Como era de prever, el Pleno extraordinario del Ayuntamiento de Santander celebrado este viernes ha comenzado acalorado. Cerca de una decena de simpatizantes de Antonio Mantecón ha aguardado la llegada de Tatiana Yáñez para mostrar su descontento por la actitud de la edil, a la que acusan de estar en “connivencia” con el dueño de la marca Ganemos y con el PP para auspiciar la expulsión del hasta hoy portavoz del partido municipalista.
No obstante, la entrada de Yáñez a la sala de plenos ha transcurrido sin incidentes. Tan solo una persona, que portaba una pequeña pancarta, se ha dirigido a ella para preguntarle de forma retórica en varias ocasiones si “¿esta es la nueva política?” que defiende. Apenas unos segundos de tirantez, de calma tensa.
Ya en el salón de plenos, el alcalde, Íñigo de la Serna, ha dado comienzo a la sesión dando cuenta de la expulsión de Mantecón del partido político Ganemos Santander Sí Puede y, por tanto, de su expulsión del grupo municipal y de su nueva condición como edil no adscrito, lo que conlleva la pérdida de los recursos con los que contaba hasta ahora, es decir, la asignación económica para el grupo (unos 10.9000 euros) y la contratación a un cuarto de jornada de dos auxiliares. A comienzos de legislatura, Mantecón renunció al sueldo como le correspondía en calidad de portavoz. Por otro lado, mantiene sus derechos para poder fiscalizar la labor de gobierno, una tarea que se ha comprometido firmemente a seguir realizando a pesar de los obstáculos.
A continuación, y en consecuencia del 'despido' de Mantecón, se ha dado cuenta de la designación de Yáñez como nueva portavoz del grupo municipal y de su adscripción a las comisiones municipales. A partir de ahora cobrará el 40% de una dedicación exclusiva, lo que equivale a 16.862 euros, más dietas.
Al tratarse de daciones de cuenta -un trámite administrativo- los concejales no han podido intervenir hasta que ha llegado el punto cuarto del orden día, el cambio de horario de los plenos, que volverán a celebrarse a partir de las 9.00 horas en lugar de las 17.00 horas debido a que el horario vespertino estaba conllevando que las sesiones terminaran a altas horas de la madrugada -el récord está en las cinco de la mañana-.
PSOE, PRC e IU se han abstenido y Mantecón ha votado en contra, todos ellos recriminando al equipo de Gobierno del PP su falta de predisposición para alcanzar un consenso en cuanto a “las reglas de juego” y destacando que el horario de tarde favorece la asistencia y participación de los vecinos. A su juicio, el problema de los plenos no está en que comiencen por la tarde sino en la duración de las intervenciones. Miguel Saro, edil de IU, había propuesto realizar los debates una vez cada quince días en lugar de uno al mes para repartir la 'carga' de las propuestas.
La propuesta de los populares ha salido adelante con el voto de los dos ediles de Ciudadanos -que no han justificado su postura-, y el apoyo del 'nuevo Ganemos', que ha apuntalado la minoría del equipo de Gobierno. Es la primera vez que el partido respalda una iniciativa del PP aunque no es la primera vez que Yáñez vota junto a los conservadores.
La nula relación que ambos excompañeros han mantenido prácticamente desde el inicio de la legislatura ha propiciado que votaran distinto en algunas mociones, incluso en algunas presentadas por Ganemos. También llevó a Mantecón a someterse a una moción de confianza para demostrar que su postura era la respaldada por las bases de la formación.
Tanto C's como Ganemos también han votado a favor de la reestructuración de las comisiones, que pasarán a estar formadas por 15 miembros (7 PP, 2 PSOE, 2 PRC, 1 Ganemos, 1 IU y Mantecón), seis más que los nueve actuales. Es el tercer cambio en los apenas diez meses que llevamos de legislatura.
