Dos días en Boston: La chispa de la Revolución americana

Para los amantes de las ciudades con pedigrí histórico, los viajes a Estados Unidos ofrecen pocas oportunidades para recrearse en las viejas piedras. Las ciudades norteamericanas no suelen contar con barrios históricos bien conservados. Y no porque no haya historia en sus calles. En la mayoría de las ocasiones, la voracidad inmobiliaria ha dejado los rastros del pasado dispersos y aislados (en Nueva York, por ejemplo, hay casas de principios del siglo XVIII). Pero en Boston la cosa cambia. No se puede hablar de un centro histórico al uso. Eso sería mentir. Pero en esta vieja ciudad fundada en 1630 se pueden ver bastantes rastros de ese pasado colonial en forma de viejos edificios de ladrillo rojo y formas británicas (muchos de ellos rodeados de grandes rascacielos donde mandan el hormigón, el acero y el cristal). Estos lugares se han salvado de la piqueta por su papel en los sucesos que precipitaron el nacimiento de la nación a finales del siglo XVIII. El Freedom Trail es un sendero urbano de cuatro kilómetros que atraviesa la zona antigua de la ciudad señalando los hitos que provocaron la chispa de la revolución.
El Freedom Trail (iconos azules en el mapa) se inicia en el Boston Common, primer parque público de la ciudad y en los tiempos previos a la Revolución lugar habitual de maniobras de los ‘Casacas Rojas’ -Ejército Británico-. Para este paseo por la historia de la ciudad usaremos iconos de color azul. Nos basaremos en el Trail, pero aprovecharemos la ruta para ver otros lugares de interés de la zona. El Trail tiene unos cuatro kilómetros de longitud y supone un plan ideal para una jornada de exploración (para aprovechar y visitar algún museo y sitio histórico por dentro). Junto al Common nos encontramos con el primero de los hitos históricos del Trail: la Park Street Church (Park Street, 1) y el Cementerio de Granary (Tremont Street). La iglesia es un poco posterior a los hechos (principios del XIX) pero el cementerio sí fue uno de los escenarios de las jornadas revolucionarias. Aquí recibieron sepultura algunas de las víctimas de la Masacre de Boston (5 de marzo de 1770), un altercado provocado por los impuestos que acabó con cinco muertos. Según todos los historiadores, este fue el desencadenante de que el malestar derivara hacia la revuelta.

El recorrido del Freedom Trail supone ir dando saltos hacia adelante y hacia atrás en el tiempo en una reconstrucción discontinua de los acontecimientos (y es normal; no estamos en un campo de batalla sino en una ciudad). A dos pasos de Granary, por ejemplo, nos topamos con el gran edificio público de la ciudad: el State House of Massachusetts (Beacon Street, 24). Y de un plumazo hemos ido desde la chispa de la hoguera a los rescoldos de la misma. Este enorme edificio construido en 1798 es el símbolo de la libertad conquistada: la casa de gobierno del estado y sede de su cámara de representantes. Aquí estaba la casa de John Hancock, uno de los héroes locales más celebrados: fue comandante de la milicia durante la guerra y ejercía como presidente del Congreso Continental cuando el 4 de julio de 1776 se firmó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Pero también fue uno de los instigadores del famoso Motín del Té. Nos alejamos de manera momentánea del Trail y bajamos hacia los antiguos puertos. Entre gigantes de acero y cristal vemos dos grandes almacenes de madera y dos pequeños barcos del siglo XVIII que parecen miniaturas en medio de los rascacielos. El Boston Tea Party Ships & Museum (Congress Street, 306) es un museo de nuevo cuño que se adentra en uno de los episodios clave en la mística de la Revolución norteamericana. El 16 de diciembre de 1773 un grupo de colonos disfrazados de indios tiraron al mar el cargamento de té de tres barcos ingleses como protesta a los impuestos de la metrópoli. El museo está muy bien (desde las réplicas de las embarcaciones a las exposiciones) y es divertido.

!Vienen los casacas rojas!.- De vuelta a la senda marcada por el Freedom Trail nos metemos de lleno en el proceso revolucionario. Los enormes edificios que rodean al Old State House (Washington Street, 206) resaltan aún más su estampa de edificio histórico. Esta vieja casona de ladrillos rojos era, a finales del XVIII se convirtió en la primera sede del gobierno estatal de Massachusetts. Pero la relación de este edificio de 1713 con la historia del levantamiento viene por partida doble. Era la sede del gobierno británico en la colonia y el lugar donde tuvo lugar la Masacre de Boston. Un viejo cuadro (no muy bueno por cierto) custodiado por la Massachusetts Historical Society (Boylston Street, 1154) muestra una imagen del lugar a principios del XIX. Casas de ladrillo de estilo georgiano que nada tiene que ver con lo que podemos ver ahora. Las huellas del pasado subsisten entre los rascacielos. La mayor parte dispersas. Casi perdidas.

