El Gobierno de Cantabria se está planteando limitar los horarios de apertura de los locales de ocio nocturno y ha descartado llevar a cabo el registro de clientes en este tipo de establecimientos, aunque sí podría hacerlo en otros en los que sea más fácil.
Así lo ha dicho este martes el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, a preguntas de la prensa tras las declaraciones que realizó ayer sobre la posibilidad de implantar medidas de seguridad adicionales para controlar el ocio nocturno ante el número de casos de coronavirus que se están dando en este contexto.
Sin embargo, hoy ha aclarado que ese registro de clientes se llevaría a cabo en otro tipo de lugares, como restaurantes o peluquerías, porque en ellos es “muy fácil” y ya se hacía cuando solo se podía atender con cita previa, pero no en “bares de copas” porque ahí es “muy difícil”.
Aunque si ha avanzado que se estudiará limitar la hora de apertura en locales de ocio nocturno, algo que “alguna comunidad lo está valorando” y por tanto se hará “en coordinación” con Cantabria, ha dicho. Asimismo, ha destacado que el ocio nocturno no tiene que vincularse “exclusivamente al ocio juvenil”.
Y preguntado por los dos brotes detectados este fin de semana, uno originado por tres personas que viajaron a la región desde Sudamérica y el otro por una fiesta de jóvenes en Campoo de Suso, que han dado lugar a 16 contagios en total --siete el primero y nueve el segundo--, el consejero ha mostrado su “preocupación” y ha llamado a “no bajar la guardia” porque “el virus sigue ahí”.
No obstante, ha dicho que la situación es “buena” porque todos los contagiados presentan síntomas leves y están controlados al haberse hecho pruebas a todos los contactos estrechos. De hecho, en el caso de los contagiados en la fiesta se están estudiando actualmente los contactos secundarios, de los que no se espera detectar nuevos casos porque todos los primarios --57 en total-- han dado negativo.
20 contactos por cada positivo
En este sentido, Rodríguez ha detallado que, de media, los rastreadores de la región estudian a 20 contactos por cada persona infectada, una cifra que se sitúa por encima de la media nacional.
Y en cuanto a las sanciones, ha indicado que se han impuesto un centenar desde que se aprobó la semana pasada el decreto del uso obligatorio de la mascarilla y cuyo importe es de 100 euros.