Hace tres años en Cantabria comenzó una pequeña revolución. Gracias al trabajo de la Asociación de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Cantabria (ALEGA) se consiguió organizar la primera fiesta del Orgullo LGBTI “a lo grande”. Ahora, tres años después, Kiara Brambilla, presidenta de la organización y uno de los mejores altavoces de este colectivo, analiza los avances y anuncia nuevos retos.
¿Qué es ALEGA y para qué sirve?
ALEGA es la asociación LGTB de Cantabria. Llevamos desde 1994, el año en que nació, luchando por los derechos de todas las personas LGTBI+. Somos una asociación de personas voluntarias que destinan todo su tiempo libre, todo su cariño, e incluso su propio dinero, hacia la causa, por ganar los derechos y por apoyar. Por lo tanto, animo a todo el mundo que quiera participar en ALEGA, ya que está abierto y siempre recibimos a la gente con los brazos abiertos. Cuantos más seamos más podemos conseguir.
Respecto al funcionamiento, tenemos diferentes vías de colaboración. Normalmente vienen a vernos, hablamos con las personas, vemos el caso que tienen y en función de eso procedemos a la ayuda, que dentro de nuestras posibilidades podemos otorgar, porque al ser personas voluntarias tampoco es que dispongamos de unas herramientas descomunales. Pero nuestra función es ayudar y acompañar en los diferentes casos.
Y sirve para construir nuestro presente y nuestro futuro. Al final, por ser una persona LGTB, tristemente, todavía tienes menos derechos en esta sociedad. Desde ALEGA luchamos para que todo eso vaya reduciéndose y vayamos consiguiendo una sociedad igualitaria en la que todos y todas tengamos cabida.
Son los precursores de la fiesta del Orgullo LGBTI en Cantabria. ¿Por qué nadie había propuesto celebrarla antes con mayor visibilidad?
Nosotros somos los organizadores y este es el tercer Orgullo a lo grande y de manera autónoma que realizamos, ya que somos la gente de la asociación la que estructura todos los actos y las actividades del fin de semana. Hace 3 años empezamos a llevarlo a cabo en Tetuán y este año hemos cambiado para pasar a hacerlo en Farolas -plaza Alfonso XIII-, en Santander.
Creo que nadie había propuesto celebrarlo antes porque la fiesta tenía que partir de nosotros, que somos las personas activistas. Considero que es nuestro derecho y nuestra obligación, ambas cosas. Además, pienso que quienes estamos aquí luchando todo el año somos también los que debemos estar en el Orgullo, en lo bueno y en lo malo.
¿Qué suelen responder a la tópica pregunta de ¿por qué hay Orgullo Gay si no hay Orgullo Heterosexual?
Primero tengo que decir que hay que eliminar la expresión 'Orgullo Gay' porque el Orgullo es LGTB y es de todas las personas que estamos dentro del colectivo. Utilizando 'Orgullo Gay' lo único que se hace es reducir e invisibilizar a todas las mujeres lesbianas, a las mujeres bi, a los hombres bi y sobre todo a las personas trans. Por eso hay que aclarar que el Orgullo siempre es LGTB y de todos y todas.
Cuando te hacen esta típica pregunta intentas explicar que tenemos una sociedad en la que ser una persona LGTB te resta derechos y tienes que luchar doblemente por conseguirlos. Y precisamente por eso hacemos un día de reivindicación, porque tenemos que pasarnos todo el año luchando por nuestros derechos, algo que por ser heterosexual no sucede. Por lo tanto es necesario celebrarlo, al igual que el Día de la Mujer o cualquier otro día específico, ya que por cuestiones de diferencias en las personas, aquellos que somos distintos tenemos que luchar doblemente por llevar una vida normalizada.
Vemos Madrid o Barcelona como epicentros de los movimientos LGTBI pero… ¿Cantabria es una Comunidad Autónoma conservadora con la identidad de género y la orientación sexual?
Nos queda muchísimo por avanzar. Eso es innegable y eso pasa en todas las partes de España -y eso que vivimos en un país privilegiado en el que la lucha LGTB está muy avanzada- . Pero en Cantabria queda mucho por progresar, aunque sí que es cierto que hemos mejorado mucho.
A veces está el estigma de que Cantabria es muy tradicional, de que en Cantabria cuesta mucho… Pero si te relacionas con personas de otras comunidades autónomas te das cuenta de que tampoco estamos tan mal como en otros sitios. Aunque siempre tenemos el enfoque de que queda mucho por hacer y que el que hayamos conseguido derechos no quita que aún queden muchos por conseguir.
