GUÍA DE EAST VILLAGE: el renacimiento del primer barrio aristocrático de Nueva York

El East Village de Nueva York desde las orillas de Brooklyn.

Viajar Ahora

0

De lugar para la élite a agujero de marginación y delincuencia; de barrio peligroso a nuevo paraíso para los hipsters. De lugar del que todo el mundo se quiere ir a nuevo barrio de moda. La historia se repite aunque a diferencia de otros distritos históricos de Manhattan como Soho o Grenwich Village por aquí no se ven las hordas de turistas que suelen amenizar otras partes de la Gran Manzana. Este barrio caracterizado por sus casas bajas de ladrillo es uno de los centros originarios de la ciudad. Está situado entre las calles 14 (límite norte) y Houston Street (al sur) y guarda algunos de los lugares más antiguos de toda la ciudad. Un rastro de lo que fue su origen: una zona de grandes fincas y plantaciones durante la breve época de dominio holandés y, años más tarde, el lugar de moda para las élites y, al mismo tiempo, uno de los pocos vecindarios para negros libres de la joven población. Mucho que ver y aprender. Como el origen de Bowery Street, que viene de esas grandes plantaciones de origen holandés que ocupaban buena parte de Manhattan hasta principios del XIX (Holanda cedió Manhattan a Inglaterra en 1667 a cambio de la Isla de Rhun, en Indonesia –uno de los pocos lugares productores de Nuez Moscada del mundo-).

Para rastrear el origen del barrio hay que acercarse hasta la Iglesia de San Marcos (131 East 10th Street), que es la segunda más antigua de toda la ciudad, y hasta el número 44 de Stuyvesant Street (a pocos metros de la iglesia). Esta casa de ladrillos de estilo federal (se la conoce como Stuyvesant Fish House) es el edificio más antiguo de Nueva York aún en pie (1795). Y un poco más allá está la conocida como  Hamilton Fish House (Stuyvesant, 44) que apenas es un par de años más moderna que su vecina. Estas casonas estaban rodeadas de grandes fincas pero con el crecimiento de la ciudad provocó que muchas familias ricas se trasladaran aquí y empezaran a construir sus casas. El eje de aquel crecimiento hacia el norte fue el entorno de la preciosa Bond Street –de las calles más bonitas de toda la ciudad- que se llenó en pocos años de grandes casas: Old Merchant's House (29 East 4th Street), que hoy alberga un museo sobre la historia del vecindario. Y lo más nuevo también se encuentra aquí. No dejes de visitar la sede de la The Cooper Union Foundation (7 East 7th Street), un alarde de la más moderna arquitectura.

Saint Marks Place y el Tompkins Square Park. El East más actual.- La calle Saint Marks Place es el corazón actual del barrio. Aquí vas a encontrar el típico paisaje neoyorquino de edificios de ladrillo con sus características escaleras de incendio alternando con pequeñas casas de estilo georgiano (con sus preciosas portadas). Esta calle estrecha y arbolada se ha convertido en una meca de bohemios y pijos gracias a sus clubs nocturnos, galerías de arte, estudios de tatuadores y restaurantes de todo tipo. En torno a esta calle se ha ‘perpetrado’ el cambio del barrio de vecindario poco respetable a lugar de posibles con alquileres por las nubes y propiedades de seis ceros. En esta calle hay que destacar dos casas: Hamilton-Holly House (Saint Mark Place, 4) y Daniel LeRoy House (Saint Mark Place, 25), ambas son de estilo federal y datan del primer tercio del siglo XIX. Otro icono del barrio es el Teatro 80 (Saint Marks Place, 80).

A esta parte del barrio también se la conoce como la Pequeña Ucrania por la gran cantidad de emigrantes de este país que llegaron a Nueva York tras la Segunda Guerra Mundial. El monumento más imponente de la comunidad ucraniana de la ciudad es la Iglesia de San Jorge (30 East 7th Street) que es bonita por fuera y por dentro. Para los que están interesados en la comunidad pueden visitar el Museo Ucraniano (222 East 6th Street). El paseo por el entorno de Saint Marks Place puede terminar con un descanso en Tompkins Square Park. Probar la gastronomía ucraniana en Veselka (144 2nd Ave).- Es la gran referencia de la comunidad ucraniana de Nueva York y cuenta con muy buenas críticas.

