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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El brote de coronavirus del edificio confinado en Santander pierde fuerza tras dos días sin nuevos positivos

Si el brote de coronavirus no está controlado, parece muy cerca de estarlo. La alarma que se desató el pasado fin de semana en Santander, cuando la Consejería de Sanidad decidió confinar a los vecinos de un edificio tras detectar hasta un total de 14 infectados con COVID-19 entre los habitantes del inmueble, va perdiendo fuerza después de dos días consecutivos sin nuevos casos positivos a pesar del intenso rastreo y las numerosas pruebas que se están realizando.

Así lo confirman los datos aportados en las últimas 48 horas por la Dirección General de Salud Pública, que tiene el cometido de gestionar la crisis sanitaria, y que indican que Cantabria no ha registrado ni fallecidos ni nuevos contagios por coronavirus desde el último balance público, por lo que se mantienen en 30 los casos activos en la comunidad autónoma, con tan solo tres personas hospitalizadas -ninguna de ellas en la UCI- y otras 27 en aislamiento domiciliario dado que no presentan síntomas de gravedad hasta el momento.

Por tanto, el número de personas que han fallecido en Cantabria desde el comienzo de la pandemia sigue situado en 209 víctimas desde el pasado 19 de mayo, y la cifra total de positivos alcanza los 3.048 afectados, con 2.356 detectados mediante prueba PCR y 692 a través de test detección anticuerpos. Además, las personas que han superado la enfermedad hasta este momento son 2.809, que suponen el 92 por ciento del total, con tan solo tres casos activos en las residencias de ancianos y ningún profesional sanitario infectado en la actualidad.

De esta forma, desde el Gobierno de Cantabria insisten en trasmitir un mensaje de prudencia a pesar de que tuvieran que tomar una medida tan drástica como la que obligó a imponer la cuarentena a ese edificio de la calle Nicolás Salmerón de Santander. Tras la confirmación del vínculo epidemiológico entre los positivos, Salud Pública decidió confinar al edificio al completo durante diez días, lo que implica aislamiento total del mismo.

En estos momentos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado impiden la entrada o la salida de cualquier persona a este bloque de viviendas y tan solo los familiares o allegados de los habitantes pueden acercarse hasta el portal para depositar comida o utensilios de primera necesidad que sean requeridos por las personas que están confinadas en el edificio.

Confinamiento quirúrgico

La directora general de Salud Pública de Cantabria, Paloma Navas, ha explicado a lo largo del día que, de momento, el brote detectado se circunscribe a este único edificio, de ahí que se haya optado por este confinamiento “quirúrgico” de los vecinos. “Este brote está abierto y en estudio. Estamos todavía realizando más PCR, más serologías a los vecinos, y seguimos evaluando la situación. Y por supuesto, con la máxima precaución. Aunque no hemos tenido positivos en un par de días ya, lo que es una muy buena noticia”, ha asegurado en declaraciones a los medios.

“Tenemos un exceso de celo, una precaución máxima para que no haya una transmisión de la infección más allá del edificio o de la zona en la que se está produciendo la situación. Nosotros siempre hacemos varios círculos de seguridad concéntricos alrededor de los casos para asegurarnos de que la enfermedad no se transmite”, ha recordado Navas, que se encuentra al frente del equipo de rastreadores de la Consejería de Sanidad.

Hasta el momento, el personal a su cargo ha realizado un control microbiológico con PCR no solo a los vecinos del edificio, sino a los de varios edificios colindantes y comercios de la zona. “Este no es un brote que nos haya encontrado, sino que lo hemos encontrado nosotros a él porque veníamos buscando activamente todos los contactos y todas las relaciones de unos positivos que se vieron hace ya más de diez días”, ha subrayado la directora general.

A partir de ahora se van a repetir las pruebas a los positivos, que se encuentran aislados en sus casas con síntomas leves, con una única excepción, y también se va a poner en marcha un protocolo de detección con pruebas tempranas y se realizará serología a algunos de los casos en busca de información relevante para encontrar el foco que ha podido causar este brote de coronavirus.

“Lo que deberíamos evitar es la estigmatización y la vergüenza de las personas que viven en este edificio. Lo que está ocurriendo aquí podría ocurrir en cualquier edificio de cualquier ciudad de España. Ahora mismo el coronavirus está circulando por nuestro país y estas infecciones se dan sencillamente por el contacto entre personas o por el contacto con superficies contaminadas. Es fundamental que tengamos mucha solidaridad, que demos mucho apoyo a estos vecinos, que entre todos y todas controlemos la enfermedad con las mascarillas y la higiene de manos y de las superficies”, ha insistido Navas.

“Los próximos meses seguiremos aprendiendo cuáles son las mejores fórmulas para controlar los brotes. Lo importante es que seamos muy precavidos y actuemos rápido, como estamos haciendo aquí en Cantabria, respondiendo con mucha intensidad para que el brote sea lo más pequeño posible”, ha concluido.