Pequeña guía de Osaka: Shinsekai, los grandes templos y las luces de Dotonbori

Uno de los grandes atractivos de las grandes ciudades japonesas es la convivencia en poco espacio de lo más tradicional y lo más moderno: hasta puntos tan retorcidos y extremos que parece como hecho a posta para dar un golpetazo en la cara del viajero. Esta segunda ruta por Osaka nos lleva al sur de la ciudad. La idea que tenemos en Europa de centro histórico quiebra en las ciudades japonesas que son la suma de pequeñas poblaciones y aldeas que se han ido superponiendo durante siglos de crecimiento y décadas (siglo XX) de expansión urbana feroz. Hoy empezamos este recorrido (iconos violetas en el mapa) visitando el barrio de Shinsekai, uno de esos lugares extremos donde uno puede ver estas dos caras casi en el mismo espacio: de un paisaje urbano que nos va a recordar a Blade Runer a la tranquilidad de los templos con mil años encima. Casi nada. La mejor manera de plantarse en Shinsekai es el metro. La estación de Ebisucho (ver iconos verdes en el mapa) nos deja a las puertas de un barrio famoso por sus tiendas de tecnología y videojuegos.
La calle más paradigmárica de Shinsekai es Tsutenkaku Hondori que ejerce de galería comercial a cielo abierto donde lo ‘moderno’ toma un tono vintage. El nombre de esta zona de Osaka significa ‘Nuevo Mundo’ y se construyó a principios del siglo XX como una mirada al futuro: el resultado es una visión retrofuturista muy curiosa que se puede visitar de día pero que es impresionante de noche. El barrio es un gran centro comercial donde se combinan las calles como Tsutenkaku Hondori y algunas galerías cerradas (las más importantes son el Mercado Shin-sekai y Janjan-Yokocho). Todo el vecindario está diseñado en forma radial y confluye en la Torre de Tsutenkaku (1-chōme-18-6 Ebisuhigashi), otro de los iconos ‘modernos’ de la ciudad. La torre se construyó en 1913 como parte de un parque de atracciones y se reformó en los años para alcanzar sus 103 metros actuales. Desde las alturas puedes ver una buena porción del paisaje urbano de Osaka: ahí mismo están los enormes jardines y templos de Tennoji y mucho más allá otros iconos como el centro urbano de Umeda. Sekai no Daionsen, un spa en Shinsekai (Ebisuhigashi, 3-chōme−4−24).- Spa World (Sekai no Daionsen) es un enorme complejo de baños públicos donde se reproducen baños y saunas de diferentes culturas. No es una mala opción para relajarse un rato.

Tennoji es el contrapunto ordenado y pacífico de Shinsekai, que durante años fue algo así como el gran barrio rojo de la ciudad (era considerada la zona más peligrosa de Japón). En los jardines de Tennoji nos encontramos con varios puntos de interés: los más importantes son dos de los templos más importantes de Japón. El más cercano a Shinsekai es el Templo Isshinji (2-chōme-8-69 Tennoji), uno de los puntos más importantes del budismo japonés. Este lugar sagrado es famoso en todo el país por su carácter funerario. Aquí puedes ver los Okotsu Butsu (budas de hueso), unas estatuas que son realizadas con restos de los creyentes (mezclados con arcilla) que eligen este lugar para enterrarse. Este templo se fundó en el siglo XII y es un centro de peregrinación muy importante: budistas de todo el Japón eligen enterrarse aquí tras su muerte. El otro centro religioso de Tennoji es el Templo Shitennoji (1-chōme-11-18 Shitennōji). Este lugar de culto data del siglo VI y es de los más antiguos del país. Su elemento más característico es su pagoda de cinco países que resalta entre el gran complejo de salones, pabellones y puertas monumentales. Este templo es también budista, pero cuenta con un Torii (puerta) sintoísta lo que pone de manifiesto el carácter sincretista de la religiosidad local.

Los templos de Sumiyoshi Taisha (2-chōme-9-89 Sumiyoshi).- Este impresionante complejo de templos y pabellones forma el centro religioso más importante de la ciudad. Para llegar hasta aquí hay que tomar el tranvía desde la estación de Tennojiekimae y recorrer un buen trecho hasta la misma entrada de los recintos sagrados. El templo Sumiyoshi Taisha se fundó en el siglo III y es uno de los más importantes de todo el país. Así que es un lugar que hay que venir a ver de manera casi obligada. Se le conoce como el templo de las 700 lámparas, por la gran cantidad de luminarias de piedra y madera que ‘adornan’ sus jardines y que son donaciones de marineros como exvotos de protección. El Puente Sorihashi (una de las imágenes paradigmáticas del país) conduce a una pequeña fuente de abluciones que anteceden el honden, la zona central donde se encuentran los santuarios. Es un lugar alucinante. No es mala idea pasar aquí la tarde y ver el atardecer cuando se iluminan las farolas y el lugar se convierte en un espacio mágico que no vas a olvidar en tu vida.

