Dicen que es la ciudad con mayor calidad de vida del mundo. En esta ciudad situada en la desembocadura de los ríos Yarra y Maribyrnong (que forman un estuario increíble) combina altos niveles de vida, una arquitectura que combina lo victoriano con modernos rascacielos, bajísimos niveles de pobreza, una animada vida artística y cultural y muy buen rollo. Gracias a esta distinción, Melbourne también se ha convertido en uno de los destinos australianos más demandados por los viajeros. No tiene grandes monumentos o lugares de gran significación histórica (para eso hay que irse hasta Sidney), pero es una de las ciudades más atractivas de Australia. Un lugar en el que es imposible aburrirse.
Melbourne es una recién nacida. Y esto queda de manifiesto en las inmediaciones de Federation Square. Las piedras más a ñejas de la ciudad se apelotonan en apenas un par de cuadras de distancia. La ciudad se fundó en 1835 (Sidney se fundó en 1788) pero no fue hasta mediados del XIX cuando dejó de ser un pequeño asentamiento y empezó a convertirse en ciudad: el descubrimiento de oro en las inmediaciones multiplicó la población y aupó a Melbourne al estatus de capital industrial y política del país entre 1901 y 1927 (cuando se trasladó a Canberra). El centro histórico es apenas un puñado de edificios: laFlinders Street Estation (Flinders Street), la Catedral de San Pablo (Flinders Street), la Librería Estatal Victoria Librería Estatal Victoria (Swanston Street, 328), el Queen Victoria Market (Queen Street), la Casa del Parlamento Casa del Parlamento (Spring Street) o el impresionante Palacio Real de Exposiciones Palacio Real de Exposiciones (Nicholson Street, 9).
Todos estos edificios están en la orilla norte del Yarra. En un cuadrado de poco más de un kilómetro cuadrado que condensa la mayor parte de la historia de la ciudad: pero las construcciones victorianas y los viejos tranvías de madera los viejos tranvías de madera (la línea city circle -35- recorre los puntos más importantes del centro y es gratuito) conviven con enormes torres de cemento, cristal y acero. Esta es una de las particularidades de una ciudad en la que no hay restricciones para construir a lo grande. Y así, sólo hay que cruzar la calle para pasar de la arquitectura neoclásica de la Flinders Street Station y encontrarse frente al edificio de vanguardia que alberga al Centro Ian Potter Centro Ian Potter (Federation Square), uno de los iconos de la potencia artística de la ciudad con una de las colecciones de arte aborigen y contemporánea más completas de Australia y al Australian Centre for the Moving Image Australian Centre for the Moving Image . O ambos mundos a la vez, como sucede en Central Melbourne Central Melbourne (La Trobe Street) la estación donde una moderna cúpula de metal y cristal encierra una vieja torre de ladrillos.
A Melbourne hay que valorarla en conjunto. A primera vista puede parecer nada particular y, si no te gustan los skylines anglosajones, hasta anodina. Pero una visión en conjunto de la ciudad deja un buen sabor de boca: a dos pasos del centro se localizan los lugares que hay que ver sí o sí y hacia la costa hay varias playas que bien merecen una visita. Otro punto fuerte de Melbourne es su cercanía con grandes espacios naturales del sur de Australia como el Wilsons Promontory National Park, el Grampians National Park o la espectacular Great Ocean Road, una de las mejores rutas panorámicas del mundo.
ARCADES Y LANES; LA MELBOURNE ÍNTIMA.- Más allá de las grandes avenidas y los parques existe una ciudad de pequeños pasajes y arcadas que esconden un buen número restaurantes, galerías de arte, tiendas y pequeños tesoros arquitectónicos como el Majorca Building (Flinders Lane, 258) un precioso edificio con toques mudéjares; la Royal Arcade (Bourke Street, 335), que fue la primera galería comercial de Australia -1855-; el Centre Way (Collings Streel), uno de los primeros edificios de estructura de acero del país; o los edificios de ladrillo de Hardware y Niagara Lane (con el Dynons Building a la cabeza). La ruta que recomienda el centro de turismo de la ciudad empieza en Degraves Street y asciende en zig-zag hasta Lonsdale Street descubriendo un sinfín de pequeños detalles insertos en lo que son las mejores muestras de arquitectura victoriana y modernista de la ciudad (como los gigantes Gog and Magog, dos seres míticos de la mitología bretona, en la fachada de la Royal Arcade). El lugar está cuajado de viejos cafés y tiendas de moda. También hay espacio para lo más contemporáneo. Hosier Lane es un centro neurálgico del arte callejero; un lugar en el que no queda ni un centímetro cuadrado sin pintar. La calle Little Bourke da acceso a la pequeña Chinatown deMelbourne.
