Los extranjeros salvan los resultados del turismo en un agosto estancado y ligeramente a la baja

El incremento de visitantes extranjeros a Cantabria ha salvado el mes de agosto, en términos turísticos, que cerró sus cifras prácticamente en un empate con respecto al agosto de hace un año en cuanto a ocupación hotelera. Si en agosto de 2018 visitaron la región 38.782 foráneos, el pasado mes lo hicieron 42.523, según datos hechos públicos por el Instituto Cántabro de Estadística (Icane). Por contra, el turismo nacional bajó en la misma proporción por lo que, entre unos y otros, llevaron al cierre del mes con 218.500 visitantes, apenas dos centenares menos que en agosto del año anterior en que visitaron Cantabria 218.697 personas.

A diferencia de otras ciudades y regiones del país, caso de Barcelona y Cataluña, en Cantabria todavía no se conoce la explosión de turismo extranjero que ha conducido a aquellas a problemas de superpoblación turística. En Cantabria, solo uno de cada cuatro visitantes alojados en hotel no es español, pero el turismo extranjero está en alza como lo demuestran las cifras de agosto.

En el conjunto del verano, de junio a agosto, la situación turística de la región se saldó con balance positivo, aunque se puede considerar una temporada turísticamente de transición. En junio acudió más gente, menos en julio y agosto se cerró con prácticamente las mismas cifras, con un ligero descenso. En junio, pasaron por la región 139.247 turistas, casi 11.000 más que en junio de 2018 (128.435), pero en julio cayó la cifra ligeramente (179.929 turistas frente a 180.684) y agosto tuvo un descenso también poco significativo.

A expensas de lo que pase el resto del año, el balance anual provisional se sitúa en similares términos que en 2018, año en que se cerró con un total de 1.284.571 visitantes, de los cuales 270.641 fueron extranjeros. En lo que se lleva de 2019, el número total de visitantes es de 929.282, 192.367 de los cuales no son españoles.

Otros sectores y tarifas

En otros sectores turísticos, y a grandes rasgos, destaca el descenso en la ocupación de campings, voluble al depender de las condiciones meteorológicas, mientras que subió ostensiblemente el turismo rural. Si, salvo en julio, los campings no superaron las cifras de 2018, en turismo rural el crecimiento ha sido continuo y sustancial. En junio utilizaron este recurso 24.901 turistas (22.845 el mismo mes de 2018), 42.801 lo hicieron en julio (36.090) y 57.486 en agosto (51.595).

Pese a que la temporada no fue especial, sí lo fueron los precios. Los hoteles los subieron un 3,61%, 5,60% y 2,32% en junio, julio y agosto, respectivamente, con tarifas medias, ya para todo el sector hostelero, de 101 euros de media en agosto, 86 euros en julio y 67 euros en junio.