La Junta de Personal Docente de Cantabria (formada por STEC, ANPE, TU, CCOO, UGT y CSIF) ha mostrado su apoyo al rechazo de la comunidad educativa del IES Cantabria a la construcción de una gasolinera al lado del instituto y ha pedido a la consejera de Educación que “escuche” sus reivindicaciones y “presione” al Gobierno de Cantabria para que este “despropósito” no se lleve a término.
En un comunicado, la Junta señala que “no entiende” la actitud que sobre este asunto están mostrando las autoridades del Gobierno y exige que se reúna el Comité de Prevención de Riesgos Laborales de la Consejería de Educación e informe de la valoración del impacto de dicha construcción en el “día a día” de la comunidad educativa y de forma específica en el desempeño de la función docente.
También pide que se paralicen “de forma cautelar y con carácter de urgencia” las obras y se proceda a revisar de forma exhaustiva los informes medio ambientales y estudios previos realizados para la concesión del permiso de obra; y que se impida de cara al futuro de forma “clara e inequívoca”, que actividades comerciales que afecten de forma negativa a la salud de las personas, se construyan cercanas a centros educativos.
La Junta explica que ha recibido a través de diferentes miembros de la comunidad educativa del IES Cantabria el “malestar existente” por el inicio de las obras para la construcción de una gasolinera junto a la parcela del centro educativo. Así mismo, ha mantenido una reunión con el AMPA del IES cobre las reivindicaciones y acciones que están llevando a cabo para paralizar la construcción de dicha gasolinera.
La Junta “entiende y apoya” dicha reivindicación, avalada por varios informes que advierten de la necesidad de que las gasolineras se ubiquen a un mínimo de 50 metros de las zonas habitadas y más de 100 metros de edificios “vulnerables” como colegios u hospitales.
“Parece incongruente autorizar, por la vía de los hechos, o por la inacción dicha construcción, cuando por otro lado se anuncia y declara que se cree en la humanización de los entornos educativos, en la creación de caminos escolares seguros”, etcétera, señala.
Al respecto destaca el “nivel de contaminación” que se produce en las estaciones de servicio y su entorno, no “sólo” en el aire, sino también en el subsuelo y aguas, además de la acústica.
Junto a estos datos relacionados con la salud, la Junta hace hincapié en el aspecto educativo y considera “difícil y claramente incoherente, educar en la protección del medio ambiente, cuando se permite tener una gasolinera pegada al espacio educativo, si no es para demostrar que las políticas no atienden a razones científicas sino puramente económicas”.
“Sobran ejemplos en nuestra comunidad autónoma de decisiones urbanísticas nefastas asumidas tiempo atrás. Ahora aún estamos a tiempo de evitar otra más, no cabe más adelante justificarse aludiendo que ya se edificó así”, añade.