FAPA continuará con sus movilizaciones para exigir la derogación de la LOMCE

El arranque del nuevo curso escolar ha sido recibido por la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Cantabria entre el alivio y la expectación. El fin de las políticas de recortes practicadas por el Ejecutivo liderado por Ignacio Diego (PP) durante la pasada legislatura y la disposición a negociar con la comunidad educativa del nuevo responsable de Educación, Ramón Ruiz (PSOE), han trasladado un clima de optimismo entre las familias, aunque la organización no renuncia a su objetivo de derogar la LOMCE y continuará sus movilizaciones durante los próximos meses.

Así lo ha explicado este martes Leticia Cardenal, la presidenta de FAPA, que ha comparecido en rueda de prensa para dar su valoración sobre el comienzo de curso. Entre los puntos más positivos está la voluntad de la Consejería de Educación de poner en marcha un banco de libros universal que reduzca al mínimo los gastos de las familias y acerque progresivamente a la educación pública hacia la gratuidad que reclaman los colectivos de padres y madres.

En esta misma línea de diálogo abierta con el Ejecutivo autonómico, después de una legislatura marcada por el enfrentamiento y las protestas continuas, desde FAPA coinciden con el nuevo consejero en la necesidad de consensuar un “acuerdo básico” por la Educación que dé estabilidad al sistema educativo. “Esperamos que se consiga por el bien de todos: tiene que haber un pacto y no cambiar de ley cada cuatro años, eso es absurdo”, ha asegurado Leticia Cardenal.

También entre los avances de este nuevo curso, la presidenta de FAPA ha destacado la presencia de profesores a jornada completa en las aulas de dos años, una demanda que han defendido durante los últimos años y que, a su juicio, “el retorno ha supuesto una mejora tanto para Infantil como para Primaria”.

Precisamente, sobre las plantillas de los centros educativos de Cantabria reconocen que se han cubierto con más agilidad que en los cursos pasados, un hecho que les mantiene a la expectativa de lo que pueda suceder a lo largo del curso con respecto a las sustituciones: “Demorarlas diez días lectivos es algo que debe quedar en nuestra historia más gris”, ha recalcado Cardenal.

También la FAPA considera “acertado” dotar de una hora de tutoría al primer curso de Bachillerato, “en especial si es a costa de las de Religión”, materia que abogan por que desaparezca de los currículos. Cardenal ha recordado que la federación defiende una educación “pública y laica”, y ha asegurado que no se han sentido “aludidos” por las recientes declaraciones del obispo de Santander sobre este tema.

Los aspectos negativos

FAPA Cantabria, sin embargo, ha señalado también los aspectos más negativos de este arranque escolar, como las ratios de alumnos en las aulas, que “no han variado con respecto a los cursos anteriores y siguen siendo excesivas, lo que dificulta la convivencia y el aprendizaje de nuestros hijos e hijas”. Por eso, la presidenta de la Federación ha hecho un llamamiento a la comunidad educativa para que continúe participando en los Miércoles Verdes en tanto no se detraigan los recortes a la educación pública y la LOMCE siga en vigor.

Sobre la conocida como Ley Wert, Cardenal ha insistido en que “nos encontramos en un momento decisivo” para su paralización y, a su juicio, “los profesores deberían plantearse dar clase sin libros de texto o hacerlo con los del currículo anterior” dado que la aplicación de la nueva norma educativa ha impuesto un cambio de libros de texto “superior al habitual” en cualquier comienzo de curso.

Los responsables de FAPA han destacado también como aspectos negativos el “irregular funcionamiento” de los programas PIPO, y han denunciado que, como resultado de la implantación de la jornada continua, las AMPAS están soportando una “excesiva responsabilidad” en la organización de actividades extraescolares que, en su opinión, deberían correr por cuenta de la Consejería.

En cuanto a la Formación Profesional, han criticado los conciertos de nuevas unidades en los centros privados que imparten FP Básica, hecho a su entender “especialmente sangrante” a la vista de la “escasa matrícula” en estos ciclos.