El inicio del curso escolar de Cantabria, fijado para este jueves 8 de septiembre, no será normal ni estará exento de incidencias. Y esta vez no será achacable al coronavirus, sino a la caótica gestión por parte de la Consejería de Educación de la adjudicación de plazas a interinos, que ha provocado que medio millar de docentes no conozcan el centro en el que ejercerán este año a escasas horas de encontrarse con su alumnado en las aulas.
Y es que deberían haber empezado a trabajar este miércoles, todavía sin alumnos, para tomar contacto con su nuevo puesto, compañeros y equipo directivo, así como organizar el arranque de las clases. No obstante, el documento con la resolución de las plazas, que debería haberse publicado el martes, se retrasó hasta el punto de que a medianoche, el departamento que dirige Marina Lombó (PRC) anunció que “por motivos técnicos” saldría al día siguiente.
“Esto es tan grave que no ha pasado nunca en la historia de la educación en Cantabria, ni con los gestores políticos del PP que dirigieron esta Consejería, ni con los anteriores del PSOE”, aseguran los sindicatos que conforman la Junta de Personal Docente, que ha convocado una concentración de protesta frente a la Consejería para este jueves a las 18.00 horas.
Esta ha sido la gota que ha colmado el vaso de un verano aciago en lo que a adjudicación de plazas se refiere, ya que la Administración tuvo que recular en agosto tras la publicación de las listas para funcionarios en prácticas y que rectificar en la publicación de la primera de las adjudicaciones de vacantes, que afectaban a 2.800 docentes, a finales del citado mes y a tan solo una semana de que se incorporaran al trabajo.
“El problema es tan voluminoso que afecta a profesores, a alumnado, a familias y a equipos directivos”, subraya Conchi Sánchez, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO a este periódico, quien incide en que la organización de los centros se va a ver condicionada y en que el resto de profesores, los funcionarios de carrera, se van a ver sobrecargados. Y es que según ha detallado, hay colegios, sobre todo los rurales y de zonas despobladas, a los que les faltan hasta tres maestros, que puede ser la mitad de la plantilla al ser pequeños, porque vienen de otros municipios o incluso de fuera de la comunidad y no han tenido suficiente margen para organizarse e instalarse allí.
“Si los equipos directivos no tienen personal que cubra sus horas de docencia no pueden centrarse en la labor organizativa, que tan importante es al comienzo del curso”, lamenta. “Ya hay que poner pie en pared porque esto es insostenible”, recalca la portavoz de CCOO, tras añadir que el “caos” con el paso del tiempo “va a más”. Así, ha pedido el cese fulminante de Javier Gutiérrez, director general de Personal de la Consejería y “máxime responsable” de esta situación. “No nos creemos la justificación del problema técnico, creemos que hay falta de coordinación y liderazgo”, señala, poniendo el foco el la titular del departamento, Marina Lombó.
“Respeto docente”
Por todo ello, la Junta de Personal Docente, integrada por CCOO, UGT, ANPE, STEC, TU y CSIF, ha convocado la citada concentración frente a la Consejería para exigir “respeto docente” y ha solicitado una reunión con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.
“Desde UGT llevamos denunciando todo el curso irregularidades y errores graves en el concurso de traslados, en las comisiones de servicio, en la solicitud de oposiciones o en los listados de interinidad y ahora también en una adjudicación de vacantes que reafirma la nefasta gestión que se ha venido realizando”, afirma el sindicato en un comunicado. “Lo malo es que en esta Administración educativa no existe la más mínima autocrítica, simplemente minimizan la importancia de sus errores, demostrando una falta de empatía y de respeto a los docentes que es inaceptable desde todos los puntos de vista y fuerza a depurar responsabilidades, bien con dimisiones o con destituciones”, señalan desde UGT.
Por su parte, desde el STEC recalcan que llevan muchos años “luchando contra las privatizaciones” en la educación (informática, limpieza, PROA que ahora es PREC, TSEIs, comedores, transporte...) que “precarizan el servicio y las condiciones de los trabajadores, exigiendo una gestión pública directa por el Servicio de Recursos Humanos, que igualmente venimos años reclamando que necesita más recursos humanos y técnicos”. “El tiempo ha evidenciado que teníamos razón, pero ahora tenemos que exigir, además de las pertinentes responsabilidades, un compromiso de cambio para que no vuelva a repetirse este maltrato al personal docente interino de Cantabria”, subraya el sindicato.