Más de un centenar de hosteleros cántabros vuelven a protestar contra las restricciones y exigen ayudas directas: “Todo el sector está tocado”

Minutos antes de que la directora general de Salud Pública, Paloma Navas, anunciara que Cantabria prorroga otros 14 días más el cierre del interior de los locales de hostelería y restauración, más de un centenar de representantes de este colectivo se ha vuelto a concentrar frente a la sede del Gobierno autonómico reclamando poder abrir al 50% desde este sábado y más ayudas directas para “salvar” al sector.

Provistos de pancartas en las que se han podido leer mensajes como 'No somos el problema, sino parte de la solución' o 'No nos dejéis morir' e incluso con un féretro como símbolo de la situación crítica que atraviesa el colectivo, han hecho sonar silbatos y bocinas de forma atronadora en Peña Herbosa para hacerse notar y manifestar su descontento con la gestión del Ejecutivo.

Descontento que ha puesto sobre relieve el presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria, Ángel Cuevas, a través de un manifiesto que ha leído para la prensa y para todos los presentes en la concentración. En él, Cuevas ha criticado que mientras las comunidades vecinas, que llevaban semanas con la hostelería completamente cerrada, han optado ahora por abrir también los interiores, en Cantabria siguen cerrados pese a que los centros comerciales están abiertos. “Que yo sepa el virus no es selectivo”, ha apuntado.

Además, el representante de la patronal de hostelería de Cantabria ha reclamado más ayudas directas, concretamente 18 millones, y ha denunciado que en la primera partida de las subvenciones para hostelería, de 12 millones de euros, el Gobierno puso “tantas chinchetas” que lo que se ha gastado “no llega a la mitad”. Y en cuanto a la segunda subvención de 12,5 millones de euros, dirigida a toda la cadena turística, ha lamentado que el sector desconoce cuál es la partida que les corresponde dos semanas después de su anuncio.

“Pedimos que no nos pongan tantas chinchetas para que las subvenciones sean fáciles”, ha subrayado Cuevas, que insiste en que “toda la hostelería está tocada” y pide que les “dejen” trabajar porque “los 6.800 negocios de Cantabria necesitan ayuda”. “Todos necesitamos las ayudas y, en mayor escala, el ocio nocturno”, ha subrayado.

Preguntado por los negocios que han cerrado durante el año, el presidente de los hosteleros cree que “seguramente va a aumentar la previsión que realizaron durante la primera ola de la pandemia” en la que alertaban de que “uno de cada cuatro se iba a quedar en el camino” y ha añadido que “están cerrando negocios de segunda y tercera generación”.

Y es que Cuevas ha recordado que la Navidad representa un 15 o un 20 por ciento de la facturación del año del sector de la hostelería y por eso necesitan este “empujón”, para poder “llegar” a Semana Santa. Un sector, ha añadido, que aporta más de un 12 por ciento del PIB de la comunidad. “La mayor parte de Cantabria vive directa o indirectamente de la hostelería. No tenemos más formas de decírselo”, ha sentenciado.

Apertura “por razones de trabajo”

Por otro lado, Cuevas ha anunciado que la próxima semana, concretamente el lunes o el martes, darán a conocer los resultados del estudio que está realizando el departamento jurídico de la Asociación de Hostelería sobre la cobertura legal para efectuar una posible recomendación a sus socios sobre la viabilidad de abrir el interior de sus negocios para dar almuerzos, desayunos o cenas a clientes “por razones de trabajo”.

El colectivo señaló en un comunicado esta semana que está barajando esa posibilidad aprovechando la polémica surgida por la reunión de trabajo del ministro Illa con miembros del Gobierno regional en la Filmoteca en la que se contrató un servicio de catering.

“Nuestros servicios jurídicos están trabajando en ello y nosotros no descartamos efectivamente hacerlo así, visto la vergüenza que fue lo que pasó en la filmoteca, incumpliendo muchísimas cosas”, ha adelantado Cuevas.

Y es que tal y como ha apuntado, “un sitio cultural no puede dar comidas, según indica la página web de la Filmoteca”, y “hubo 11 personas en el interior”, lo que considera una “vergüenza” hacia su sector, dado que hay “7.000 empresarios arruinándose”.