“No son enfermos. Un pirómano es un enfermo y estos son terroristas de lo público”. Con estas palabras, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, expresó su indignación por la oleada de incendios forestales en la Comunidad, todos los cuales son provocados.
Revilla y el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, informaron que las fuerzas de seguridad disponen de pruebas para imputar un delito medioambiental a una serie de incendiarios cuyo número no precisaron, aunque sí dijeron que a lo largo del año se llevan acusados a 10 presuntos pirómanos.
No obstante, ambos consideran que en Cantabria hay unos 60 “malhechores” que no esperan más que arrecie el viento sur para quemar un bosque. El dato lo extraen de estimar una proporción media pirómanos por cada 100.000 habitantes.
“Esta vez tenemos cazados a unos cuantos, con pruebas”, ha agregado el presidente. Revilla considera que es difícil, pero que conseguir meter en la cárcel a los incendiarios “puede ser una manera de disuadir a compañeros de fechorías. Después de matar a una persona, lo peor es destruir la naturaleza”.
El presidente cántabro es consciente de la dificultad de encontrar pruebas con que incriminar y obtener penas de cárcel para los sospechosos, por lo que consideró que los vecinos de localidades que tengan algún “sospechoso” en las inmediaciones denuncien ante las autoridades movimientos que observen con ocasión de viento sur y en horas no habituales.
“Es muy difícil que una persona sea cazada con las manos en la masa. Desde que se enciende la mecha, tarda 15-30 minutos [en prender el fuego] y pueden estar entonces en el bar jugando una partida de cartas”, ha dicho, para acto seguido hacer “un llamamento a los vecinos que intuyan quiénes puedan ser para que avisen de movimientos sospechosos cuando sale el [viento] sur. Vecinos que podemos tener fichados y que abandonan entonces su domicilio”.
Situación actual
La mayoría de los 770 incendios de los que hay registro desde principios de año son conatos, pero todos ellos han sido provocados.
El Gobierno de Cantabria ha activado a las ocho de la mañana de este viernes el Plan Especial de Protección Civil de la Comunidad Autónoma sobre Incendios Forestales (Infocant) ante la evolución de los fuegos forestales provocados en los últimos días y horas en la región, y para que pueda intervenir la Unidad Militar de Emergencias (UME) en las labores de extinción.
Según el presidente Revilla y su consejero Guillermo Blanco aún no hay razones suficientes para convocar a la UME, pero esta ya se encuentra en prealerta.
A las 10.30 horas de este viernes, había activos en Cantabria siete incendios. A primera hora de la tarde eran cinco pero aún no se bajaba la guardia -Mazcuerras, Bárcena de Pie de Concha (2), Polaciones y Molledo-, mientras otros seis seguían activos pero bajo control -Molledo, Lamasón (2), Santiurde de Toranzo, Castro Urdiales y Los Corrales- Desde hace un mes, se han declarado en Cantabria un centenar de incendios forestales.
“Los incendios son todos provocados. El viento lo que hace es acelerar la combustión y estos delincuentes, en cuanto aparece el viento sur, están ya preparados para salir. Antes era habitual encontrarlos en zonas de rastrojo en alta montaña. Hay creencias de que quemando se renueva el pasto. Pero ahora hay gente que solo quiere hacer daño, al vecino, a la sociedad. Gracias a dios la gente es buena, pero un mínimo porcentaje… está esperando el sur como esperaran una aparición para poder autorrealizarse como delincuentes”, ha valorado el presidente de Cantabria. “Seguramente estará disfrutando de la maldad que han hecho”, apostilló.
La previsión es que el viento sur arrecie en la tarde de este viernes e incluso que aumente la temperatura antes de que en la tarde del domingo las temperaturas bajen. No se descarta que pueda llover entonces.