Un estudio confirma que la cirugía en personas mayores puede tener efectos cognitivos e incluso desarrollar Alzheimer

Antes de una operación quirúrgica suele evaluarse el estado cardíaco y respiratorio del paciente. Puede que en el futuro se le haga también un test ya que se está demostrando que la cirugía produce un déficit cognitivo después de pasar por el quirófano, que en pacientes con marcadores biológicos que indican una predisposición a padecer Alzheimer repercute en la pérdida de memoria.

Aunque el fenómeno del deterioro cognitivo tras la cirugía se conoce desde hace tiempo, había pocos estudios que lo constataran fehacientemente, relacionándolo directamente con el Alzheimer. El Instituto de Investigación del Hospital Valdecilla (Idival) y la Universidad Bonn acaban de hacer público un estudio que confirma esta hipótesis, lo que supone un gran avance en el conocimiento de la enfermedad, uno de los mayores retos de salud pública al que se enfrenta la sociedad. 

El estudio del Idival y el University of Bonn Medical Center concluye que la cirugía puede ser un factor promotor o acelerador de la enfermedad. Esta conclusión se obtiene tras constatar que la mitad de los individuos sanos mayores de 65 años investigados empeoró respecto a su estado previo tras ser sometidos a cirugía ortopédica.

Los investigadores efectuaron test cognitivos y obtuvieron muestras de líquido cefalorraquídeo para determinar los niveles de beta-amiloide durante la anestesia.  Nueve meses después volvieron a administrar los mismos test cognitivos y el resultado arrojó que la mitad había empeorado y aquellos que tenían niveles alterados de beta-amiloide tenían un patrón compatible con el inicio del Alzheimer, en el que predominan los problemas de memoria.

Una de las principales autoras del análisis, Carmen Lage, señala que “es frecuente, en las consultas, que los familiares refieran que los problemas de memoria de los pacientes comenzaron tras una operación o un ingreso hospitalario”. Un dato clínico, explica Lage, que les hizo plantearse si la cirugía desencadena la aparición de los síntomas en un cerebro previamente afectado.

“Antes de la cirugía las puntuaciones de los test de memoria de los sujetos con niveles anormales de beta-amiloide eran indistinguibles de los sujetos con niveles normales y, sin embargo, tras la cirugía, eran significativamente peores”, apunta. 

La conclusión que extrae la investigadora del Idival es que la cirugía mayor puede desencadenar distintos patrones de alteraciones cognitivas, dependiendo de la presencia o ausencia previa de cambios patológicos de Alzheimer: mientras que los sujetos sin patología amiloide muestran un deterioro que no afecta a la memoria, probablemente asociado a factores intrínsecos a la propia cirugía, aquellos con patología amiloide sufren un deterioro cognitivo que afecta predominantemente a la memoria, y que es consistente con las primeras manifestaciones clínicas de la enfermedad de Alzheimer y por tanto asociado a mayores probabilidades de progresión a demencia.

Por su parte, el investigador principal del estudio, Pascual Sánchez-Juan, insiste en la misma hipótesis, añadiendo que el progresivo envejecimiento de nuestras sociedades y la mejora en la técnica quirúrgica hace que cada vez se opere a más individuos, más ancianos y más frágiles. 

Según Sánchez-Juan, mientras que en la evaluación pre-quirúrgica se revisa siempre si la función cardiaca o respiratoria van a soportar la cirugía, no se evalúa habitualmente las potenciales consecuencias de la operación para el cerebro del paciente. “Nuestros resultados abogarían por que los estudios de evaluación pre-quirúrgica incluyan en el futuro test cognitivos, e incluso el análisis de biomarcadores de Alzheimer”, concluye.

Innovación

Valdecilla, primer hospital del mundo en disponer del equipo más avanzado para el diagnóstico de enfermedades autoinmunes

El Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla trabaja en la actualidad, y en exclusiva, con el aparato más avanzado que existe en el mundo para el estudio de enfermedades autoinmunes. El fabricante de dicha tecnología, líder en el estudio de autoanticuerpos automatizado, ha apostado por el hospital de Santander para que teste esta máquina en primicia.  

“Esta casa comercial tiene infinidad de clientes en todo el mundo y ha escogido a Valdecilla para traer la primera máquina que sale de fábrica porque nos consideran un servicio de referencia internacional para el estudio de enfermedades autoinmunes”, cuenta Marcos López Hoyos, jefe del Servicio de Inmunología, que lleva más de un año investigando el funcionamiento de este nuevo equipamiento y reportando información a la empresa para introducir mejoras antes de su salida oficial al mercado. Una estrategia mediante la que tanto la casa comercial como el Hospital se benefician mutuamente. 

Tal y como ha explicado el jefe de servicio, “el aparato va a estar durante un tiempo solo en este laboratorio y tenemos ya mucha gente que trabaja en autoinmunidad que quiere venir a ver la máquina en su rutina diaria”.

El nuevo equipo multiplex permite mirar un perfil completo de una sola vez y en una sola muestra, en lugar de trabajar paso a paso con diferentes algoritmos como en el método clásico. De esta forma, de una cantidad tan pequeña como 25 microlitros de suero puede llegar a detectar en algún tipo de enfermedad autoinmune hasta 15 tipos de autoanticuerpos de forma simultánea. 

El Servicio de Inmunología de Valdecilla ya está utilizando este equipamiento para el estudio de la enfermedad celiaca, resolviendo con él lo que hasta ahora tenían que hacer usando dos equipos diferentes. Por un lado, permite detectar los anticuerpos específicos de la celiaquía y, al tiempo, determinar si hay un defecto de anticuerpos IgA, en cuyo caso sería necesario hacer otro tipo de estudios. “Todo eso lo vamos a hacer en la misma muestra, de forma mucho más rápida y más eficiente”, explica López Hoyos.

Además, al estudiar tantos marcadores al tiempo, permite agrupar las patologías de las enfermedades autoinmunes en subgrupos, dando un paso adelante hacia la denominada “medicina personalizada”. 

Esta característica resulta particularmente útil para enfermedades como el lupus eritematoso sistémico, que abarca cuadros que van desde muy leves a muy agresivos. El Servicio de Inmunología ha comenzado este mes los estudios de investigación y validación para poder utilizar la nueva tecnología también en su estudio. “En la comunidad científica estamos convencidos de que existen distintos subgrupos dentro del lupus eritematoso sistémico, y con el uso de estos perfiles de autoanticuerpos podríamos definir esos tipos”.

Sin embargo, el aparato tiene una capacidad mucho mayor por explorar. Otra de las enfermedades autoinmunes en las que Valdecilla prevé aplicarlo son las miopatías inflamatorias, en cuyo diagnóstico es básico el uso de autoanticuerpos. Para ello llevará a cabo nuevos trabajos de investigación donde el personal de laboratorio colaborará estrechamente con los colegas clínicos.

La nueva tecnología, que se lleva desarrollando desde hace cinco años en California por una empresa perteneciente a la compañía española Werfen, recibió en septiembre de 2020 el certificado de la UE para productos sanitarios para el diagnóstico in vitro y se implementa ahora por primera vez en la capital cántabra. El Servicio de Inmunología del Hospital Valdecilla colabora para perfeccionar el método junto a la empresa.