“¡Mira, mamá! ¡Tractores!”, advertía una niña a su progenitora este viernes por la mañana. Y es que ver tractores en pleno centro de Santander no parece, a simple vista, muy factible. Pero lo era, y unos 250 tractores han entrado a primera hora en pleno corazón de la ciudad para desplazarse hasta la Delegación del Gobierno. Tenían como objetivo hacer ruido y lo han conseguido en una macromanifestación en la que, además de los agricultores y ganaderos cántabros, se han sumado profesionales del sector de gran parte de la Cornisa Cantábrica.
Y es que están hartos y lo han demostrado. Con lemas como 'El mundo rural se muere', 'Quiero ser ganadero como mis padres' o 'Vivimos en la España vaciada y nos están echando', unos 3.000 participantes, según datos de Delegación de Gobierno, han emprendido el camino de algo más de un kilómetro hacia la calle Calvo Sotelo reclamando unos precios justos para el sector primario. “Estamos olvidados de la mano de Dios, hay que salvar el mundo rural porque nosotros somos quienes quitamos el hambre”, reclamaba Aarón, ganadero de 30 años.
Por su parte, Luisa, hermana, nieta e hija de ganaderos, ha mostrado su indignación alegando que actualmente se están cobrando los mismos precios que se cobraban hace 30 años. “No queremos subvenciones, lo que queremos son precios justos que nos permitan vivir gracias a nuestro trabajo”, ha expresado.
El paso de atravesar la ciudad estaba dado, pero después quedaba el verdadero motivo de la concentración: hablar con la nueva delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, para exigirle que ponga soluciones. Las tres asociaciones agrarias organizadoras de la concentración (Asaja, Ugam-Coag y UPA) le han entregado a Quiñones el manifiesto pasado el mediodía y este se ha centrado en cuatro puntos.
En primer lugar han reclamado “las modificaciones oportunas en la ley de la cadena alimentaria que acabe con la imposición de los precios desde el otro extremo de la cadena”, es decir, que el coste real de la producción sea el que marque el precio final, y no al revés.
También han reclamado sobre los tratados de libre comercio, poniendo el acento en MERCOSUR, que, según relatan, les lleva a un mayor descenso de los precios de las producciones ganaderas. Además, y como vienen anunciando desde que comenzaron las movilizaciones, han pedido que no se reduzca el 14% el presupuesto de la PAC por ser “vital” para sostener la mayor parte de las ganaderías.
Incluso han aludido a “los poderosos intereses económicos” que, según relatan, “lanzan campañas de criminalización de los sectores ganaderos con acusaciones genéricas de maltrato animal y de desastrosa influencia en el cambio climático”.
Antecedentes
Esta manifestación se convoca en un contexto de concentraciones organizadas por diferentes puntos del país. Las asociaciones Asaja, Ugam-Coag y UPA han sido las encargadas de encabezar esta manifestación que abarca a gran parte de los ganaderos y agricultores de la Cornisa Cantábrica “para defender el futuro del campo”.
La leche, con un precio de producción de unos 37 céntimos y una ganancia de 33, junto a la carne y la agricultura han sido los tres motivos por los que el sector primario de España ha decidido unirse para reclamar el “abuso” al que se están viendo sometidos.
Tres ganaderos hablaron hace unas semanas con eldiario.es tanto de su situación concreta como de la situación general del sector, y allí explicaron su hartazgo con las ayudas europeas y con el dinero que se quedaba entre el productor y el consumidor. “Hay precios que se multiplican un 700%” indicaba una de las protagonistas.
Al finalizar la reunión con la delegada del Gobierno, Enrique Ortiz, presidente de Asaja, ha calificado la concentración como “un éxito”, indicando que esta ha sido “la mayor de los últimos años”. Además, ha vuelto a reclamar “justicia y respeto para el mundo rural” y ha explicado que si los 1.100 ganaderos de leche y los 3.800 ganaderos de carne que hay en Cantabria mueren, “Cantabria se muere con ellos”. “Queremos hechos, no solo palabras y fotos”, ha expresado en última instancia refiriéndose a los políticos allí presentes.
De lo que no cabe duda es de que este viernes, después del “éxito” que ha tenido la convocatoria según muchos de los manifestantes y las propias agrupaciones, los agricultores y ganaderos han dado un paso más en su obsesión por salvar su forma de vida. Pero, la pregunta que ahora se hacen es: ¿Habrá respuesta de la Administración?