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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La idea de los hosteleros cántabros de 'importar' camareros del extranjero desata una tormenta laboral en el sector

La propuesta de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC) de 'importar' camareros procedentes de Perú por las “dificultades” que los empresarios del sector dicen sufrir para completar sus plantillas en temporada alta ha desatado una tormenta laboral en el sector y ha encontrado la oposición frontal de los sindicatos y de la propia Administración autonómica.

A la contundente respuesta que en las últimas horas había dado Comisiones Obreras, que aseguró que “la radiografía del empleo en el sector evidencia la excesiva temporalidad, las abusivas jornadas parciales con en horas extra no remuneradas, la ausencia de días de descanso, el incumplimiento de los salarios y que no se les de de alta en la Seguridad Social más veces de las que se piensa”, se sumó poco después la Consejería de Empleo y Política Social, que expresó su “rechazo absoluto” a la propuesta de los hosteleros cántabros.

Desde el departamento que dirige Ana Belén Álvarez (PSOE) mostraron su “incredulidad” de que en caso de que desde la organización empresarial oferten un sueldo, un alojamiento y unas condiciones laborales “dignas” entre los más de 4.600 personas que en Cantabria están esperando un trabajo de camarero, no haya 400 que acepten dicha oferta, una idea que recoge también UGT, que ha exigido este miércoles al Gobierno de Cantabria que impulse una “estricta” campaña de la Inspección de Trabajo para comprobar que los empresarios cumplen con sus obligaciones.

La organización sindical ha anunciado a través de un comunicado de prensa  su intención de solicitar a la Dirección General de Trabajo una reunión en la que planteará poner en marcha esta campaña en el sector de hostelería que amplíe la ya realizada en la actualidad, donde el sindicato denuncia que “ya proliferan los expedientes de infracción, sobre todo por excesos de jornada e incumplimientos salariales”.

UGT ha afirmado que “lo primero que tiene que hacer la patronal hostelera es forzar a sus asociados y a los empresarios del sector en general a respetar las reglas del juego y el convenio colectivo regional que para eso lo ha firmado y no salirse del tiesto con un planteamiento que no tiene ni pies ni cabeza, salvo que sea para perpetuar unas condiciones laborales precarias que no son atractivas ni aquí ni fuera de la región”.

“Es intolerable que los empresarios vayan al extranjero simplemente para buscar profesionales que asuman jornadas laborales maratonianas de mucho más de 40 horas semanales, un salario escaso y unas condiciones laborales y económicas ajenas al convenio colectivo que ya son rechazables por sí mismas”, han puntualizado desde UGT, que insta a la patronal hostelera a “trabajar más por dignificar la profesión de camarero porque así no habrá problema alguno para cubrir las demandas de empleo”.

El sindicato añade que esta propuesta de los empresarios hosteleros “es inaceptable tanto en las formas como en su contenido porque es una falta de respeto en toda regla a todos los trabajadores y en especial a los del sector de hostelería, ya estén en el paro o en un puesto de trabajo; es una falta de respeto al diálogo y al consenso con las instituciones y los sindicatos; es una falta de respeto a una comunidad autónoma con más de 30.000 desempleados y también lo es para los propios ciudadanos peruanos”.

94% de contratos temporales

En este sentido, UGT ha recordado que, según estadísticas del Servicio Cántabro de Empleo (EMCAN), en 2018 casi un 94% de los contratos de trabajo en el sector hostelero fueron temporales en Cantabria, en concreto 46.538 de un total de 50.349, y en su gran mayoría correspondieron a los 45.217 suscritos por camareros, la mitad de ellos (22.758) firmados por jóvenes de menos de 35 años, que llegaron a rubricar una media de casi cuatro contratos a lo largo del año en la misma actividad profesional.

“Antes de mirar a Perú, lo primero que tendrían que hacer los empresarios hosteleros es recapacitar y reconocer que el gran problema es que muchos de ellos no respetan el convenio colectivo regional del sector y que asientan sus negocios en unas condiciones laborales más que precarias”, ha matizado el sindicato.

UGT ha señalado igualmente que “ya hace 12 años esta misma asociación empresarial trajo a 68 trabajadores de la República Dominicana, a los que en muchos casos no pagó ni el viaje ni la estancia, para luego ofrecerles un sueldo de 854 euros mensuales”.