La Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria (ARCA) ha solicitado a la Demarcación de Costas del Estado en Cantabria la reversión de una concesión, originariamente agrícola y ganadera, situada en el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.
En concreto, el terreno está situado al norte, en las inmediaciones de Montehano, “en pleno centro” de la Reserva Natural.
El 19 de julio de 2017, ARCA denunció a la Demarcación de Costas la existencia de una superficie rellena situada al norte y en las inmediaciones de Montehano, dentro del Parque Natural, y solicitó la clausura inmediata de los vertederos irregulares existentes y el acceso a los mismos, así como la demolición de las estructuras industriales y la retirada de los rellenos sobre los que se asientan para permitir su restitución como marisma.
En un comunicado, ARCA ha explicado que, según comunicó la propia Demarcación posteriormente, los derechos concesionales de la parcela, que datan del 11 de octubre de 1932, ya se han extinguido en la parte central pero el resto lo harán el 29 de julio de 2018.
Por todo ello, la asociación ha solicitado que a partir de esta fecha se proceda a la reversión total de la concesión por la caducidad temporal de la misma y por el incumplimiento del fin concesional, que era cultivo agrícola y ganadero. Contrariamente, la parcela se ha venido utilizando posteriormente para usos industriales y últimamente como vertedero.
También alega ARCA la “relevante situación” de la misma en un lugar central de un espacio protegido con valores naturales de importancia europea, como es el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, en un ámbito que es ZEC, ZEPA y Red Natura 2.000; y la “necesidad y conveniencia” de gestionar los espacios protegidos de una manera que resulte “ambientalmente referente y ejemplar” respecto al resto de los espacios litorales, evitando usos no acordes, degradantes y obsoletos como es el caso.
Considerando la valoración de la sociedad actual de los espacios naturales protegidos, el uso agrícola-ganadero, industrial o de mero vertedero resulta “contrario y totalmente incompatible con el valor primordial que debe de ser su restauración ambiental”, señala.
Igualmente, ARCA ha solicitado el derribo de las estructuras de hormigón existentes aún en pie, así como el posterior traslado de los materiales resultantes de su demolición.