Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Tu basura no es mía. ¡Corre a por ella!
Vaya por delante que cada uno disfruta de su tiempo libre, sus aficiones o sus obligaciones como le viene en gana. Pero si en ese disfrute se deteriora también mi espacio, ahí ya tenemos un problema.
Desde hace muchos años por diversos motivos han sido innumerables las pruebas deportivas que han crecido como setas por nuestros espacios naturales. Ello puede ser debido a múltiples factores: una moda, un mayor tiempo libre, una mayor concienciación sobre el estado de salud personal, una mayor oferta deportiva... sea cual sea el origen, es evidente que estas pruebas están de moda y crecen exponencialmente tanto en número de certámenes, como en número de participantes.
Carreras de montaña, trails, kilómetros verticales, pruebas válidas para el circuito autonómico, pruebas amateurs, pruebas del calendario nacional, pruebas interplanetarias... lo que está claro es que los amantes de este tipo de pruebas viven su época dorada, como lo fue el '94 para la Suecia de Brolin y Dahlin.
Son pruebas que en lo personal redundan en un beneficio evidente, pero también en lo general, ya que sirven para difundir la belleza de unos paisajes, la dureza de unos recorridos, la promoción turística y además generan un movimiento económico en los ámbitos en los que se desarrollan que en muchas ocasiones puede llegar a ser espectacular.
Pero como ocurre con la carrera de Jim Jarmusch, no todo son luces en las carreras de montaña por espacios naturales. También hay sombras. ¡¿En qué narices estabas pensando cuando decidiste hacer 'The limits of control', Jim!?
En España, como en todo Europa, este fin de semana se celebrará el Día Día Europeo de la Red Natura 2000. Una celebración en la que se difunden y reconocen los valores de esta gran red de espacios naturales protegidos presente en todos los países de la Unión Europea.
Y en muchos de estos espacios, auténticos tesoros naturales, se llevan a cabo pruebas en las que miles de participantes transitan el día de las pruebas. ¡Y ojo!, llevan entrenando por estos espacios protegidos durante mucho más tiempo.
Espacios naturales que en muchas ocasiones son frágiles, cuyos planes o figuras que rigen su ordenación marcan unas capacidades de carga y unas prohibiciones de uso. Dónde se dejan fijadas unas medidas para su conservación en perfecto estado.
Es por esto por lo que me revienta –como lo hizo la nariz de Luis Enrique con Tasotti– que mientras unos pocos se comportan sin educación alguna mientras disfrutan de un gran día (recordad la Suecia del 94... ¡que tenían a un Murdock nórdico en la portería, carajo!), dejando estos lugares como auténticos basureros, yo tengo que ver cómo se deterioran los paisajes que quiero disfrutar y dejar que disfruten las generaciones futuras.
No entro en la cantidad de participantes, en los permisos, en el estatus o figura de protección que tienen los parajes que se transitan. Simplemente te pido a ti que participas en este tipo de carreras, que si ves a alguien tirando su botellín de agua, su bolsa de frutos secos, su gel energético, su botella de bebida isotónica, su tetrabrik o su envoltorio de la barrita, le digas bien alto y claro que lo recoja, que lo guarde, que lo tire en el lugar que le corresponda, pero que por favor no traslade su agotamiento a la asfixia de mi espacio natural.
De lo contrario esos residuos permanecerán durante décadas en nuestro montes, en nuestros acantilados, serán pisoteados y trasladados por nuestras camberas o una racha de viento hará que aparezcan en nuestros bosques o ríos.
Recuerda, la basura no vuelve sola a casa y como hoy escuché al gran José Luis Gallego, mi compañero de la planta de arriba, “no somos conscientes de la basura que generamos porque nos la recogen”.
Vaya por delante que cada uno disfruta de su tiempo libre, sus aficiones o sus obligaciones como le viene en gana. Pero si en ese disfrute se deteriora también mi espacio, ahí ya tenemos un problema.
Desde hace muchos años por diversos motivos han sido innumerables las pruebas deportivas que han crecido como setas por nuestros espacios naturales. Ello puede ser debido a múltiples factores: una moda, un mayor tiempo libre, una mayor concienciación sobre el estado de salud personal, una mayor oferta deportiva... sea cual sea el origen, es evidente que estas pruebas están de moda y crecen exponencialmente tanto en número de certámenes, como en número de participantes.