El barrio alzado: Alphabet City.- Nos acercamos hacia el río desde Tompkins Square Park para visitar la ‘aldea de los galos’ de East Village. Alphabet City recibe este nombre por sus calles. Aquí los números dan paso a las letras: A, B, C, D… También es una zona que se ha enfrentado de manera frontal a la gentrificación que expulsa a los vecinos de menos recursos. Fruto de esta lucha se han convertido algunos solares en jardines comunitarios y pequeños parques que reciben nombres altisonantes: El Pequeño Versalles (247 East 2nd Street); Green Oasis (370 East 8th Street); El Jardín del Paraíso (710 East 5th Street); 6BC Botanical Garden (630 East 6th Street)… En estos jardines no sólo hay lugares para descansar, son centros culturales a cielo abierto donde suelen programarse conciertos, ferias o charlas. El epicentro de toda esta movida vecinal es el Museo de la Reclamación del Espacio Urbano (155 Loisaida Ave) donde puedes recabar información sobre la historia de East Village y de su lucha por no perder la identidad.

Stuyvesant Town, una historia de Lower Manhattan (14 East Street).- El StuyTown es uno de esos lugares que son mucho más de lo que parecen a simple vista. Este barrio se empezó a construir en la década de los 40 del siglo XX sobre una zona ocupada por depósitos de gas. El barrio empezó a construirse en 1942 y los primeros vecinos llegaron en 1947. El plan creó una pequeña ciudad de 110 edificios y más de 11.000 viviendas dentro de Manhattan. Una ciudad totalmente planificada de construcciones de ladrillo rojo y articulados por una red de jardines y plazas públicas que aún hoy es un ejemplo de planificación urbana para lo bueno y para lo malo (no se previeron cosas tan importantes como tiendas o escuelas). StuyTown se planteó como una solución habitacional para clases medias y trabajadoras en una época en la que Nueva York empezaba a tener serios problemas de acceso a la vivienda (a través de alquileres asequibles). Hoy son un lugar de clase alta con rentas desorbitadas pero siguen siendo un lugar bonito de ver y una parte importante de la historia de la ciudad a la que pocos viajeros prestan atención al estar lejos de los lugares más turísticos.

Una cerveza en el pub más antiguo de Nueva York (15 E 7th Street).-El McSorley’s Old Ale House sirve cervezas y comidas desde 1854 bajo el lema (o más bien amenaza) de ‘se bueno o te irás’. Este local histórico tuvo su origen en la crisis de la papa que asoló Irlanda a mediados del siglo XIX. Uno de los emigrantes que llegó a la ciudad, John McSorley, fundó el pub y se convirtió en una de las leyendas neoyorquinas. Hoy, el McSorley’s es un auténtico museo que guarda un trozo importante de la memoria de la ciudad. Sus paredes repletas de fotos, objetos de todo tipo, documentos, tesoros deportivos… El lugar está bueno para tomar una pinta y comer una hamburguesa o un sándwich. Pero sobre todo para saborear un poco de la identidad más pura de la gran manzana.

La librería más clásica de toda la ciudad.- Alabaster Bookshop (122, 4th Avenue) es una reliquia en sí misma. Es la última de las librerías de segunda mano e la Cuarta Avenida y un gustazo para los que gustan de bucear en los estantes a la caza de rarezas. Esta librería histórica está especializada en libros de bolsillo. Es fácil encontrar primeras ediciones y hasta alguna sorpresa firmada. Una gozada.

Fotos bajo Licencia CC: Dan DeLuca; Marianne O'Leary; (vincent desjardins); Eden, Janine and Jim; Lauren Manning

Etiquetas
stats