¿Sigue habiendo muchas diferencias entre las ciudades grandes y pueblos pequeños respecto a la aceptación LBTBI?
Hombre, por supuesto que en el mundo rural quizá sea todavía mas complicado. Ya simplemente por cuestión de lazos y de hermanamiento con otras personas... En el mundo rural, por ejempo, es mas difícil acudir a una asociación y ALEGA es la única organización que está en Cantabria. Por lo tanto, en Santander resultaría muchísimo más fácil acudir a la asociación o tener personas que te puedan apoyar en un determinado momento. Pero tengo que aclarar que la asociación es de toda Cantabria, no solo de Santander, y tenemos gente de todas partes.
¿Continúan existiendo las 'microhomofobias' o la gente cada vez está adquiriendo más conciencia?
Está claro que cada vez hay más conciencia, que hemos ganado derechos, que la gente cada vez quiere aprender más y que cada vez estamos más sensibilizados, pero eso no significa que todavía no queden cosas por hacer. Por poner un ejemplo, yendo a dar talleres LGTB a aulas de institutos, e incluso estando gente de la asociación delante, escuchamos cómo los alumnos entre ellos se insultan con “maricón” o con “marimacho”. Entonces, claro, ves a la sociedad reflejada en ellos y ves cómo esa sociedad a veces sí que tiene una sensibilidad grande hacia derechos muy elementales como casarse, pero que aún queda mucho por hacer.
Hace poco más de una semana la ministra de Sanidad, Carmen Montón, anunció su intención de que las parejas de lesbianas, así como las mujeres solteras, vuelvan a tener derecho a los tratamientos de reproducción asistida. ¿Cómo se percibe una noticia así desde el colectivo?
Vivimos en una sociedad en la que estamos hartos y hartas de escuchar que ya tenemos todos los mismos derechos cuando hace unos meses en Cantabria, yo como mujer lesbiana, no podía acceder a tratamientos de reproducción asistida mientras una pareja heterosexual sí podía, lo que es una discriminación brutal en la que se ve reflejada esta homofobia que tenemos que combatir. Así que cuanto antes se eliminen todos los aspectos legales que tienen en su raíz la homofobia o la transfobia, mejor.
¿Están ilusionados con que el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez tenga más en cuenta al colectivo LGTBI?
Bueno, nosotros siempre vamos a estar pendientes de conseguir nuestros derechos y, esté el Gobierno que esté, ahí estaremos al pie del cañón para conseguir la ley estatal LGTBI. Porque todavía no tenemos una ley que nos ampare ni en España ni tampoco en Cantabria. Por lo que, gobierne quien gobierne, nosotros reclamaremos nuestros derechos de la misma forma.
Y respecto a las competencias autonómicas, el Gobierno de Cantabria presentó el año pasado el anteproyecto de Ley para la Igualdad de Trato y No Discriminación por Razón de Orientación Sexual e Identidad de Género. ¿Qué ha pasado con él?Ley para la Igualdad de Trato y No Discriminación por Razón de Orientación Sexual e Identidad de Género
Desde ALEGA estábamos con muchísima ilusión por recibir esta ley en la que se contó con la asociación desde el primer momento. Creemos que es una ley muy profunda y muy buena, pero que no se ha llevado a trámite, lo cual nos pesa mucho y nos duele, porque consideramos que es algo que necesita urgencia e inmediatez, y no podemos estar a la espera más. Somos de las pocas comunidades de España que todavía no tiene una ley específica LGTB y esperamos que se apruebe cuanto antes y que se le dé la importancia que realmente tiene.
¿Cómo se encuentra la legislación cántabra actualmente?
Estaría por detrás de la de muchos lugares. La gran mayoría de comunidades de España tienen legislación en esta materia, lo que al final es el sustento legal en el que podemos ampararnos. En el momento en el que, por poner un ejemplo, un menor trans en el colegio tiene problemas, si no tenemos una ley que nos ampare no podemos exigir esos derechos.
A día de hoy, en el presente, nos tenemos que quedar a la voluntariedad de las personas y esperar que, por favor, la directora o el director sea una persona con sensibilidad. Esperar que el profesor o la profesora sea una persona con empatía y trate bien a este peque trans. Necesitamos una ley en la que podamos exigir esos derechos y no quedar a la voluntad de la persona.
¿Qué tipo de mundo quiere conseguir ALEGA?
Se habla mucho de alcanzar la igualdad y nosotros preferimos un mundo en el que la diferencia sea algo positivo. Quizá lo más importante sea construir un mundo en el que ser diferente no conlleve ningún matiz negativo, en el que el respeto sea la clave y en el que todos y todas podamos vivir en paz.