Louvre básico: claves para una visita rápida y efectiva al mítico museo de París

Ir a París y no pasar por el Museo del Louvre es como no hacerse una fotografía en la Torre Eiffel, por ejemplo. Es uno de los básicos de cualquier visita a la capital francesa y no debe faltar, nunca, en nuestra primera visita a la metrópolis gala. Los franceses aseguran que el Louvre es el más grande de los museos del mundo (lo mismo dicen en Londres con el British, por ejemplo). Polemizar al respecto no aporta nada, pero valgan algunos datos para darse cuenta de la magnitud de esta enorme colección del genio humano a través de la historia: Tiene una superficie de exposición de más de 60.500 metros cuadrados y muestra más de 35.000 obras de arte de prácticamente todo el mundo . Algunas verdaderas obras maestras.

Verlo todo supondría varias visitas de muchas horas. Nosotros, sin ir más lejos, hemos ido tres veces y no hemos podido ver (en profundidad) ni la mitad de todos los tesoros que se exponen en sus salas. Por eso hay que ser selectivos. No queda otra si quieres volver a la calle con la sensación de que has visto el Louvre y lo más importante de todo lo que se expone en su interior. Y antes de ir planta por planta aquí te damos un par de consejos para ir ahorrando tiempo antes de entrar.

Para evitar las largas colas a la entrada te damos dos trucos:

Compra los tickets por anticipado en la página oficial del Museo e imprímelas en formato A4 ( importante no cambiar ni formato ni tamaño de impresión ). Otra forma de evitar colas es adquirir la Paris Museum Pass , que da acceso directo sin necesidad de comprar las entradas y que a diferencia de otros pases similares sí merece la pena (da acceso a las principales atracciones culturales de la ciudad –salvo la Torre Eiffel-).

La otra opción es huir como de la peste de la entrada de la Pirámide y entrar por las entradas alternativas que son mucho menos conocidas: la Galería du Carrousel y la Porte des Lions.

Otro truco interesante, si te cuadra, es que la entrada el primer domingo de cada mes es gratuita. El museo abre todos los días excepto los martes de 9.00 a 18.00 (salvo los miércoles que está abierto hasta las 21.45). Los días 1 de enero, 1 de mayo, 11 de noviembre y 25 de diciembre por festivos.

Descargar plano oficial del Louvre en PDF

PLANTA -1 (Arte Islámico, Oriente Próximo, Egipto y Escultura Medieval europea)

LEON DE MONZÓN (ALA DENON; SALA ISLÁMICA).- Siglo XII ó XIII, autor anónimo; Imperio Almohade –España-. Esta pieza maestra del arte islámico español se encontró en el siglo XIX entre las ruinas de un castillo palentino y se cree es parte de un botín de guerra de la expansión cristiana hacia el sur. Es uno de los mejores bronces del arte islámico mundial y se cree funcionaba como boca de fuente. Hay algunos autores que aseguran que esta pieza es más antigua y podría ser de época califal debido a su similitud con la estatuaria palaciega cordobesa. Mide 54 centímetros de largo con un alzado de 30,8 centímetros y su superficie fue cuidadosamente grabada con la técnica del buril. Es una de las piezas más importantes del arte islámico occidental. En esta sala hay piezas muy interesantes muchas de ellas originarias de la antigua Al-Andalus.

PLANTA BAJA 0 (Mundo Antiguo )

CÓDIGO DE HAMMURABI (ALA RICHELIEU; SALA 3).- 1750 a.C., autor anónimo. Primer Imperio Babilónico (2000-1595 a.C.). Estamos ante una de las piezas arqueológicas más importantes del mundo y el texto legal más antiguo de los que se tiene constancia. Tallado en diorita y delicadamente pulido las figuras esculpidas en este monolito de 2,25 metros de altura representan al dios Shamash (que representa al sol y a la Justicia) dictando el código legal al rey Hammurabi, que reinó como sexto gobernante de Babilonia entre los años 1792 y 1750 a.C. Bajo las figuras aparece el texto legal en sí, un minucioso código civil y penal basado en la Ley del Talión que sirvió para unificar las leyes del Imperio babilónico y que consta de 282 artículos o leyes que tienen como objetivo “humillar a los malos e injustos e impedir que el poderoso perjudique al débil; para que toda persona perjudicada pueda leer las leyes y encontrar justicia”. Numerosas copias de este código se colocaron en las plazas de las principales ciudades babilónicas.

TOROS ALADOS DE KHORSABAD (ALA RICHELIEU; SALA 4).- Autor desconocido; Siglo VIII a.C. Imperio Asirio. Lammasus (hombres toro alados) que formaban parte de una de las puertas monumentales de la ciudad de Khorsabad, una de las grandes urbes de la Mesopotamia. Estas esculturas tenían una función de protección ya que se creía que atraían el favor de los dioses y ahuyentaban a los enemigos. Una de las particularidades de estas esculturas monumentales (tienen más de cuatro metros de altura) es su tratamiento de la perspectiva a través de sus cinco patas. Si las ves de frente ves dos y si las ves de lado, pues cuatro.

