El sector turístico de Canarias comienza a desperezarse tras su hibernación forzada durante el confinamiento. La llegada de los primeros visitantes da un halo de optimismo, pero también hace aflorar nuevos problemas en una industria que afronta un gran reto a la hora de aprender a convivir con el virus. La llegada de casos importados y el malestar de algunos visitantes confinados obliga a dar respuesta a una pregunta: ¿Qué pasa cuando las vacaciones se ven truncadas por el coronavirus?
Dos amigas provenientes de Catalunya viajaron a La Graciosa en busca de tranquilidad, en un territorio que hasta entonces había sobresalido por no haber registrado ningún caso de COVID-19. Pasados unos días, una de ellas recibió una llamada de su compañero de piso advirtiéndole de que había dado positivo en una prueba PCR. Decidieron inmediatamente quedarse en casa por precaución y avisar al 112.
Se quedaron en el apartamento y se sometieron a pruebas PCR. El resultado de una de ellas dio positivo. El otro, negativo. Ninguna ha tenido síntomas en ningún momento, pero el protocolo requiere que se confinen y se sometan a seguimiento sanitario. El problema surge porque tenían planeado dejar la isla en unos días y el apartamento que habían alquilado tenía una entrada el mismo día de su salida, pero ahora no pueden viajar y necesitan un lugar donde quedarse cuanto dure su cuarentena.
Encontrar alojamiento alternativo a corto plazo no es tarea fácil en La Graciosa este verano. La isla tiene menos de 700 habitantes y los pocos apartamentos y viviendas vacacionales están plenamente ocupados, principalmente por familias locales. Por ello, el Cabildo de Lanzarote, del cual depende la isla de La Graciosa, ofreció a las turistas aisladas ser trasladadas a Lanzarote y hospedarlas en un complejo de apartamentos con pensión completa de manera gratuita mientras durara su cuarentena.
Pese a los intentos de la Corporación Insular, las visitantes no tienen palabras amables para definir la asistencia recibida. Denuncian que ha habido falta de comunicación y critican el estado de complejo en el que se alojan, donde aseguran haber encontrado bichos. Las turistas también se muestran descontentas con la atención médica recibida, aunque Sanidad asegura que se les ha hecho el mismo seguimiento que a cualquier otro paciente en su condición y tienen a su disposición el teléfono de contacto en caso de caso de que haya cambios.
Hasta ahora no existían instrucciones para atender una situación como esta. Desde el Gobierno de Canarias reconocen que sus protocolos se limitan a la asistencia sanitaria, insistiendo en que se trata de una situación “extraordinaria”. Por su parte, la presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo (PSOE), ha llamado a la contagiada de coronavirus para interesarse por su estado, pero destaca el servicio integral ofrecido por la institución que preside y entiende que el malestar se debe principalmente a la necesidad de someterse a la cuarentena durante las vacaciones.
Ahora, ante la ansiada recuperación del tráfico aéreo y del turismo, el Gobierno regional ha querido poner fin a la incertidumbre garantizando a todos los visitantes de las Islas que estarán cubiertos todos los gastos derivados de una posible incidencia por coronavirus durante sus vacaciones, incluyendo repatriación, gastos médicos y estancia en cuarentena. La póliza contratada por la Consejería de Turismo con la aseguradora AXA costará unos 450.000 euros hasta final de año y cubrirá a todos los turistas, sin importar su proveniencia, siempre y cuando no conocieran sus circunstancias antes de viajar.
Desde la Consejería aseguran que se trata de una cobertura complementaria activada por el Gobierno en caso de que un visitante no tenga otra alternativa para recibir los servicios que precise a causa del contacto con el virus, subrayando que ya hay muchos establecimientos que han contratado sus propias pólizas.
La Consejera de Turismo, Yaiza Castilla, dice que la póliza es “un atractivo más del destino, que ya destaca por su seguridad sanitaria, ante aquellas personas que en estos momentos están decidiendo dónde pasar sus vacaciones”.
La noticia ha sidoo aplaudida por el sector, cuyas patronales también han diseñado y puesto a disposición de sus asociados un paquete de seguros específicos para contratiempos en caso de coronavirus. Jorge Marichal, presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), dice que “todo lo que se ponga sobre la mesa para dar seguridad y confianza al viajero es positivo para incrementar el número de visitantes en las Islas”, aunque insiste en la necesidad de reforzar las pruebas a los viajeros.
Por su parte, Jose María Mañaricúa, presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT) considera que la iniciativa es “excepcional y única entre las comunidades autónomas”. Respecto a las posibles quejas de turistas en cuarentena, el presidente de la patronal dice que “hay que entender que estamos en una crisis sanitaria y cualquier persona infectada o en contacto estrecho con el virus tiene que aislarse por el bien de todos”.
Incluso las turistas aisladas en Lanzarote han celebrado la noticia. “Me alegra mucho que las próximas personas que se puedan encontrar en esta situación estén mejor cubiertas en este sentido”, comenta una de ellas a esta redacción.