Los problemas en la red ferroviaria de Cantabria son una constante que sufren los usuarios desde hace años. Retrasos, cambios de horario, parones, evacuaciones o averías se han convertido en habituales en los distintos recorridos de Cercanías de Renfe y Feve, lo que está provocando cada vez mas protestas entre los pasajeros, que incluso se empiezan a organizar para mostrar su rechazo a un servicio cada día más ineficiente.
Ante este escenario, el presidente del comité de empresa en Cantabria, Manuel Cortines, admite que “faltan inversiones en el material” por parte de Renfe y “en las infraestructuras” por parte de Adif, una circunstancia de la que culpa directamente al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna (PP), responsable último de estos organismos. Subraya que este problema “no solo afecta a Cantabria”, sino que también se expande a otras comunidades autónomas, como las vecinas Asturias, País Vasco o Galicia.
En cuanto a los problemas técnicos y de mantenimiento, el representante de los trabajadores en la comunidad explica que “no es cuestión de dejadez, sino de falta de inversión en la infraestructura”. Desde su punto de vista, el material que utiliza Renfe está “obsoleto” y provoca “muchas averías”. Matiza que ya está denunciado a la empresa, pero que esta, sin embargo, hace caso “omiso” a la situación.
Estas declaraciones se enmarcan en el contexto del último suceso conocido del ferrocarril en Cabezón de la Sal, donde los vecinos han denunciado, con vídeos incluso, que un tren cruzó con las barreras levantadas en un paso a nivel de la localidad cántabra. Para Cortines, “no ha habido falta de seguridad bajo ningún concepto”, pues a su juicio se trata de “un problema de inversiones”. Una de las soluciones, subraya, es “cambiar todos los modelos del ancho métrico como en la red convencional”.
El protocolo, según Cortines, es el siguiente: “Cuando un personal de conducción se encuentra ante un paso a nivel que no funciona o que está roto, tiene que parar, es como una señal en rojo”. Y hace hincapié en que “en ningún momento queda conculcada la seguridad; los trenes no se saltan los pasos a nivel”.
A esta polémica situación, se suma otra información, conocida este pasado lunes, en la que se explicaba que un joven había sido arrollado por un tren en la estación de Feve de Orejo. En este sentido, Cortines señala en declaraciones a eldiario.es que no conoce en qué circunstancias ocurrió el accidente.
Medidas de accesibilidad
A estos sucesos se suman las recientes protestas porque “las personas con movilidad reducida no tienen fácil acceder a los trenes”, como denuncian diferentes asociaciones, entre las que se encuentran la Mesa de Movilidad de Cantabria. Desde ese colectivo critican “la falta de accesibilidad a la gran mayoría de vagones/unidades y las múltiples barreras arquitectónicas que los usuarios del servicio de Cercanías encuentran en apeaderos y estaciones”.
Por su parte, Manuel Cortines admite que “es una batalla que vienen demandando, lógicamente, las asociaciones de personas con discapacidad”. Sin embargo, explica que, por ley impuesta desde Bruselas, las empresas de transporte como Renfe no están obligadas a instalar rampas en todos los trenes hasta dentro de cinco años.
“En Renfe, todos los cambios que se están haciendo, se están empezando a realizar ya con las unidades y procedimientos adecuados para las personas con movilidad reducida”, matiza el presidente del comité de empresa sobre este problema.