Cs y PRC se oponen al proyecto de reordenación ferroviaria de Santander e insisten en abrir un proceso participativo

Tras décadas de proyectos, modificaciones y dilaciones, el proyecto de reordenación de los espacios ferroviarios de Santander, que se encuentra en fase de elaboración de los proyectos de ejecución, pudiera tener un nuevo parón cuando no dar marcha atrás. Al menos dos grupos municipales, Ciudadanos y PRC, quieren que se abra un proceso de participación sobre un proyecto ya encarrilado, pero sobre todo cuestionan el diseño pactado por la anterior Corporación con el Ministerio de Fomento y ADIF, por lo que no es descartable que acabe en vía muerta. 

Actualmente está en vigor el convenio firmado en agosto del pasado año por el que se acomete la segunda fase de la reordenación. Es la fase sustancial en la cual se van a gastar las administraciones 187 millones de euros, pero que contempla un cajón de hormigón (o losa, como se indica en el convenio) de 50.000 metros cuadrados de extensión y 12 metros de altura, que cubriría las nuevas vías y tendría un parque en su parte superior.

El impacto visual del cubrimiento de vías, junto al talud de la calle Alta, no gusta nada a PRC y Ciudadanos, que se oponen a este proyecto firmado por Fomento, ADIF, Renfe, Gobierno de Cantabria y Ayuntamiento de Santander. Lo significativo es que Ciudadanos ahora forma parte del equipo de gobierno de la Corporación, por lo que el escenario pactado hace un año ya no es válido de puertas adentro en el Consistorio y puede abrir una vía de desencuentro dentro del equipo de gobierno municipal.

Javier Ceruti, portavoz de Ciudadanos y también del equipo de gobierno PP-Cs, ha confirmado que su partido discrepa del diseño realizado y considera oportuna la apertura de un proceso de participación pública, integrado dentro del proceso de participación que quiere abrir para el nuevo Plan General de Ordenación Urbana. 

Este proceso de participación se hará. La alcaldesa, Gema Igual, ya era partidaria de un proceso similar antes de las elecciones y así declaró que pudiera realizarse a inicios de 2019, cosa que no se ha producido. Sin embargo, el proceso entró en el juego de la formación de gobierno municipal y quedó recogido en el pacto PP-Cs.

En desarrollo del mismo, se ha anunciado en un reciente encuentro con el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa (PRC), que dicho proceso tenga lugar para lo cual solo resta que ADIF convoque el próximo mes la comisión de seguimiento de la reordenación ferroviaria que lo valide. Si dicho proceso es independiente o se imbrica dentro del que se propone abrir para el Plan General es algo que tendrá que decidirse.

El PRC quiere más ambición

Lo que sí tienen claro Ciudadanos y PRC es que el actual proyecto, más pensado a la medida de las necesidades de ADIF que con un punto de vista ciudadano, ha de ser reformado en profundidad. Los regionalistas no solo se oponen por el impacto visual y urbanístico de la placa que cubrirá las vías, sino por desperdiciar una oportunidad histórica de acometer una reforma en profundidad que implique también la reordenación del frente marítimo en Marqués de la Hermida y trastoque así el urbanismo de Santander.

José María Fuentes-Pila quiere que se replantee el proyecto acordado, pero que tampoco se dilaten excesivamente los plazos con la participación, lo que ahondaría en el escepticismo con que la ciudadanía acoge ya todo anuncio sobre la reordenación ferroviaria. Dicho proyecto, “que espero que no nos lleve 20 años”, debería afectar el frente marítimo y ganar para la ciudad los terrenos de Marqués de la Hermida peatonalizándola por completo, según el líder del PRC en la ciudad.

A su juicio, el proceso de participación social ha de ser definido previamente para que no se prolongue indefinidamente en el tiempo y no se realice sobre la base de meras opiniones. “Tenemos que saber primero qué queremos recoger de vecinos y expertos y establecer una metodología con unos objetivos claros”, ha dicho. “Lo más arriesgado es que nos perdamos en un debate que decepcione”, ha explicado. 

El portavoz regionalista cree que aún es recuperable el espíritu de un proyecto como el que su partido hizo público en 2003, cuando Vicente Mediavilla acudía a las elecciones como candidato a alcalde. En aquel proyecto, aparte de un centro cultural para Varadero, se contemplaba la peatonalización de Marqués de la Hermida y el desvío del tráfico de entrada y salida de Santander por una gran arteria en el espacio liberado junto a la calle Castilla. Tampoco descarta Fuentes-Pila como una posible alternativa llevar las estaciones de tren hasta La Marga y despejar todo el suelo actual de la playa de vías para su uso por la ciudad.

Los socialistas de Santander ya se mostraron antes de la campaña electoral partidarios de un proceso de participación. El entonces candidato, y por el momento portavoz municipal, Pedro Casares, era en mayo partidario, sin embargo, de descartar cualquier opción de soterramiento de vías, y no cuestionaba el proyecto surgido bajo el amparo del ministro José Luis Ábalos como el más pragmático. Proponía que la ciudad, sobre esa base, se preocupara en diseñar el espacio liberado con un proceso de participación social.

El convenio actual

El convenio actualmente suscrito con el ministro socialista en funciones data de 2018 y plantea una inversión de 187 millones de euros, lejos del plan de reordenación primigenio que preveía inversiones por valor de 600 millones y el soterramiento de vías. Con el convenio en vigor, se liberarían 85.000 metros cuadrados, echando las vías al norte (tanto las de ancho ibérico como las de ancho métrico), junto al talud de la calle Alta, cubriéndolas con una losa de hormigón y construyendo una estación unificada. Del espacio liberado, más de la mitad estaría a 12 metros de altura, nivelado con el Parque del Agua, sobre la losa de hormigón. La diferencia de cota con la calle Castilla se solventará, según dice el convenio, por medio de “paseos y medios mecánicos correspondientes”.

ADIF financiará 137 millones de la operación (la reordenación del sistema ferroviario propiamente dicho), mientras que el Gobierno de Cantabria pagará 29,7 millones y el Ayuntamiento de Santander otros 19,82 para urbanizar el espacio resultante. De manera indirecta, Santander también haría una aportación en especie al proyecto: aprovechamientos urbanísticos en Cajo.

Una vez publicado el estudio informativo en octubre, ya está en marcha el proceso de expropiaciones para la nueva estación y ADIF tiene que estar redactando cuatro proyectos de ejecución para la parte que le afecta; mientras que Santander tiene por delante la aprobación de un Plan Especial y el establecimiento de equipos multidisciplinares para urbanizar el terreno. En este punto es donde se insertaría el proceso de participación social, si es que no hay marcha atrás y se fuerza un replanteamiento del proyecto en su conjunto.