Cantabria Opinión y blogs

Sobre este blog

El antídoto africano

El  director de cine keniata Lakarion Wainaina criticó recientemente en una entrevista la imagen que muestran de África los medios de comunicación occidentales: guerra, hambre y pobreza. “Un África que necesita que alguien la salve para poder ser ellos los salvadores, en vez de buscar la verdad”, decía Wainiana. Es difícil que África se quite de encima ese estigma cuando todos alimentamos, de una forma u otra, esa imagen diariamente.

Precisamente por eso las personas que hemos tenido la suerte de vivir alguna vez en el continente tenemos la responsabilidad de mostrar la cara oculta de África, y esa cara oculta es precisamente la más luminosa. Es cierto que en África hay pobreza, conflictos y hambre, pero también en Europa y no por eso dejamos de contar y mostrar otras verdades, otras iniciativas inspiradoras y bellas que están teniendo lugar, que intentan cambiar las cosas y dotan a la sociedad de sentido.

En África viven más de 1.000 millones de personas en más de 30 millones de kilómetros cuadrados. No cabe la generalización. Un continente con más de 2.000 etnias y lenguas distintas puede, como poco, contarnos muchas cosas, pero también mostrarnos un gran abanico de culturas, ideas y proyectos efervescentes que no hablan de guerra, hambre o pobreza. Iniciativas que nos hablan de la capacidad de resiliencia, de la alegría de vivir, del respeto a los mayores y del sentido de comunidad; que nos muestran que al otro lado de los estigmas chisporrotea la vida.

Decía Wainaina que las nuevas generaciones de jóvenes africanos que comienzan ahora a emprender e innovar son las que podrán cambiar esa imagen negativa y estereotipada del continente. Precisamente una de esas iniciativas que nos muestra la cara más luminosa de África visita Cantabria estos días: DESTINO Dance Company, un proyecto que nos hace vibrar cada músculo del cuerpo, pero también el corazón, al escuchar la historia de vida de Junaid Jemal Sendi y Addisu Demissie.

Junaid y Addisu son dos jóvenes bailarines etíopes que utilizan la danza para cambiar la realidad de la gente en su país y para mostrar al resto del mundo que Etiopía es mucho más que hambrunas y niños con abdomen inflado y moscas en la cara. Están decididos a compartir la gran riqueza cultural y artística que poseen mediante la difusión de un estilo propio de danza contemporánea fusionado con la danza tradicional que llevan en su ADN.

DESTINO llegará este sábado a Santander e impartirá un taller en el Centro Cívico del Río de la Pila y actuará en las fiestas del solsticio organizadas por SolCultural. Después, llevará a cabo una residencia en el Centro Cultural de Solares y seguirá su periplo hacia el País Vasco, Valencia, Madrid y Canarias.

Un amigo etíope me dijo una vez que lo que más le había chocado al llegar a Europa a estudiar un máster había sido la mirada ausente en los ojos de mucha gente con la que se cruzaba por la calle. Desde Occidente pensamos, con cierto aire paternalista, en salvar a África, pero se nos ocurre menos veces pensar en la posibilidad de que África también nos puede salvar a nosotros. La danza de DESTINO puede ser un buen antídoto para comenzar a despertar.

El  director de cine keniata Lakarion Wainaina criticó recientemente en una entrevista la imagen que muestran de África los medios de comunicación occidentales: guerra, hambre y pobreza. “Un África que necesita que alguien la salve para poder ser ellos los salvadores, en vez de buscar la verdad”, decía Wainiana. Es difícil que África se quite de encima ese estigma cuando todos alimentamos, de una forma u otra, esa imagen diariamente.

Precisamente por eso las personas que hemos tenido la suerte de vivir alguna vez en el continente tenemos la responsabilidad de mostrar la cara oculta de África, y esa cara oculta es precisamente la más luminosa. Es cierto que en África hay pobreza, conflictos y hambre, pero también en Europa y no por eso dejamos de contar y mostrar otras verdades, otras iniciativas inspiradoras y bellas que están teniendo lugar, que intentan cambiar las cosas y dotan a la sociedad de sentido.