Cantabria necesitará 628 plazas residenciales el próximo año 2025, así como 134 en centros residenciales 24 horas y 69 de atención básica en materia de discapacidad. Así lo recoge el estudio de las necesidades y recursos del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia que ha elaborado por el Grupo de Investigación en Economía Pública y la Salud de la Universidad de Cantabria (UC).
La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Begoña Gómez del Río, ha presentado los resultados de este estudio esta mañana en rueda de prensa acompañada por el director general de Dependencia, Atención Sociosanitaria y Soledad no Deseada, Eduardo Rubalcaba.
Según ha detallado la consejera, este estudio se trata de un análisis elaborado para el periodo 2025-2030 que busca proporcionar diversas respuestas del sistema actual de dependencia y bajo una visión “concreta, eficiente y equitativa” de la distribución de los recursos en la región, de cara a “anticiparnos” y prestar una “mejor atención a la población actual en situación de dependencia, donde y cuando la precisen, y a la población estimada que esperamos para los próximos años”.
“Sin duda, este estudio es un instrumento fundamental para realizar una adecuada planificación, una gestión ordenada y ajustada a las necesidades reales, y alejarnos de cualquier tipo de improvisación y de ocurrencias”, ha asegurado la consejera.
Gómez del Río ha señalado que en las conclusiones del estudio influirán varias medidas adoptadas por el Gobierno, como la propia implantación de la libre elección de centro, el fomento de la Prestación Vinculada al Servicio, la reciente ampliación de la cartera de servicios y prestaciones, en mayo de 2024, la ejecución de actuaciones enmarcadas dentro del Plan de Soledad no Deseada, los conciertos formalizados este año o la futura implantación de la tele-asistencia avanzada.
La consejera ha asegurado que el estudio arroja “una tendencia clara que nos lleva a que hemos de aumentar las plazas residenciales” tanto para mayores como para personas con discapacidad.
En concreto, ha detallado que el número de plazas residenciales que se precisarán en 2025 será de 628 y el mayor aumento de demanda se producirá en el área 1, Santander, y en el área 2, Laredo, seguidas de la de Torrevalega.
Al respecto, la consejera ha recordado que recientemente se ha inaugurado un centro residencial para personas mayores en Solares, con 98 plazas, y que otras dos están en construcción en Santander y Marina de Cudeyo con 207 plazas, por lo que este área contará con 305 plazas.
Por otra parte, también se ha referido a que en el área de Torrevalega, en concreto en Puente San Miguel, se cuenta con una autorización previa para un proyecto residencial que contará con 64 plazas. Con todas ellas, para los próximos meses supondrían la incorporación de un total de 369 nuevas plazas al sistema.
En cuanto a centros ocupacionales, rehabilitación psicosocial y centros de día, se plantea un escenario en que las áreas que cuentan con todos los recursos mantienen su nivel de cobertura, ya que el incremento de la demanda no supera el de las plazas vacantes concertadas.
Además de esto, la consejera ha destacado que el próximo año estará listo el Plan Director de Usos del Complejo de Parayas, que definirá el proyecto asistencial y la tipología de centros y recursos para albergar allí.
Unos recursos, ha añadido la consejera, que deberán responder a las necesidades sociales de Cantabria y ha avanzado que se precisa un centro residencial de atención a la dependencia en esa área, recursos para atender el daño cerebral adquirido o para dar respuesta a las necesidades de las personas con discapacidad física e intelectual.
Datos del estudio de necesidades
La consejera ha detallado otras estimaciones de necesidades que contempla el estudio. Así, en el caso de los centros de día, Cantabria cubre “holgadamente” la demanda para 2025, puesto que para el año que viene necesitará 94 plazas y, a fecha actual, hay disponibles 231 plazas concertadas vacantes. “Eso supone que, en todas las Áreas, hay plazas suficientes para satisfacer la demanda de cuidados”, ha resaltado la consejera.
Además, los recursos destinados específicamente a la discapacidad presentan una “situación similar”, ya que en los centros de rehabilitación psicosocial se estima una necesidad de 10 plazas para el año que viene y actualmente hay 73 plazas concertadas disponibles.
Por último, en los centros ocupacionales la valoración de necesidad de plazas es de 18 y actualmente hay 81 plazas concertadas disponibles.
En cuanto a centros de día para personas con discapacidad, la proyección de necesidades es de 16 plazas y hay 64 vacantes; mientras que para centros residenciales 24 horas, el estudio proyecta una necesidad de 134 plazas para el próximo año y, en Cantabria, hay un total de 23 vacantes.
Planificación y gestión
Por otra parte, Gómez del Río se ha comprometido a “dejar en el pasado las políticas de improvisación y las ocurrencias” y trabajar con “planificación, rigor, gestión eficaz y respetando siempre la voluntad de las personas”.
En este sentido, ha recordado que se llevarán a cabo proyectos de legislatura como el de Parayas y se apostará por la coordinación sociosanitaria y, todo ello, con apoyo presupuestario.
Según la consejera, para este Gobierno “las personas son más importantes que los números” y, por eso, “vamos adoptar medidas estructurales que se enmarquen en una planificación estratégica, con una gestión transparente y eficiente, apoyada con presupuesto, con la colaboración de las entidades del sector y, por supuesto, de los profesionales”.
Por último, Gómez del Río ha recordado que la demanda del sistema de la autonomía y atención a la dependencia es cada vez mayor, puesto que “en Cantabria tenemos una población cada vez más envejecida, lo que incrementa significativamente la necesidad de recursos”. “La demanda y el coste de los servicios aumenta, pero no así la financiación del Gobierno del Estado”, ha comentado.
La consejera ha aprovechado también para reconocer a todos los profesionales del sector por “entregar lo mejor de sí mismos para cuidar a los mayores y las personas con discapacidad” y a las distintas entidades “tan necesarias para el buen funcionamiento del sistema para la autonomía y atención a la dependencia”.