El presidente de la patronal hotelera de Tenerife (Ashotel), Jorge Marichal, se ha mostrado partidario de sentarse con los grupos ecologistas a debatir sobre mejoras en el modelo turístico y a abordar junto a las administraciones públicas “los grandes asuntos que a todos nos preocupan”, al tiempo que ha asegurado que comparte muchas de sus reivindicaciones.
En un artículo de opinión difundido este viernes, Marichal invita a trabajar para corregir “las externalidades que el sector turístico ha podido provocar” a representantes públicos y privados, a los colectivos ecologistas, ambientalistas y a “todos los que tienen algo que aportar en positivo”, pero no a “quienes quieran seguir con su guerra ideológica en términos de buenos y malos”.
Ese es “el camino que debemos transitar” sostiene el presidente de los hoteleros una vez celebradas las segundas manifestaciones contra el modelo turístico de Canarias el 20 de octubre, que fueron “mucho menos multitudinarias” que las del 20 de abril, destaca.
Marichal afirma que comparte algunas de las reivindicaciones que atribuye a los manifestantes, entre las que cita dejar de echar vertidos ilegales de aguas residuales al mar, “construir más vivienda”, poner límites “al incremento desmedido de la vivienda vacacional”, el “control a la oferta hotelera”, que se cobren tasas por acceder a espacios naturales y que se mejoren mediante la negociación colectiva las condiciones de los trabajadores y las trabajadoras del sector hotelero.
Sobre la falta de vivienda, comenta que “gran parte de los ayuntamientos de canarias no tienen adaptados sus planes generales a las vigentes leyes del suelo ni a las directrices de ordenación”, lo que impide nuevas edificaciones.
A ello se suma “la exasperante lentitud con la que se tramita cualquier proyecto de construcción de nuevas viviendas”, lo que, según Marcihal se ha “llevado por delante” a muchos constructores.
También vincula la escasez de oferta a la falta de regulación urbanística de las viviendas vacacionales, que han proliferado en las zonas residenciales “mezclando los usos del suelo y trayendo a turistas a donde vive la gente”.
Además, la modificación de la Ley de Arrendamiento Urbano (LAU) en 2023 ha generado “indefensión e incertidumbre para el propietario frente al inquilino”, lo que también reduce la oferta residencial, afirma Jorge Marichal.
“El tamaño de los problemas es lo suficientemente grande y complejo como para superar las diferencias y entre todos arrimar el hombro en su solución”, concluye el presidente de la patronal hotelera.