oficiales y con la cifra al alza.
Los expertos consideraron un acierto el nacimiento de esta iniciativa que busca reflexionar sobre el fenómeno turístico actual, calificado como ‘la nueva peste’, principalmente en los países donde ha dejado de ser una experiencia para convertirse en un problema con varias ramificaciones que repercuten negativamente en la población local, entre otras cosas, por la falta de sostenibilidad. El Aula cuenta con financiación del Cabildo de Gran Canaria y es organizada por Turismo LPA del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Hotel Santa Catalina. Es producido y dirigido por el colectivo EspacioGuía.