Afortunadamente muy cerca de la Old State House podemos ver un pequeño núcleo de supervivientes a la especulación: el Old Boston City Hall (School Street, 45) fue la sede del ayuntamiento entre 1865 y 1959 y se construyó en el solar que ocupaba la Escuela Latina, el colegio donde estudiaron personalidades de la talla de Benjamin Franklin o Josiah Quincy, uno de los primeros legisladores del país. La escuela se derribó para hacer un palacio de justicia que, a su vez, se tiró al suelo para construir el viejo ayuntamiento. Pudimos leer que el segundo Latin School, que por los grabados era un edificio magnífico, ahora es un bloque de aparcamientos. Cosas que pasan. Mejor suerte corrió la King’s Chapel (Tremont Street, 58), una imponente iglesia de piedra de mediados del XVIII que también fue protagonista de la gesta independentista. En su cementerio adyacente puedes rastrear la vida de algunos de los participantes en aquellos sucesos. Los esclavos de la Capilla del Rey.- Una de las cosas que nos sorprendieron de este monumento histórico fue la historia de los esclavos vinculados a la historia del edificio. Personas que fueron bautizadas, enterradas o contrajeron matrimonio en el lugar sin ser dueñas de sus propias vidas. Un pequeño monumento les rinde homenaje.

La pequeña colección de grandes lugares históricos de esta zona se completa con la South Meeting House -casa de reuniones del sur- (Washington Street, 310) y un conjunto de casas de la época colonial en School Street. Aquí uno se puede hacer una idea de lo que podía ser esta ciudad antes de que se la cargaran. Las viejas casas de ladrillo (convertidas en hamburgueserías, tiendas de regalos o cafeterías) comparten medianeras con moles cuadradas de hormigón en un cuadro difícil de definir. Un ejemplo de lo que hablamos es la Old Corner House (Washington Street, 286), una casa de 1718 que primero fue botica y, después de la gesta revolucionaria, una de las librerías más importantes del país. Hoy es un restaurante mexicano. Esta librería fue uno de los ejes de la cultura en la ciudad durante las primeras décadas de existencia del país. Algo que en cualquier país europeo bastaría para convertirla en museo o centro de interés histórico. Junto a la Old Corner hay otras cuatro casas de la época colonial: una tienda de adornos navideños, una hamburguesería, un restaurante mexicano... Justo enfrente de la South Meeting House, antigua iglesia que por su amplitud se convirtió en salón de debates políticos durante los años de la Revolución.

El Faneuil Hall Visitor Center (Faneuil Hall Square, 1).- Construido en 1742 este enorme edificio de estilo eduardiano fue el mercado más grande de la ciudad durante varios siglos. Pero más allá de su función comercial, el lugar se convirtió en una sala de activismo político donde se discutió por primera vez la posibilidad de la independencia. Aquí pregonaron personalidades de la talla de Samuel Adams, uno de los arquitectos del nacimiento de la nación. Al lugar se le conoce como la ‘cuna de la libertad’. Hoy es uno de los museos más visitados de los Estados Unidos y, también, un lugar simbólico que marca aún la agenda política de la ciudad. Para muestra un botón. Aquí fue donde Kennedy anunció su candidatura a la presidencia. El Faneuil se encuentra en una zona muy bonita de la ciudad. Junto al viejo mercado se encuentra un magnífico edificio del siglo XIX que también lleva el nombre de Faneuil Hall Marketplace que sustituyó al primero cuando éste pasó a ser un lugar de importancia política para la comunidad. También a dos pasos está la City Hall Plaza, espacio público junto al nuevo ayuntamiento donde se pueden rastrear varias huellas de la historia bostoniana.

Camino del puerto por la vieja Boston.- El gran hito del último tramo del Freedom Trail es la Casa de Paul Revere (N Square, 19). North Street guarda uno de los pocos conjuntos homogéneos de casas históricas de la ciudad. Aquí podemos hablar de un verdadero centro histórico con algunas manzanas de casas bien conservadas que nos pueden dar una idea de lo que fue la ciudad antes de la fiebre de la piqueta. Sin duda alguna, North Square es el rincón más bonito de Boston; uno de los escasos lugares donde puedes sentirte en la vieja ciudad. La joya de la corona es la Casa de Paul Revere, un edificio de madera y ladrillo del siglo XVII que fue testigo del nacimiento de la colonia y del proceso revolucionario. Revere, un orfebre ilustrado, organizó un sistema de vigilancia y espionaje que sirvió para controlar los movimientos ingleses durante la guerra. Pero su hazaña más conocida es la llamada Cabalgata de Medianoche, el viaje relámpago a caballo para avisar de la llegada de las tropas británicas previo a las primeras batallas de la guerra. Aquí hay otro lugar muy interesante para visitar: la Old North Church (Salem Street, 193). Esta es la iglesia más antigua de la ciudad y también jugó un papel crucial en la cabalgada de Revere. Desde su campanario se anunció la llegada de los casacas rojas y desde aquí partió el propio Revere. Antes de cruzar el río visita dos lugares: la Clough House (Unity Street, 21) -otro de los edificios anteriores a la independencia que sobreviven- y el Copps Hill Burying Ground (Hull Street, 45).

Terminamos el paseo a los pies de Bunker Hill, el lugar donde se libró la primera de las grandes batallas de la guerra de independencia (15 de junio de 1775) para visitar uno de los barcos más antiguos de todo el mundo: el USS Constitution (Charlestown Navy Yard; Building 22). Esta fragata de 1796 fue uno de los diez primeros buques de la Armada de los Estados Unidos y en la actualidad es el barco a flote más antiguo de todo el planeta. Este barco jugó un papel fundamental en las primeras décadas de existencia de la nación. Y visitarlo es una gozada seas o no amante de los viejos tallships (barcos altos) de la época dorada de la navegación a vela.
Fotos bajo Licencia CC:Tony Hisgett; Ralph; Robert Lyle Bolton; Shinya Suzuki; Henri Sivonen; Kimberly Vardeman; ajay_suresh; Robert Linsdell
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