Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
El Gobierno del Jubileo
Ya tenemos una nueva cuenta atrás. Un nuevo reloj inverso sobrevive al raso junto a la catedral de Santander para recordarnos que el tiempo pasa y que lo único que estamos esperando es la apertura de la Puerta del Perdón del cenobio en el 73 año santo jubilar lebaniego. Pues eso es… a eso le fía todo el Gobierno de Cantabria: a un avión rotulado con el evento y a que dios, en caso de existir, deje caer un maná de turismo y meapilas que nos salve del hartazgo, de la parálisis política y de la catástrofe económica. Y si no, ya saben lo que recomienda el Gobierno desde la web oficial del evento que pagamos entre todas: un padrenuestro, un credo, una oración por el Papa, una buena confesión y una misa del peregrino. Lo del aguardiente no está incluido en la dieta pero podemos darlo por supuesto, que con alcohol las penas pasan con más suavidad.
No nos queda otra que confiar en la gracia divina porque el Gobierno solo hace gracias a través de su presidente, el campechano Miguel Ángel Revilla, en platós de televisión y en su agotadora agenda de visita a colegios, inauguración de exposiciones y declaraciones infames. Hoy recomiendo a los escolares que hagan trampa, mañana digo en un club de prensa de dudoso prestigio que “casi todo es malo” en mi propio Gobierno, otro día cuento cómo tapo los agujeros en la camisa provocados por mi puro con botones… temas trascendentales que no sacarán a Cantabria de la criogenización en la que habita, pero que sirven para mantener la tensión mediática y que se hable de gilipolleces en lugar de los asuntos claves de la comunidad autónoma. Mientras, el otro Gobierno, el del PSOE, promete y promete, habla de futuro como si lo regalaran y promete leyes mágicas y proyectos increíbles que llegarán, eso, en un hipotético futuro.
Revilla atribuye la parálisis a la falta de un Gobierno nacional y a la intervención permanente de la Unión Europea. Y, en parte, no le falta razón, pero esta renuncia a gobernar, cuando llevamos un cuarto del periodo, es preocupante.
Cantabria se está convirtiendo en un “ancianato” condenado a la muerte por falta de reposición. A los jóvenes se les ofrece ser camareros o parados y el mayor empleador es un sector público carente de ideas y dependiente de terceros. La principal ciudad de la comunidad está en manos de un alcalde egocéntrico con adicción a las obras menores (no se pierdan el adefesio estelar que ha hecho en la conocida como plaza de las Focas), la segunda ciudad languidece fiando a un futuro pretérito este presente devastado, del resto de ciudades y pueblos no tenemos noticia. ¡Ah, sí! Un programa de empleo precario para desempleados por aquí, una corruptela por allá, un desastre ecológico por acullá… Bonito panorama fiado al regreso improbable del pelotazo del ladrillo y a la llegada de veraneantes, zombis o deportistas extremos que se tomen un café para apoyar a nuestros principales emprendedores: los dueños de bares.
Seguimos esperando así el nuevo y mágico plan productivo para Cantabria, anhelamos un proyecto de fijación de población, algo que rescate la golpeada identidad, un plan de turismo que no fíe todo al poder divino que duerme en Liébana hasta el reloj inverso lo despierte… Esperar no parece una actitud responsable cuando todo se desmorona alrededor. Pero eso es lo que hacemos, esperar.
¿Y el resto? El resto debe estar tomando valeriana porque si no es difícil de entender la calma chicha con la que se mueven en el Parlamento cántabro. El PP, con el deprimido Diego al frente, emula a El Mundo Today al denunciar que el Gobierno actual no ha continuado el ritmo de brutal crecimiento en el que nos puso su Ejecutivo con la tijera; Ciudadanos no sabe si abrazarse a las enfermedades raras o a los deberes de Primaria (los temas clave para salir del bache), y Podemos ha estado tan enredado en los problemas de casa que los asuntos de los cántabros parecen aún tangenciales en su agenda.
Las cántabras y los cántabros sobreviven solos, abandonados, huérfanos de Gobierno y ausentes de política. Unos paseando Paseo Pereda arriba y abajo; otros en la cola del paro y algunos, solo algunos, defendiendo lo poco que les queda. Aunque les parezca mentira, no soy pesimista, solo tengo momentos de lucidez en el que todo parece claro.
Ya tenemos una nueva cuenta atrás. Un nuevo reloj inverso sobrevive al raso junto a la catedral de Santander para recordarnos que el tiempo pasa y que lo único que estamos esperando es la apertura de la Puerta del Perdón del cenobio en el 73 año santo jubilar lebaniego. Pues eso es… a eso le fía todo el Gobierno de Cantabria: a un avión rotulado con el evento y a que dios, en caso de existir, deje caer un maná de turismo y meapilas que nos salve del hartazgo, de la parálisis política y de la catástrofe económica. Y si no, ya saben lo que recomienda el Gobierno desde la web oficial del evento que pagamos entre todas: un padrenuestro, un credo, una oración por el Papa, una buena confesión y una misa del peregrino. Lo del aguardiente no está incluido en la dieta pero podemos darlo por supuesto, que con alcohol las penas pasan con más suavidad.
No nos queda otra que confiar en la gracia divina porque el Gobierno solo hace gracias a través de su presidente, el campechano Miguel Ángel Revilla, en platós de televisión y en su agotadora agenda de visita a colegios, inauguración de exposiciones y declaraciones infames. Hoy recomiendo a los escolares que hagan trampa, mañana digo en un club de prensa de dudoso prestigio que “casi todo es malo” en mi propio Gobierno, otro día cuento cómo tapo los agujeros en la camisa provocados por mi puro con botones… temas trascendentales que no sacarán a Cantabria de la criogenización en la que habita, pero que sirven para mantener la tensión mediática y que se hable de gilipolleces en lugar de los asuntos claves de la comunidad autónoma. Mientras, el otro Gobierno, el del PSOE, promete y promete, habla de futuro como si lo regalaran y promete leyes mágicas y proyectos increíbles que llegarán, eso, en un hipotético futuro.