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Ascendiendo hasta el techo de la isla de Fuerteventura
El Pico de la Zarza, con sus 807 metros de altitud sobre el nivel del mar, es la máxima altitud de Fuerteventura. Esta situación privilegiada no sólo es garantía de una de las mejores vistas de la isla, sino, también, situación que marca las condiciones ecológicas singulares de un lugar que contrasta con el resto de los paisajes majoreros. El sendero de pequeño recorrido FV-54 (señalizado con los colores blanco y amarillo) permite ascender al techo de Fuerteventura desde la población turística de Morro Jable. En total, son 7,5 kilómetros de subida continua pero asequible que conducen desde la orilla del mar al techo insular. Es una ruta de contrastes, ya que permite recorrer, en una caminata de poco más de dos horas y media, ambientes tan dispares como el Saladar del Matorral, en la costa, y las zonas más húmedas de toda la isla. El camino, perfectamente señalizado y habilitado, forma parte de la completa red de senderos del Cabildo de Fuerteventura.
El recorrido del PR FV-54 comienza en la rotonda más cercana al extremo norte de la Playa del Matorral. El lugar es perfectamente reconocible por la escultura que simboliza, de manera muy esquemática, a un barco con las velas extendidas. La ruta asciende por la Calle Don Quijote hasta la primera intersección a la izquierda. Curiosamente esta calle se llama Sancho Panza. Hay que continuar por esta vía, que hace una curva muy pronunciada a la derecha hasta llegar a un cruce con una vía de tierra que conduce a un depósito de agua. Este es el inicio del sendero en sentido estricto y la puerta de entrada al Parque Natural de Jandía, una extensa reserva de más de 14.318 hectáreas que incluye la práctica totalidad del sur majorero.
La importancia natural de este espacio se pone de manifiesto desde el primer momento. Las zonas bajas, por las que transcurren los primeros kilómetros del recorrido, atesoran ambientes de gran riqueza natural. Aquí mandan las llamadas plantas xerófilas; especies como la tabaiba, el cardón y el verode resisten las condiciones ambientales extremas impuestas por la alta salinidad, la escasa pluviosidad y la acción casi omnipresente del sol. En este lugar se encuentra el mejor ejemplo de Tabaibal-Cardonal de la isla. Las autoridades de la isla han iniciado los trámites para convertir a este espacio en el quinto Parque Nacional de Canarias.
Una ligera cuesta de 6,5 kilómetros lleva hasta el Pico y Barranco de Vinamar. Durante todo el recorrido se pueden ver espectaculares vistas sobre la costa este de la Península de Jandía. Esta parte del sur majorero es la que soporta la mayor presión humana de la comarca. En torno a Morro Jable, antigua población de pescadores, se localizan las urbanizaciones turísticas del sur de Fuerteventura en una estrecha franja que queda fuera del ámbito del Parque Natural. A espaldas de los hoteles y las playas se extiende la pequeña cordillera que asciende hasta las mayores alturas de la isla.
Jandía es una Zona de Especial Interés para las Aves. Durante la ruta de ascenso podemos ver hasta 28 especies de aves nidificantes de entre las que destacan cuatro emblemas de la fauna local: la hubara, el ibis, el halcón de Berbería y el guirre, auténtico símbolo natural de Fuerteventura. Estas especies están perfectamente adaptadas a un medio muy duro. Comparten ecosistema con reptiles como la Lisa, el lagarto atlántico o el perinqué majorero y mamíferos de entre los que destacan el erizo, la musaraña canaria y la ardilla moruna, especie, esta última, introducida irresponsablemente en los años 60 y muy dañina para el medio local. Está prohibido alimentarlas.
El último kilómetro y medio pica hacia arriba para salvar los últimos 250 metros hasta alcanzar el Pico de la Zarza. Las cresterías del Parque Natural de Jandía es la única zona de Fuerteventura que queda dentro del régimen de vientos alisios. Las corrientes cargadas de humedad chocan ligeramente con las alturas de la península creando un ecosistema peculiar marcado por aportes de humedad muy superiores a los del resto de la isla. En estas alturas prosperan especies vegetales como los tajinastes de Jandía, el anís de Jandía o las margazas de Winter. En este pequeño lugar de varias hectáreas se contabilizan 35 endemismos canarios y 9 especies exclusivas insulares. Desde lo alto de la montaña se puede ver la espectacular costa oeste de Fuerteventura, con la Playa de Cofete como máximo exponente. Para volver a Morro Jable hay que hacer el mismo camino.
PR FV-54: Morro Jable – Pico de la Zarza; Kilómetros: 7,5 (ida); Desnivel subida: 807 metros; Desnivel bajada: 5 metros; Recorrido: 2,5 horas (ida); Dificultad: 3 sobre 5.
FOTOS: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y Gobierno de Canarias.
El Pico de la Zarza, con sus 807 metros de altitud sobre el nivel del mar, es la máxima altitud de Fuerteventura. Esta situación privilegiada no sólo es garantía de una de las mejores vistas de la isla, sino, también, situación que marca las condiciones ecológicas singulares de un lugar que contrasta con el resto de los paisajes majoreros. El sendero de pequeño recorrido FV-54 (señalizado con los colores blanco y amarillo) permite ascender al techo de Fuerteventura desde la población turística de Morro Jable. En total, son 7,5 kilómetros de subida continua pero asequible que conducen desde la orilla del mar al techo insular. Es una ruta de contrastes, ya que permite recorrer, en una caminata de poco más de dos horas y media, ambientes tan dispares como el Saladar del Matorral, en la costa, y las zonas más húmedas de toda la isla. El camino, perfectamente señalizado y habilitado, forma parte de la completa red de senderos del Cabildo de Fuerteventura.
El recorrido del PR FV-54 comienza en la rotonda más cercana al extremo norte de la Playa del Matorral. El lugar es perfectamente reconocible por la escultura que simboliza, de manera muy esquemática, a un barco con las velas extendidas. La ruta asciende por la Calle Don Quijote hasta la primera intersección a la izquierda. Curiosamente esta calle se llama Sancho Panza. Hay que continuar por esta vía, que hace una curva muy pronunciada a la derecha hasta llegar a un cruce con una vía de tierra que conduce a un depósito de agua. Este es el inicio del sendero en sentido estricto y la puerta de entrada al Parque Natural de Jandía, una extensa reserva de más de 14.318 hectáreas que incluye la práctica totalidad del sur majorero.