Cantabria ha acumulado en los últimos 14 días 1.397 positivos pertenecientes a jóvenes de entre 16 y 32 años, lo que supone el 60% de los casos COVID de la comunidad, un dato que, según el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, hace que se tenga que “reflexionar”.
Y es que la incidencia sigue siendo “alta” y “creciente”, especialmente para el grupo de 20-24 años, que en estas dos semanas ha tenido casi 500 casos nuevos, con una distribución más alta en hombres que en mujeres. El siguiente grupo más afectado es el de 16 a 20 años, con 340 casos, seguido por el que va de los 24 a los 28 años, que presenta 245 positivos y una “clara” diferencia entre varones y mujeres, ya que los primeros poseen 162 casos, y las segundas 83. Por tanto, el grupo menos perjudicado por el coronavirus es el más longevo, es decir, el de 28-32 años, con 150 casos.
Respecto a la hospitalización, Rodríguez ha admitido que está sufriendo un “ligero repunte”, por lo que se ha mostrado “preocupado”, sobre todo porque los hospitalizados son las personas “más vulnerables” al padecer en muchos de los casos patologías previas. Asimismo, ha reconocido que algunos de los enfermos están vacunados, y ha indicado que la edad media de los hospitalizados ha bajado, pero se sitúa entre los 50 y 60 años.
El consejero ha hecho estas declaraciones a preguntas de la prensa y se ha mostrado confiado en que las medidas dirigidas al ocio nocturno, junto a la “responsabilidad” de los ciudadanos, cambien la tendencia, aunque ha apuntado que “no lo puede asegurar” debido a que es “muy complicado” aplicar más restricciones que afecten a las libertades individuales sin el “paraguas” de un estado de alarma: “Estoy seguro que ningún tribunal daría el visto bueno a eso”, ha añadido.
Cuestionado sobre la posibilidad de que Cantabria pida el estado de alarma si no se consigue frenar los contagios, el titular de Sanidad se ha mostrado partidario de antes de llegar a esa opción, de ver “cómo evoluciona”, así como qué es lo que plantea el Consejo Interterritorial porque la situación “afecta a todas las comunidades”.
La Atención Primaria está “muy resentida”
Por otro lado, Rodríguez ha reconocido que la Atención Primaria está “muy resentida” por la “mayor demanda” en los centros de salud, pero no se puede hacer “nada más” que reforzar el servicio con enfermería y “no queda otro remedio” que “soportar” esa carga asistencial hasta que la incidencia baje.
“Es cierto que sí que tienen una sobrecarga de trabajo en el sentido que tienen mucha más demanda y estamos, además, en plena época estival y supone también que hay personas de vacaciones”, ha dicho el socialista.
Precisamente, ha avanzado que en aquellos sitios donde hay mucha demanda presencial “posiblemente” se tengan que plantear pasar la vacunación a otros dispositivos para “facilitar” la atención de las personas que necesiten otra atención sanitaria diferente a la vacunación.