Un viaje hasta la Tierra de Barros y el sur de Badajoz: frontera en estado puro

Las comarcas históricas españolas son una verdadera mina para el turismo cultural. Las idas y venidas de los diferentes reinos e imperios que ocuparon la Península Ibérica a lo largo de los últimos dos milenios forjaron un paisaje humano colmado de viejos caminos, templos, tumbas monumentales, pueblos, castillos, torres, ciudades, monasterios… Y hay lugares dónde esta superposición de culturas se convierte en un caramelito para los que gustan de organizar viajes con sustancia y con gusto por las piedras nobles y las historias de la Historia. La Tierra de Barros y los municipios que se extienden hasta las cuestas de Sierra Morena es una de esas comarcas históricas cargada de cosas que ver y hacer. Ocupa un lugar de vital importancia estratégica en el extremo sur de la provincia extremeña de Badajoz. Está plagada de monumentos megalíticos (de entre los que destaca el Dolmen de Turiñuelo – Acceso por EX112 desde Jerez de los Caballeros- uno de los mejor conservados de toda la Península Ibérica). Y también Fue territorio de la enigmática Tartessos y muy cerca del extremo norte de su territorio (en Guareña) podemos ver uno de los yacimientos más importantes de esta cultura en todo el territorio nacional.

Hablamos de las Casas del Turuñuelo (Acceso BA-142 desde Guareña) un lugar que saltó a los medios de comunicación hace unos meses por la aparición de esculturas de gran belleza y realismo que ponen de manifiesto el refinamiento de aquel país que los mitos antiguos llegaron a identificar con la Atlántida platónica. Este es sólo uno de los muchos restos de esa cultura que se encuentran en las inmediaciones del cauce del Guadiana (Cancho Roano; Cerro Borreguero; La Mata…). Una cultura, por ejemplo, que fue capaz de cerrar sus estancias con bóvedas de ladrillos, una técnica constructiva que tuvo que esperar a Roma para volver a verse por el mundo mediterráneo. Y ya que hablamos de Roma también hay que decir que la calzada que unía Hispalis (Sevilla) con Emérita Augusta (Mérida) pasaba por estos campos con paradas importantes como la ciudad de Contributa Iulia Ugultunia (Acceso BA-069 desde Medina de Torres), una antigua ciudad de la Ruta de la Plata que va saliendo a la luz a medida que los arqueólogos le van quitando los siglos de encima. Una antigua población que se encuentra a pocos kilómetros de la conocida como Torre de los Moros (BA-160 desde Medina de Torres) y que no es sino uno de los muchos castillos y viejos alcázares de tiempos de musulmanes y de cristianos que hay por la zona. Aquí puede uno estudiar la historia entera de España sin apenas hacerle números al cuenta kilómetros.

Villas monumentales.- En un lugar como éste no puede faltar las villas monumentales. La población más importante de la zona es Almendralejo, pero las mayores concentraciones de patrimonio se encuentran en Zafra y en Jerez de los Caballeros, dos plazas fuertes que marcan ese carácter de frontera de estas tierras. Aquí se estableció el límite de las taifas de Sevilla y Badajoz, por ejemplo. Y una vez asentado el dominio cristiano sobre la zona se convirtió en límite con las tierras de Portugal. No es de extrañar que abunden las fortalezas, las torres y las atalayas. Algunos realmente espectaculares como el Castillo de Salvatierra (Camino Salvaleón), una soberbia construcción del siglo XV que fue una de las sedes más importantes de la importante Orden de Alcántara. Aún más impresionante es el Castillo de Jerez de los Caballeros (Alcazaba, 2), un edificio de origen musulmán que fue donada a la Orden del Temple tras la conquista de la plaza por los cristianos (1238). Como decíamos antes, Jerez de los Caballeros es una villa monumental con muchísimo que ver. Su casco histórico está cuajado de palacios, iglesias (la más importante es la de Santa María de la Encarnación que fue templo visigótico y mezquita musulmana antes de pasar a manos de la Orden del Temple), viejos conventos y casonas de porte en un trazado urbano de gran belleza marcado por callejones imposibles y plazas muy lindas de ver. Pero Jerez de los Caballeros presume de hazañas que sucedieron más allá del Atlántico. La villa es también cuna de conquistadores. En la Casa Museo Vasco Núñez de Balboa (Oliva, 12) podrás conocer la vida de aventura que tuvo el primer europeo en ver el Océano Pacífico desde América (los portugueses ya lo habían visto desde Asia y muchos siglos antes la peña ya hasta se bañaba, navegaba y pescaba ahí).

Zafra es la otra gran joya monumental del sur de Badajoz. Solo por ir a ver el Palacio de los Duques de Feria (Corazón de María, 7) ya merece la pena la visita. El antiguo alcázar es del siglo XV y es un compendio perfecto de las modas estéticas de la época: un homenaje a lo que fue en sus bóvedas gótico-mudéjares y un canto a la novedad en su imponente patio renacentista. Una pasada. Hoy el viejo castillo es parador nacional de turismo. Para huéspedes con posibles. El otro gran referente de la ciudad es el Museo de Santa Clara (Sevilla, 30) que atesora un interesante legado de obras de arte, documentos y piezas históricas en un convento del siglo XV. Y después quedan las iglesias, los palacios, los patios, las plazas –como la porticada Plaza Grande-, las calles…

Los Templarios y Badajoz.- La presencia de la Orden del Temple en esta zona de la Península fue muy importante. Tras la conquista cristiana, el rey Alfonso IX de León encargó a los templarios la custodia de estas tierras (1230). Su legado ya pudiste verlo en Jerez de los Caballeros, que tiene este nombre en honor a los miembros de la orden militar. Pero en Burguillos no sólo tenemos un castillo de templarios en muy buenas condiciones. La Iglesia de Santa María de la Encina también tiene huella templaria (con todo lo que eso supone) y en el centro del pueblo puedes visitar un centro de interpretación sobre la presencia de la orden militar en el sur de la provincia. Burguillos tiene otros tesoros: una judería bien conservada y un pequeño museo (la Casa del Corregidor) en el que se custodian los restos de una basílica visigoda que se encontraba cerca del pueblo. También hay un interesante castillo templario en Frenegal de la Sierra.

Almendralejo y la Tierra de Barros.- La localidad de Almendralejo ejerce de capital de la comarca de la Tierra de Barros. Esta zona de Badajoz se caracteriza por sus tierras arcillosas de color rojo que no sólo dotan al suelo de una fertilidad superior al de otras partes de la región, sino que además son la base de una rica tradición alfarera. La pieza estrella de esta industria milenaria es el Botijo de Salvatierra de los Barros pero en la localidad se pueden encontrar numerosas piezas (incluidos azulejos) que son un recuerdo ideal para llevarse a casa y usar. Esta zona es también tierra de vinos y ahí Almendralejo concentra la inmensa mayoría de la producción. Esta ciudad no tiene la monumentalidad de sus vecinas pero es un buen lugar para probar el vino de la región.

Fotos bajo Licencia CC: Juan A. Mariano; Heribert Bechen; Jocelyn Erskine-Kellie; Carquinyol; Gotardo González; Víctor Camero