La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) de Cantabria ha realizado este lunes un balance negativo del arranque del curso escolar en la comunidad autónoma y ha recordado algunas de las promesas políticas incumplidas que han podido certificar en los últimos meses, entre la que destacan la falta de recursos económicos disponibles para hacer realidad la gratuidad de los libros de texto en la etapa de Primaria.
Así lo ha explicado en rueda de prensa la presidenta de este organismo, Leticia Cardenal, que también encabeza la confederación nacional, y que ha señalado durante su intervención que el acuerdo presupuestario entre el Gobierno PRC-PSOE y Ciudadanos para aprobar las cuentas públicas de 2017 incluyó ese compromiso por escrito y con la firma de los representantes públicos de esos tres partidos.
De hecho, el texto recogía de manera explícita la voluntad de garantizar la gratuidad de los libros de Primaria a partir del curso 2017-2018 “ampliando la partida presupuestaria correspondiente en la cuantía necesaria” y hacía extensible ese compromiso para la Educación Secundaria “en el próximo presupuesto para el año 2018”.
“A finales del mes de junio, esta Federación mantuvo reuniones con todos los partidos con representación parlamentaria para tratar diversos asuntos, y aprovechamos para trasladar a los partidos firmantes de ese acuerdo nuestras dudas con respecto a que dicho punto se fuese a cumplir”, ha subrayado Cardenal.
En este sentido, la presidenta de la FAPA ha lamentado que “parece que ninguno de ellos debió de tomar en serio nuestra advertencia y tres meses después nuestras sospechas se han hecho realidad, encontrándonos con que nuevamente las familias han tenido que hacer frente al pago de los libros o incluso hacerse cargo de comprar parte de ellos”.
Por ello, ante el incumplimiento de una medida anunciada “a bombo y platillo” a la sociedad sin ningún tipo de seguimiento posterior para que esto se llevase a efecto, a juicio de FAPA Cantabria, la organización que agrupa a los padres y madres de los alumnos cántabros “está estudiando qué respuesta dar para que este compromiso se lleve a efecto”.
Desigualdad en el sistema público
Entre otras reivindicaciones, las familias también han criticado el funcionamiento de los Bancos de Recursos destinados a los libros y el material escolar en su segundo año de existencia y han calificado de “preocupante” la diferencia en el importe pagado entre los distintos centros dentro de un sistema educativo público.
“Desde FAPA Cantabria reclamamos a la Consejería de Educación que la Inspección
Educativa se ponga las pilas en este tema, ya que todas las cuestiones citadas no son
solo reivindicaciones de las familias, sino también aspectos recogidos en las órdenes e instrucciones emitidas por la propia Consejería que no se están cumpliendo, sin que nadie parezca preocupado por ello“, han alertado.
Según ha dicho, en algunos centros no se ha respetado el porcentaje del pago máximo del 20% fijado para los becados; no se ha pagado a todo el alumnado lo mismo y ha habido algunos colegios en los que no se han incluido los materiales, mientras en otros solo una parte y ha habido casos en los que no se han aportado ni tan siquiera todos los libros.
Los datos que maneja FAPA Cantabria indican, a partir de las encuestas hechas por las AMPAS, que solo en torno al 15% de los centros educativos han aportado todos los libros y materiales, al tiempo que han advertido sobre la diferencia entre el importe pagado entre los distintos centros, que ha alcanzado los 80 euros.
Conciliación laboral
Respecto a los cambios que se han producido en la Consejería de Educación recientemente, la federación de padres se ha quejado de que aún está “a la espera” de que este departamento cumpla el acuerdo suscrito en junio de 2016 entre el anterior titular, Ramón Ruiz, y la presidenta de FAPA, Leticia Cardenal, sobre medidas que debían acompañar al nuevo calendario escolar.
Entre ellas figuraba la negociación para ajustar los horarios a las necesidades de conciliación poniendo fin a las jornadas lectivas reducidas en septiembre y junio; un servicio de comedor en esos meses en las mismas condiciones que el resto del curso y el adelanto de las pruebas extraordinarias de septiembre a junio.
FAPA ha criticado que solo este último punto, introducido además a solicitud de la Consejería, se ha cumplido, con lo que ha advertido de que “a lo largo del curso” seguirá “exigiendo el cumplimiento íntegro del acuerdo” y “animará a las familias a la movilización” si esto no se produce.
Además, ha defendido que es “necesario una negociación entre todas las partes” que conforman la comunidad educativa que lleve a fijar un calendario de forma “definitiva” para evitar el, a su juicio, “lamentable espectáculo” que se ha producido en los dos últimos cursos con los cambios en el mismo.
A preguntas de los medios de comunicación, la presidenta de FAPA ha reconocido que “ya está viendo” que los cambios en la Consejería de Educación, entre ellos el de su titular -se sustituyó a Ramón Ruiz por Franscisco Fernández Mañanes-, va a retrasar la implantación de algunas medidas o actuaciones sobre el calendario escolar.
Cuando se produjo el mes pasado el relevo, FAPA ya mostró su “malestar” por el momento escogido para emprender estos cambios en el arranque del curso, cambios que están motivados por el relevo en la Dirección de PSOE de Cantabria tras la derrota en las primarias de la vicepresidenta y exsecretaria general de los socialistas cántabros, Eva Díaz Tezanos.