Una noche en Dotonbori y sus famosos carteles luminosos.- El Glico man (1-chōme-10-3 Dōtonbori) es el cartel luminoso más célebre del mundo. Estamos hablando de un luminoso de Neón de la década de los 30 del pasado siglo que ha sobrevivido a guerras, crisis y la brutal presión inmobiliaria que ha sufrido el barrio de Dotonbori, el vecindario de ocio más importante de la ciudad (para acercarse a Dotonbori la estación de metro más cercana es Namba). Este lugar es un polo de ‘entretenimiento’ desde el siglo XVII cuando era el lugar donde se acumulaban los teatros kabuki y bunraku (marionetas) de la ciudad. En torno a los teatros se construyeron restaurantes, casas de té y casas de mala reputación que convirtieron a la zona en el barrio de ocio de la Osaka antigua. Hoy el escenario ha cambiado mucho (con esa modernidad japonesa tan chocante), pero Dotonbori sigue siendo el lugar para ir a comer y divertirse. Las antiguas linternas de papel dieron paso a los neones y carteles luminosos como el propio Glico Man (hay una polémica en la ciudad porque sustituyeron los neones por luces LED y la peña dice que ya no es lo mismo.

El punto de entrada al barrio es el Puente de Ebisu (Ebisubashi), que es el lugar donde todo el mundo queda para pasear por el barrio. Aquí mandan con mucho los restaurantes (hay un dicho que dice que uno puede comer hasta arruinarse en la ciudad) pero aún quedan algunos rastros de aquel origen cultural y tradicional: el Teatro Shochikuza (1-chōme-9-19 Dōtonbori); el Museo Kamigata (1-chōme-6-4 Namba) de Ukiyo-e (las preciosas litografías japonesas tradicionales) o el Templo Hozen-ji (1-chōme-2-16 Namba). Pero el Dotonbori de hoy es un lugar para comer. Y para flipar con los carteles y figuras que adornan las fachadas de los restaurantes: dragones, chefs gigantes, cangrejos, pulpos, peces globos… Y mucha luz y color. Dotonbori desde las alturas.- La Dontobori Tower –Donki- (7-13 Souemonchō) es una curiosa noria anclada en la orilla norte del canal que da nombre al barrio y que te permite ver el barrio desde las alturas. Merece la pena el ‘viaje’, y de noche más.

Cuatro lugares fuera de ruta
Si estás más de dos días en Osaka puedes incluir alguna incursión a la zona de la bahía o visitar otros hitos de la ciudad (iconos naranja en el mapa). Como el Mercado de Kuromon (2 Chome-21 Nipponbashi), que es el abasto más grande de la ciudad y una buena opción para aprovechar un paseo para comer en sus puestos de restauración. En plena bahía se encuentra Nintendo World (2-chōme-1-33 Sakurajima), un curioso parque de atracciones ambientado en los juegos de la famosa compañía: para fanáticos y frikis. Y si pasas de este tipo de cosas pero flipas con la arqueología, en el extremo sur de la ciudad tienes dos lugares más que interesantes. El primero es la Tumba del Emperador Nintoku (7-1079-1 Daisenchō -acceso Estación Mikunigaoka Japan Rail (línea Hanwa desde Tennoji)-), el más importante de los mausoleos imperiales de la época Kofun (siglos IV-VI) y que forman un conjunto de gran importancia histórica. Estos túmulos rodeados por fosos tienen forma de ojo de cerradura y son impresionantes. El otro lugar de interés que te proponemos es el Museo de la Cultura Yayoi (4-chōme-8-27 Ikegamichō –acceso Estación Shindoyama (línea Hanwa desde Tennoji)-) un moderno centro muy cerca de un yacimiento arqueológico de una de las culturas fundacionales del Japón actual (siglo III aC- IV dC).
Fotos bajo Licencia CC: Ray in Manila; Dick Thomas Johnson; Felix Filnkoessl; Kimon Berlin; Domenico Convertini
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