ESTATUA DE RAMSES II (ALA SULLY; SALA 12).- 1279 – 1213 a.C., autor anónimo. XIX Dinastía faraónica. Estatua colosal de 2,56 metros de alto del faraón Ramsés II sentado en un trono cúbico, con las manos sobre los muslos planos y tocado con cobra y barba falsa. Según parece, la estatua, originalmente, se esculpió en honor de un faraón anterior y fue, posteriormente, usurpada por Ramsés II, práctica habitual en la época. Hay que tener en cuenta que en la época faraónica, los rasgos físicos de las representaciones del poder estaban subordinados a las inscripciones, por lo que las esculturas de los faraones no eran retratos fieles. Aún así, en esta época, sin renunciar a la idealización del faraón como dios viviente, se advierte cierta naturalización en las facciones muy cercana al naturalismo. Estamos ante una verdadera obra maestra del arte egipcio que, además, representa uno de sus periodos más gloriosos.

ESFINGE DE TANIS (ALA SULLY; SALA 1) .- Autor desconocido, circa 2600 a.C. Imperio Antiguo (Egipto). Una auténtica obra maestra del Arte Egipcio, así con mayúsculas. Fue descubierta en las ruinas del Templo de Amón en Tanis y es de las esfinges más grandes encontradas hasta la fecha. La datación de la escultura es muy complicada ya que se han encontrado inscripciones alusivas a los faraones Amenemes II, (Dinastía XII), Merneptah, (Dinastía XIX) y Sheshonq I, (Dinastía XXII). Esculpida en granito representa a la realeza uniendo la fuerza del león y la inteligencia humana, en una alusión al poder terreno y sobrenatural de los faraones, que se mantiene tras la muerte.

VENUS DE MILO (ALA SULLY; SALA 16) .- 110 a.C., autor desconocido. Grecia Clásica. Representación de Afrodita de algo más de dos metros de altura que durante los últimos dos siglos se ha convertido en el paradigma de la belleza clásica. Esta escultura en mármol descubierta en 1820 es una de las máximas expresiones de la llamada Escuela Neoática y uno de los mejores ejemplos del naturalismo helenístico. Su composición en forma de S y sus proporciones armoniosas pone de manifiesto la habilidad del escultor a la hora de trasladar al mármol la anatomía femenina. La escultura tiene dos partes bien diferenciadas: la piel desnuda de Afrodita (Venus para los romanos) se ha trabajado de manera suave y pulida, mientras que los pliegues de la túnica se han tallado de una manera más ‘grosera’ para acentuar el claro oscuro entre el cuerpo y la tela.

SARCÓFAGO DE CERVETERI (ALA DENON; SALA 4).- Autor desconocido, en torno al 520 a.C. Civilización Etrusca. Urna funeraria de terracota policromada que representa a una pareja (con toda seguridad un matrimonio) reclinada sobre un triclinio disfrutando de un banquete. Este tipo de sarcófagos representa la fidelidad y a fuerza de la unión conyugal más allá de la muerte. En cuanto a su valor artístico, hay que señalar su parentesco con el arte arcaico griego, un aspecto que se pone de manifiesto en detalles como la simetría de los rostros o la llamada sonrisa arcaica, característica de los kuros o Korai griegos.

LOS ESCLAVOS (ALA DENON; SALA 4).- Miguel Ángel, 1513. Renacimiento Italiano. Estas dos esculturas debían formar parte de la tumba del papa Julio II y Miguel Ángel empezó a trabajar en ellas justo después de finalizar la Capilla Sixtina. El Esclavo Rebelde y el Esclavo Moribundo son una de las mejores obras del periodo clasicista del genio italiano y un ejemplo paradigmático del llamado Contrapposto o chiasmo, un término que alude a la ‘oposición armónica’ de las partes del cuerpo para generar movimiento. Los esclavos representan la resistencia de los pueblos paganos a la fe cristiana

PLANTA 1

LA VICTORIA DE SAMOTRACIA (ESCALERA DARU).- Autor desconocido; Circa 190 a.C. Grecia Clásica. Obra maestra de la escultura ‘rodia’ (de la Isla de Rodas) que representa a la diosa Nike, o la Diosa de la Victoria. La creencia popular es que fue esculpida para dar gracias por la victoria sobre los persas en la batalla naval de Salamina en el año 306 a.C. pero la datación de los restos de policromía apuntan al siglo II antes de nuestra era y todo hace indicar que se esculpió para conmemorar la victoria sobre Antioco III Megas, rey del Imperio Seléucida. La diosa alada se yergue sobre la proa de un barco. La maestría del autor quedó patente cuando dejó ver la anatomía femenina bajo una túnica mojada. Una restauración reciente demostró que estuvo policromada. Es una maravilla.

