La novela-reportaje 'Hotel América', de la escritora y periodista alemana Maria Leitner, será presentada el día 14 de abril, a las 20.00 horas, en la librería Dlibros de Torrelavega, en una versión traducida, prologada y anotada por la catedrática Olga García -doctora en Germanística por la Universidad Complutense de Madrid- y editada por El Desvelo. El libro, que atizó el fuego de la masiva quema de libros organizada por los nazis, será introducido por los editores Jesús Ortiz y Javier Fernández Rubio.
Esta obra de la periodista y escritora Maria Leitner, una figura trágica del marximo militante del período de entreguerras europeo, es un ejercicio sobresaliente de periodismo encubierto, una disciplina por la que la autora adquirió reputación en todo el continente y por la que fue condenada en la Alemania nazi. La novela-reportaje 'Hotel América' se publicó por primera vez en Berlín en 1930.
La obra se desarrolla a lo largo de un día de trabajo con una joven irlandesa, Shirley, en el lujoso Grand Hotel. La obra documenta la otra cara del sueño americano: los anhelos, desencantos y penurias de los empleados del hotel, en su mayoría inmigrantes. Es producto del testimonio de Leitner, quien en su periplo americano ejerció más de 80 trabajos, lo que le dio pie para escribir este testimonio de primera mano de la explotación y sobre la unión necesaria de los trabajadores para la obtención de mejoras laborales.
Leiter (Croacia, 1892) fue pionera del periodismo ‘undercover’. En los años 20 recorrió América y escribió crónicas y reportajes sobre los más desfavorecidos de la sociedad norteamericana con los que se dio a conocer en la prensa de Alemania.
Su biografía y obra está marcada por el compromiso con la Ayuda Obrera Internacional, por su participación activa en pro de los derechos de las mujeres y la despenalización del aborto. En 1933 tuvo que huir de Alemania como en 1919 tuvo que hacerlo de Hungría.
Praga, Viena, Alsacia, París, el Camp de Gurs, Toulouse y Marsella fueron las estaciones de un angustioso exilio. Su pista se pierde en 1941 cuando, enferma y desesperada, esperaba un visado que le permitiera huir a los EEUU. Norteamérica se lo negó y su paradero se perdió en el olvido.