Cantabria registró en 2021 un total de 13 accidentes laborales mortales, la mayor cifra desde los 14 del año 2010 y el mismo número contabilizado en 2017 y 2018, según informa la Secretaría de Salud Laboral de UGT con las estadísticas facilitadas por el Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST).
La misma fuente estadística precisa que en 2021 se registraron en Cantabria un balance total de 6.589 accidentes de trabajo tanto leves, graves como mortales, un 8,9% más (+538) que los 6.051 del año anterior en el quinto año consecutivo en que se supera en la región la barrera de los 6.000 siniestros anuales.
Según la responsable regional de Salud Laboral de UGT, Mónica Calonge, “son unas cifras inasumibles desde todos los puntos de vista que tienen que provocar una reacción inmediata de la Administración y de unos empresarios que cuentan con una buena ley de prevención de riesgos laborales que no cumplen”.
“Lejos de mejorar, empeoramos y siguen incrementándose sin cesar los accidentes laborales en Cantabria desde el año 2014, especialmente los mortales, lo que evidencia el fracaso de una prevención de riesgos laborales claramente olvidada por las instituciones y los empresarios en Cantabria y que está directamente relacionada con la precariedad laboral”, ha sostenido la sindicalista.
Calonge matiza que “un ejemplo claro de que la prevención de riesgos laborales está abandonada y que estamos muy lejos de una cultura preventiva adecuada” son los riesgos psicosociales que, pese a que causan uno de cada tres accidentes laborales mortales en Cantabria, están “desatendidos por completo como si no existieran”.
Calonge ha recordado que UGT viene demandando desde hace años que se refuercen el Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST) y el departamento de salud laboral dependiente de la Consejería de Sanidad para lograr “una adecuada y eficaz vigilancia de la salud de los trabajadores”, además de la implantación de la figura del delegado de prevención territorial para llegar a todas aquellas empresas que no disponen de sus propios delegados en prevención de riesgos laborales.
Síndrome postCOVID
La sindicalista añade que, al margen de los riesgos psicosociales o situaciones de exposición al riesgo biológico que ha provocado la pandemia de la Covid, está el problema de las secuelas que sufren muchos trabajadores que han sido contagiados con el virus, por lo que ha reclamado que se reconozca de manera oficial el síndrome postcovid o covid persistente como enfermedad.
Para Calonge, “las grandes asignaturas pendientes de la prevención de riesgos laborales siguen ahí e incluso algunas van a peor”, y ha reiterado la reivindicación de UGT de que “cada vez es más necesario un mayor reconocimiento de las enfermedades profesionales” y que en Cantabria “se sigue prestando poca o ninguna atención a las consecuencias del contacto con el amianto y el sílice”.
En este sentido, ha recalcado que una de las reivindicaciones de su sindicato para este año será la adopción de medidas para un mayor reconocimiento de las enfermedades profesionales, entre ellas, la implantación del denominado Sistema Centinela que permite a los médicos de atención primaria detectarlas.