El avance del coronavirus en Cantabria sigue al alza de forma preocupante, sobre todo de cara a un fin de semana marcado por el cierre del ocio nocturno. Este pasado miércoles la comunidad autónoma registró un total de 219 casos nuevos, seis menos que el día anterior, pero la hospitalización sigue una línea ascendente, así como la tasa de incidencia a 14 días, que roza casi los 400 puntos, cuando el lunes se situaba en 341 casos por cada 100.000 habitantes.
La tasa de incidencia a siete días tampoco deja vislumbrar una mejoría para las próximas jornadas: ha crecido en 11 puntos frente al día anterior, situándose en 256 puntos. En total son 1.491 los cántabros infectados por COVID-19 en los últimos siete días, y crece aún más si se pone la vista en las últimas dos semanas, con 2.301 casos positivos.
Este crecimiento de los nuevos contagios, con más de dos centenares a diario, empieza a tener mayores repercusiones en los hospitales de Cantabria. El número de pacientes que han requerido una cama hospitalaria respecto al martes ha crecido en 5 personas, situándose en los 48 pacientes, un 3,9% de la ocupación total, casi medio punto más que la jornada anterior. Preocupa sobre todo la presión en la UCI, que pasa de 3 casos a 5 este miércoles, subiendo la tasa de ocupación hasta el 5,4% (frente al 3,2% del martes).
Todos los focos se ponen ahora sobre la vacunación, que se estanca manteniendo el mismo porcentaje que el día anterior, con un 58,4% de población vacunada con una dosis de la vacuna. Por su parte, el porcentaje de inmunizados se estanca en el 41,8%, con 257.936 personas con la pauta completa.
Asimismo, la vacunación en el grupo de población de 50 a 59 años se acerca cada vez más a su fin, con un 80,7% de vacunados con las dos dosis, por lo que la campaña se dirige ahora al grupo de 40 a 49, que cuenta con 68,2% de vacunados, pero 37,5% de inmunizados. Así, Cantabria se ralentiza frente a otras comunidades que ya han comenzado a vacunar a la población de 30 a 39 años e incluso en franjas más jóvenes.