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Cambio radical

“Si se suben impuestos solo será para los que más ganan”. Parece una obviedad viniendo de Revilla. Una canción que ha tarareado en todos los platós de televisión, incluso, con una tiza en la mano para ilustrar en la pizarra las bondades de un ideólogo que mira por el pueblo.

Un buen amigo dice que, de tanto escuchar a la oposición, el Gobierno entra en trance y termina creyendo que su propio programa electoral es nefasto para sacar rédito político. Y, a un mes de las elecciones, ese sentimiento se agudiza hasta límites insospechados. Y si no, que nos explique el consejero de Economía y Hacienda el significado del análisis que expuso para tratar de frenar las aspiraciones de Podemos que, simple y llanamente, exige al bipartito que cumpla lo que prometió a sus votantes: una política fiscal progresiva. Dijo lo siguiente: “No hacen falta cambios radicales, sino inteligentes, para hacer evolucionar la economía de Cantabria”. 

¿Cambios radicales? Parece más bien el eslogan del Partido Popular o de Ciudadanos que, a base de meter baza para atacar a regionalistas y socialistas, les han hecho creer que es mejor estarse calladitos y no materializar ese cambio que, ahora, al consejero le parece radical porque se lo exige Podemos para aprobar el presupuesto.

Crear un tipo impositivo del 35% en el impuesto de sociedades; establecer el impuesto sobre depósitos bancarios; crear un impuesto sobre la riqueza y recuperar el impuesto de sucesiones y donaciones. No es un apartado que recoja el programa electoral de Podemos, sino las medidas que planteaba el PSC-PSOE -en su etapa más radical, que diría Juan José Sota-. Ahora resultan poco inteligentes.

El Gobierno de Cantabria le ha dado al 'pause'. Ni que el Partido Popular hubiera descubierto América con eso de que pretenden introducir una modificación del IRPF. Lo han dicho ustedes. Y se lo han dicho a sus votantes. Sobre todo, que recuperaban el impuesto de sucesiones y donaciones.

Pero, a pocos días del 20N, mejor no levantar la liebre. Liebre que, sin embargo, levanta Podemos. El Gobierno parece dispuesto a ceder en las modificaciones fiscales que exige la formación morada, pero el tanto se lo llevará Podemos y al Ejecutivo no le quedará más remedio que tragar con las críticas de la bancada popular. Quizá ellos sientan que es un cambio radical. No así, los que confiaron su voto a este Gobierno.

“Si se suben impuestos solo será para los que más ganan”. Parece una obviedad viniendo de Revilla. Una canción que ha tarareado en todos los platós de televisión, incluso, con una tiza en la mano para ilustrar en la pizarra las bondades de un ideólogo que mira por el pueblo.

Un buen amigo dice que, de tanto escuchar a la oposición, el Gobierno entra en trance y termina creyendo que su propio programa electoral es nefasto para sacar rédito político. Y, a un mes de las elecciones, ese sentimiento se agudiza hasta límites insospechados. Y si no, que nos explique el consejero de Economía y Hacienda el significado del análisis que expuso para tratar de frenar las aspiraciones de Podemos que, simple y llanamente, exige al bipartito que cumpla lo que prometió a sus votantes: una política fiscal progresiva. Dijo lo siguiente: “No hacen falta cambios radicales, sino inteligentes, para hacer evolucionar la economía de Cantabria”.