EL REAL JARDÍN BOTÁNICO .- Desde Federation Square se cruza el Río Yarra a través del Princes Bridge, otra de las joyas del patrimonio histórico ciudadano. Entre Santa Kilda Road y el cauce del río se esparcen un buen número de hectáreas de jardines que forman este jardín botánico precioso. Antes de explorar la gran explanada verde (al otro lado de la avenida) se encuentran dos de los grandes centros culturales de la ciudad: la Galería Nacional Victoria Galería Nacional Victoria (St. Kilda Road, 180), una de las pinacotecas más completas del Hemisferio Sur y el Victoria Barracks Museum Victoria Barracks Museum (St. Kilda Road, 256) centrado en la historia de la ciudad. Cuando cruzas la calle sólo verde. El jardín botánico no sólo funciona como colección de espacios vegetales –imperdible la visita al invernadero de especies tropicales-. También alberga edificios importantes como la Casa del Gobernador, el antiguo Observatorio de Melbourne Observatorio de Melbourne o el Shrine of Remembrance Shrine of Remembrance , un monumento que recuerda a los vecinos y vecinas de la ciudad que participaron en la Primera Guerra Mundial. Muy cerca del Jardín Botánico se encentra el Eureka Skydeck Eureka Skydeck (Riverside Quay Southbank, 7) un espectacular mirador situado en el piso 88 de la Torre Eureka, uno de los hitos arquitectónicos de la orilla sur del Yarra.
FITZ ROY, EL BARRIO HIPSTER DE MELBOURNE .- Chapel Street y Brunswick Street se han convertido en uno de los nuevos epicentros culturales y gastronómicos de la ciudad. El arte callejero, los mercados al aire libre y bares para todos los gustos forman el grueso de la oferta del barrio de moda en Melbourne. Las casitas de dos o tres pisos dominan el paisaje de un barrio que, como otros centros de la bohemia mundial, vivió tiempos oscuros antes de convertirse en asiento de artistas e hipsters. Para amantes de la historia queda el Fizt Roy Gardens Fizt Roy Gardens , dónde se encuentra, entre otros edificios, la vivienda de la familia del ilustre navegante James Cook , que fue trasladada piedra por piedra desde Inglaterra. Justo en la frontera del barrio se encuentra el Museo de Melbourne Museo de Melbourne (Nicholson Street, 11), un centro que cuenta con interesantes colecciones naturales y muy buenas salas dedicadas a los aborígenes australianos.
LA COSTA DE MELBOURNE .- El icono playero de la ciudad son las casetas multicolores de Brighton Beach, un extenso arenal situado en la orilla este de la espectacular Bahía de Port Philip (el imponente uerto natural que forma la desembocadura del Yarra). Pero la visita más espectacular de la costa se encentra en el puerto de Santa Kilda donde vive una pequeña colonia de pingüinos enanos (la mejor hora para verlos es poco antes del anochecer). Cuando se encienden las luces, una buena opción es acercarse al Luna Park (Lower Esplanade, 18 -St Kilda-) un pequeño parque de atracciones a escasos metros de la Playa de Santa Kilda.
OTRAS VISTAS INTERESANTES : Para amantes de lo macabro y los crímenes esta la Melbourne Gaol Melbourne Gaol (Russell Street, 377) antigua cárcel del siglo XIX donde cumplieron condena los presos más peligrosos del territorio. Queda un poco a desmano, pero antes de callejear por los barrios no es mala idea subirse a la Melbourne Star Melbourne Star (Waterfront Way, 101), una impresionante noria panorámica desde la que puedes ver la ciudad desde más de 100 metros de altura. Un paseo en barco por el Río Yara paseo en barco por el Río Yara es también otra manera de ver la ciudad desde una perspectiva diferente. Los botes salen de las inmediaciones del Evan Walker Bridge y la duración es de unas dos horas. Otra de las excursiones recurrentes desde Melbourne es visitar Philip Island, un verdadero paraíso natural donde puedes ver pingüinos y hay playas espectaculares.
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