EL ESCRIBA SENTADO (ALA SULLY, SALA 22) . Autor desconocido, 2500 – 2350 a.C. Imperio Antiguo (Egipto). Escultura en caliza policromada. Es una de las grandes obras del Louvre y, también, una de las esculturas más representativas del arte egipcio más allá de las representaciones religiosas o políticas. Aquí, el autor pudo salirse de las estrictas normas estéticas de la escultura oficial y representar a su ‘cliente’ de manera naturalista. Este retrato de un funcionario egipcio se encontró en la Necrópolis de Saqqara y el artista se recreó en destalles tales como los pómulos o el sobrepeso del representado. Es una de las obras de arte egipcias más auténticas ya que te pone cara a cara con un personaje real; es algo así como una fotografía de hace cuatro mil años. Una pasada. Es uno de los imprescindibles del museo.

LA GIOCONDA (ALA DENON, SALA 6).- Leonardo da Vinci, 1503-1513. Renacimiento Italiano. Óleo sobre tabla de álamo de 77× 53. Una de las pinturas más famosas del mundo e icono del propio museo. Obra maestra de la pintura universal. Más allá de las especulaciones sobre la identidad de la modelo o la elegancia de la media sonrisa más famosa del arte mundial, lo que hace a Leonardo diferente al resto es la técnica del sfumato, una genialidad del propio Da Vinci que se logra pintando sucesivas veladuras para difuminar los contornos.

LAS BODAS DE CANÁ (ALA DENON, SALA 6).- Paolo Veronese, 1563. Manierismo Italiano. Óleo sobre lienzo, 677 x 994 cm. Este cuadro de gran formato es famoso por varias razones. Desde el punto de vista artístico es una de las obras más importantes del Manierismo Italiano, un estilo que antecede la llegada del barroco y se caracteriza por la complicación formal y estética de las composiciones (abundancia de planos, personajes y escenas en superposición de planos que huyen del naturalismo y la simpleza clasicista). Pero también es un ejemplo de cómo se nutrieron las colecciones del Louvre ya que el cuadro fue robado de su emplazamiento original en Venecia por orden de Napoleón. En la composición aparecen personajes históricos como Carlos V o Soleimán el Magnífico, sultán del Imperio Otomano, mezclados con los propios personajes bíblicos o pintores como Tiziano, Tintoretto y Bassano. Aquí uno se puede pegar una hora tranquilamente mirando.

LA SALA DE PINTORES FRANCESES (ALA DENON; SALA 7) .- En esta zona del museo se concentran varias obras de gran formato del XIX francés. Como sucede en otras salas del museo, detenerse en todas y cada una de las pinturas (aquí domina el gran formato) demandaría varias horas. Las más importantes son:

LA LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO . Eugene Delacroix, 1830. Romanticismo francés. Óleo sobre lienzo, 260 x 325 cm. Cuadro icónico dónde los haya.

LA BALSA DE LA MEDUSA . Téodore Géricault, 1818-1819. Romanticismo Francés. Óleo sobre lienzo, 491 x 716 cm.

LA CONSAGRACIÓN DE NAPONLEÓN Y CORONACIÓN DE JOSEFINA . Jacques Louis David, 1796-1799; Neoclasicismo. Óleo sobre lienzo, 385 x 522 cm.

EL RAPTO DE LAS SABINAS . Jacques Louis David, 1796-1799. Neoclacisismo. Óleo sobre lienzo, 385 x 522 cm.

PLANTA 2

RETRATO DE LUIS XIV (ALA SULLY; SALA 34).- Hyacinthe Rigaud, 1701; Barroco. Óleo sobre lienzo, 279 x 190 cm. Una de las obras más importantes del museo y, también, icono de la monarquía francesa absolutista. Un hombre viejo (representado por su cara) con cuerpo de joven vigoroso que representa el poder real.

AUTORRETRATO (ALA RICHELIEU; SALA 8).- Alberto Durero, 1493. Renacimiento alemán. Pintura al aceite sobre papel vitela (cuero de novillo), 56.5 x 44.5 cm. Dicen que es uno de los primeros autorretratos de la historia. En él, Durero se representa aún joven (tenía 22 años) y portando una flor de cardo (símbolo de fidelidad), por lo que se cree fue un regalo para su novia. La trascendencia de este cuadro es grande ya que en él, Durero aún retiene parte del estilo gótico-flamenco pero adelanta el italianismo propio del Renacimiento. Es uno de los autorretratos más importantes del mundo.

EL ASTRÓNOMO (ALA RICHELIEU; SALA 38).- Johannes Vermeer, 1668. Barroco. Óleo sobre lienzo, 50.8 x 46.3 cm. En esta obra, Vermeer se confirma como uno de los grandes maestros de la luz. También en la misma sala e encuentra La encajera, (1669-70) también de Vermeer.