El sector turístico cántabro aguanta la respiración mientras planea ERTES y cierres totales

El sector turístico está siendo desde ya uno de los grandes damnificados por la crisis del coronavirus. Y es que desde las primeras recomendaciones de no viajar a finales de la pasada semana, las anulaciones se dispararon exponencialmente y las reservas de cara, sobre todo, al cercano periodo vacacional de semana santa cayeron en picado. 

Así pues, tras el decreto del Estado de alarma el domingo, las grandes cadenas hoteleras de Cantabria han cerrado o se mantienen a la espera de cómo se desarrollen los próximos acontecimientos, relativos a nuevas restricciones desde el Gobierno, para hacerlo.

Así todo, los pocos que todavía se encuentran abiertos, como el Santemar o el Hotel City Express Santander, están prácticamente sin clientes y bajo mínimos de personal, un escenario que terminará por desembocar en la aplicación de ERTEs masivos en todas las plantillas. 

Fuentes de estos hoteles consultadas por eldiario.es aseguran que esto “es lo normal” ante esta crisis sanitaria y que, así todo, “todavía no lo dan todo por perdido” de cara a los próximos meses, aunque se mantienen “a la expectativa de lo que vaya sucediendo”.