El Fuenteovejuna del micromecenazgo: un valle cántabro se conjura para rescatar una ermita en ruinas del siglo XVIII

'Todos a una, como en Fuenteovejuna', los vecinos de Liendo se han conjurado para evitar la desaparición de una ermita en el valle, que se integra en el Camino de Santiago del Norte. Para ello han iniciado una campaña de micromecenazgo con el fin de llevar a cabo por sus propios medios lo que las instituciones no quieren o no pueden hacer: sacar de la ruina la ermita de Jesús, María y José, del siglo XVIII, y convertirla en un centro cultural y vecinal del valle.

La Asociación 'La escuela de Liendo' surgió en 2022 en un valle cántabro que sorprende por su insólita geografía llana y por el fuerte sentimiento de comunidad que hace años, por ejemplo, bloqueó cualquier intento urbanístico de construir en altura. Ahora los vecinos inician un viaje de recuperación en el que cuentan con el apoyo de Hispania Nostra, SEO/Birdlife y el propio Ayuntamiento de Liendo.

“En la Navidad de 2021, nos reunimos para cantar como lo hacíamos de niños, dirigidos por nuestro maestro de escuela y así, homenajear a nuestros amigos y familiares ausentes”, han declarado los vecinos promotores de la iniciativa. “En 2022 decidimos crear esta asociación para recuperar la memoria de nuestra escuela y nuestro valle. Queremos dinamizarlo socialmente, contribuyendo a su cultura y conservación y creemos que el cultivo de las raíces y las artes en general es el mejor modo de hacerlo”, aseguran.

Ni cortos ni perezosos recurrieron a Hispania Nostra. La asociación nacional más destacada en conservación de patrimonio histórico ha asumido el reto y configurado una campaña de recogida de fondos que tiene su primer objetivo en financiar con 30.000 euros la consolidación y limpieza de la ermita y su entorno. Dicha campaña tendrá una segunda fase, destinada a la recuperación de la cubierta desplomada y la rehabilitación del conjunto. En total, 72.000 euros costará sacar del olvido este bello edificio. Este lunes llevaba recaudados 4.500 euros.

“Con el apoyo fundamental del Ayuntamiento de Liendo, deseamos iniciar la restauración de la ermita de uno de nuestros barrios para reconvertirla en un centro cultural donde continuar realizando actividades relacionadas con la educación y las artes: canto coral, música, teatro, poesía, pintura, conferencias... El respaldo de SEO/BirdLife nos permitirá, a su vez, incorporar espacio para la biodiversidad”, han agregado los vecinos.

La ermita

La ermita de Jesús, María y José data de 1750, pasó por un proceso de privatización con la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX y desde los años 80 del pasado siglo está abandonada. Ha vuelto a ser patrimonio público municipal, pero tras perder la cubierta y ver amenazados sus muros de sillería el micromecenazgo popular ha salido en su rescate.

Es más que un inmueble, es un objeto destacado de la cantería de Liendo, un gremio que desde la Edad Media dio esplendor y reputación al valle. Dado su estado, fue incluida recientemente en la Lista Roja de Hispania Nostra y esta organización está divulgando la campaña para su recuperación.

“Somos un valle pequeño. Nuestra población no supera los 1.200 habitantes diseminados por 13 barrios. La fisonomía del pueblo sigue el prototipo de edificación individual aislada que requiere de gastos corrientes proporcionalmente muy elevados y que dejan muy poco margen para inversión. Sin el impulso y contribución inaugural de particulares es prácticamente imposible hacer realidad nuestro sueño a corto plazo y urge actuar”, ha exhortado la asociación de vecinos.

Situado entre dos de las principales localidades turísticas de la costa oriental de Cantabria, Castro Urdiales y Laredo, Liendo prohibió la edificación en altura y alberga la única colonia marina de buitre leonado estable en España.

Con el desarrollo del vecindario a lo largo de los siglos, cada pueblo del valle erigió un hito religioso al paso del Camino de Santiago, en donde se encuadra la Ermita de Jesús, María y José. Es por ello que, junto a capillas y humilladeros, acoge tantas ermitas como barrios tiene el valle.