El Ayuntamiento de Santander acaba de hacer públicos los proyectos que urbanizarán cinco microespacios en Santander, desde Cueto hasta la Avenida de Cardenal Herrera Oria. Los proyectos han sido seleccionados por un jurado compuesto por arquitectos y contempla la dirección de obra también para los ganadores, así como un accésit para los proyectos finalistas.
El jurado del concurso lo han formado cuatro arquitectos locales, incluido el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria (Coacan) y un arquitecto municipal, a los que se unió Fuensanta Nieto como arquitecta de reconocido prestigio, además de la alcaldesa de Santander como presidenta del mismo y el propio Ceruti, como concejal de Urbanismo.
Entre 61 propuestas presentadas se han elegido cinco ganadoras, a las que se adjudica el proyecto y la dirección de obra, y cinco accésits, que reciben un premio en metálico de 800 euros. Según ha subrayado el concejal de Urbanismo, Javier Ceruti, destaca la alta calidad de la participación “con propuestas muy interesantes en su planteamiento, con un gran nivel de interpretación y conocimiento de los lugares seleccionados, además de con soluciones realmente interesantes y variadas para adaptarse a los objetivos planteados en cada uno de los lugares objeto de la convocatoria”.
En la calle Antonio de Cabezón, en concreto, en el ámbito que ahora mismo contiene el patio delantero más bajo de las llamadas Escuelas Verdes, se ha elegido el proyecto 'Jardín Escénico', de la que se ha valorado el óptimo remate que se propone para el eje perspectivo que asciende desde las escaleras de la calle San Antón, con el acierto en la ubicación del elemento circular que configura la plaza en dicho eje. Los autores de esta propuesta son los arquitectos Cristina Martín de Juan y Galo Toribio Perales.
El accésit se ha concedido a la propuesta bajo el lema “DSCNxSLL” de los arquitectos Javier Sazatornil y Cristóbal Moreno.
En las traseras al norte del paseo de General Dávila, a la altura del número 228, se desarrollará el proyecto “¡Juega!”, del que se ha valorado su frescura en la consecución de mayores espacios deportivos gracias a la estrategia de trasladar la zona de tiro de la bolera al arranque de una pasarela que avanza hacia el norte del ámbito buscando las vistas sobre la zona Norte de Santander al asomarse hacia la avenida de los Castros. Los autores de esta propuesta son los arquitectos Lucas Peraita Dorado y Javier Torrado González.
El accésit se ha concedido a la propuesta bajo el lema “La alfombra voladora” de los arquitectos Federico y Pedro Rodríguez-Parets y Juan Carlos Bragado.
El tercer microespacio, ubicado en la Bajada del Caleruco, será desarrollado a través del proyecto “Simbiosis”. Se trata de una actuación en la que se ha valorado el acertado tratamiento de la topografía, con una solución limpia e integradora de los espacios estanciales, del recorrido y de la parada de autobús, que se resuelve de forma exquisita aprovechando la nueva topografía creada. Los autores de esta propuesta son los arquitectos Cristina Martín de Juan y Galo Toribio Perales.
El accésit se ha concedido a la propuesta bajo el lema “REC-2020” de los arquitectos María Rubayo, Enrique Ruiz de Villa y César Cubillas.
A la altura del número 73 de la avenida del Cardenal Herrera Oria, se ejecutará “Juego De Paso”, del que se ha valorado su sobresaliente tratamiento paisajístico así como su demostrado conocimiento del entorno y del lugar, y su habilidad para convertir la propuesta en una “puerta de entrada” al barrio de Cazoña desde su extremo oeste. Los autores de esta propuesta son la paisajista Matha Wall, el arquitecto Alberto García Ahijado y los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos José Luis Rodríguez Delgado y Marcos Jayo Ruiz.
El accésit se ha concedido a la propuesta bajo el lema “Refleja2” de los arquitectos Covadonga Martínez-Peñalver y David Archilla.
Finalmente, en el barrio Fumoril de Cueto se llevará a cabo la propuesta “KINTSUG1” de la que se valora la aplicación al lugar de ese kintsugi, una técnica centenaria japonesa que consiste en reparar las piezas de cerámica rotas marcando las juntas con un barniz espolvoreado con oro, que ha acabado convirtiéndose en una filosofía de vida que escenifica el saber recuperarse mostrando y sobrellevando las cicatrices. Los autores de esta propuesta son los arquitectos David Ceballos Rodríguez, Borja Lomas Rodríguez y Carlos Gómez Santos.