Cantabria se moviliza contra las violencias machistas en un 25N envuelto en el 'solo sí es sí' y contra las guerras

Blanca Sáinz

25 de noviembre de 2022 21:13 h

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Cantabria ha vuelto a salir a la calle un 25 de noviembre más para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres. Así, en este primer año sin ninguna restricción por la COVID, los colectivos feministas han vuelto a condenar el machismo en un momento especialmente sensible por la polémica en torno a la ley del 'solo sí es sí', y poniendo también el foco en los conflictos bélicos y desastres climáticos a los que se está enfrentando toda la población mundial.

En esta manifestación convocada por las Asambleas Feministas Abiertas de Cantabria, la Comisión 8 de Marzo y las Percumozas se ha paralizado Santander en un recorrido que ha comenzado en Puertochico a las 19.00 horas y que ha alcanzado la plaza del Ayuntamiento de Santander minutos después. Ahí, miles de personas han exigido el fin de la violencia denunciando los 76 crímenes machistas contabilizados en España en lo que va de año, pero sin olvidar lo que está ocurriendo en otros países como Irán o Afganistán.

Esta convocatoria se produce en un contexto agitado para el movimiento feminista tras la reciente polémica generada en torno a la ley del 'solo sí es sí', que ha provocado que algunos jueces decidan rebajar las condenas con carácter retroactivo a algunos agresores. Esta norma, que fue aprobada en agosto, implica un cambio en el Código Penal para que el consentimiento esté en el centro de la tipificación de los delitos de violencia sexual. Por tanto, desaparece el abuso y, en consecuencia, la necesidad de probar que ha habido violencia o intimidación para calificar el delito como agresión sexual. Ahora, todo acto sin consentimiento será considerado agresión sexual y tendrá que haber, además, juzgados especializados en ello.

No obstante, las acusaciones, principalmente de la derecha y la ultraderecha, contra el Ministerio de Igualdad no han dejado de sucederse durante las últimas semanas y a medida que iban apareciendo nuevas rebajas de condenas, que tendrán que ser resueltas en última instancia por el Tribunal Supremo. En Cantabria el primer caso se conoció hace unos días, cuando la Audiencia ordenó la inmediata excarcelación de un condenado por agresión sexual. Mientras tanto, la Fiscalía ha advertido que revisará las rebajas de penas con “clara prioridad de amparo a las víctimas” e Igualdad ha mantenido su postura de que, pese a las críticas, la norma está bien hecha.

No obstante y alejadas de la polémica, el hilo conductor del manifiesto firmado por las Asambleas Feministas Abiertas de Cantabria ha sido hablar sobre un feminismo que no sea “excluyente”. “Esta violencia machista, patriarcal, de género, lo es también de clase, de raza y de condición social, porque no somos todas iguales ni sufrimos de la misma forma, por eso es tan importante en estos tiempos hablar de ello, de ellas, de todas y cada una de las compañeras que están soportando el mayor peso”, han expresado.

De igual forma, han querido recordar el motivo por el que este día se conmemora la eliminación de la violencia contra las mujeres y han explicado que la reivindicación surgió de las feministas latinoamericanas, quienes quisieron marcar en el calendario la fecha en la que, en 1960, fueron asesinadas tres hermanas en República Dominicana. Asimismo, han reclamado poner el foco en las leyes de extranjería y de asilo para situar en el “centro del debate feminista” las violencias racistas: “En el Estado español hay al menos 500.000 personas migrantes en situación irregular, la mayoría mujeres, sin acceso a derechos fundamentales ni reconocimiento legal o social”, han aseverado antes de presentar la campaña 'Esenciales'.

Esta iniciativa que se encuentran impulsando actualmente tratará de presentar una Iniciativa Legislativa Popular para proceder a la regularización extraordinaria de las personas migrantes que desarrollan trabajos “en condiciones de absoluta explotación, invisibilidad, vulnerabilidad y precariedad”.

Por otro lado, las Asambleas Feministas han recordado todas las guerras que se están sufriendo en el mundo en estos momentos y han reconocido que los conflictos bélicos son “la expresión más brutal del patriarcado y el capitalismo”, y han puesto el foco en la guerra ucraniana pidiendo que se rompa con la “espiral militarista iniciada por Rusia y secundada por la OTAN”. “Las armas perpetúan la guerra, la barbarie y el sufrimiento. Como recordábamos el 8 de marzo, las feministas tenemos un plan, dibujamos otra trayectoria de sociedad posible, con una potencia feminista que atraviesa fronteras y derriba muros”, han destacado antes de pronunciar su discurso final.

“Contra el patriarcado y su violencia, autodefensa feminista. Ni una guerra que nos mate, ni una paz que nos oprima. Derechos para todas, todos los días”, han concluido.

Por su parte, la Comisión 8 de marzo ha preferido dedicar su manifiesto de este año a la lectura de un poema en el que se han puesto palabras a todos los tipos de violencia. Comenzando por las relaciones de pareja, han relatado los motivos que muestran una situación de maltrato: “No es amor si te duele, No es amor si controla, No es amor si te da miedo, No es amor si te hace llorar. No es amor si te amenaza, te insulta, te culpabiliza No es amor si te pega, No eres responsable si estás siendo víctima de maltrato”, han expresado.

El discurso ha continuado con las violencias sexuales en consonancia de la polémica ley del 'solo sí es sí', y han querido dedicar unas palabras a que se trata de una agresión sexual si no hay un 'sí' explícito porque “si no hay un sí, entonces es un no”. También se han referido a la violencia obstétrica, una problemática que está saliendo a la luz recientemente y que les ha servido de impulso para hacer la petición final a las mujeres allí presentes: que no se callen por ellas y por todas las demás. “Hoy y siempre contra las violencias machistas”, han terminado su manifiesto ante un Ayuntamiento teñido de morado y pidiendo con más fuerza que nunca el fin de una lacra que sigue afectando día tras día a la mitad de la población mundial.