A este respecto se han referido PSOE y PRC, que han llamado la atención sobre las “reiteradas modificaciones” y la “falta de normalidad” que atraviesa la institución. El portavoz regionalista, José María Fuentes Pila, ha abogado por crear una mesa de trabajo que estudie una reforma del reglamento que dé “coherencia” a la realidad política del Pleno y su homólogo socialista, Pedro Casares, ha pedido “rebajar la tensión” al tiempo que ha criticado al PP por hacer un “debate tramposo” en torno a que la oposición está pidiendo más dinero (al aumentar el número de personas en las comisiones, aumentan las dietas) cuando “todos los concejales del PP están liberados”.
“Cádaveres políticos”
Por su parte, Mantecón ha lamentado ser “protagonista involuntario de este esperpento” provocado, en su opinión, por el “contubernio a tres bandas” entre Yáñez, el dueño de la marca Ganemos y el PP. Sobre Julià de Fabián no ha ahorrado calificativos -“estafador” o “chantajista”, entre otros-, y ha reiterado que con la “complicidad” de su excompañera de filas ha intentado “lucrarse” del grupo municipal.
También ha cargado contra el PP, al que considera colaborador “fundamental” en este “atropello”. Así, ha hecho hincapié en la “celeridad obscena” con la que los populares han tramitado su expulsión, sin ni siquiera darle la oportunidad de presentar alegaciones o un recurso, con el objetivo -dice- de “eliminar la oposición más dura”. “Son más que historia, son cadáveres políticos que recogeremos dentro de tres años”, ha dicho Mantecón dirigiéndose al equipo capitaneado por Íñigo de la Serna.
Finalmente, ha advertido a los populares que “nada de lo que hagan” le impedirá a él y a su grupo continuar ejerciendo la labor de la oposición. “Ni un paso atrás por el cambio de ciclo en Santander”, ha apostillado.
El portavoz popular, César Díaz, ha negado todas las acusaciones y, como es habitual en el argumentario del equipo de Gobierno, ha incidido en que todo se ha hecho siguiendo los informes técnicos, en este caso del secretario municipal. “Está perfectamente claro que es una cuestión interna de partido”, ha asegurado.
La bronca
Curiosamente el momento más tenso del Pleno se ha vivido con motivo de la intervención final del alcalde. Una vez que los grupos de la oposición ya han hecho uso de la palabra y no tienen posibilidad de réplica, De la Serna acostumbra a cerrar las sesiones con una perorata, que en esta ocasión ha encendido los ánimos del auxiliar de Ganemos, Roberto Mazorra, quien seguía el debate desde el espacio habilitado para el público y que por alusiones ha replicado al regidor municipal.
Tras cerca de diez minutos dedicados a criticar al portavoz socialista por “vivir anclado en la crispación” y a Mantecón por ser un “tránsfuga”, De la Serna hacía alusión a un supuesto acto “violento” contra una concejala sucedido dos días antes. En concreto, cuando Mazorra apareció en la Junta de Portavoces para pedir explicaciones de por qué en esa reunión estaba Yáñez en calidad de representante de Ganemos cuando todavía no se había dado cuenta en el Pleno de la expulsión de Mantecón ni aprobado la reestructuración de las comisiones.
César Díaz, que actuaba como portavoz del PP dado que el alcalde estaba de regreso de su viaje a Colombia donde ha participado en unas jornadas sobre ciudades inteligentes, requirió a Mazorra que abandonase la sala, produciéndose un enfrentamiento entre ambos. Finalmente, el auxiliar de Ganemos se marchó aunque antes se acercó a Yáñez y le dijo que era una “vergüenza” lo que estaba haciendo, según él mismo reconoce.
“Miente una y otra vez. No se cometió ningún delito a menos que esto que estoy haciendo ahora -hablar- sea delito”, ha enfatizado Mazorra desde la tribuna negando rotundamente que hubiera habido cualquier acto de violencia sobre Yáñez.
El portavoz socialista requirió nuevamente la palabra para dejar claro que él no justifica la violencia contra ningún miembro de la Corporación después de que De la Serna, en su monserga, le hubiese recriminado que no hubiera salido en defensa de Yáñez.