Cristóbal Palacio ha solicitado su baja como afiliado de Vox y en los próximos días se dará de baja también del Grupo Parlamentario en Cantabria, pero no renunciará a su acta, por lo que seguirá en la Cámara regional, pero como diputado independiente y no adscrito a ningún partido, después de considerar que el hasta ahora suyo ya no “cuenta” con él.
Así lo ha informado el propio Palacio este viernes en una comunicado remitido a los medios en la que explica que tras seis años representando y defendido las ideas del partido que lidera Santiago Abascal “con lealtad”, ha decidido romper con la formación al considerar “injusta, en el fondo y en la forma”, la sanción que le han “pretendido imponer” desde la dirección nacional, de dos años de suspensión de militancia, por presunta negligencia en sus labores en el Legislativo autonómico, cuando él considera que ha “defendido, infructuosamente, un Vox útil a la sociedad cántabra”.
Sobre la sanción, entiende que es injusta “en la forma porque conculca todas las garantías jurídicas de un procedimiento sancionador; y en el fondo, porque tacha de negligente una actividad política de la que estoy, creo, legítimamente orgulloso”, argumenta Palacio, abogado de profesión, en el escrito, en el que indica que a partir de ahora seguirá colaborando y sirviendo a la sociedad para lograr una Cantabria “mejor”.
Y lo hará, como apunta, expresando “con libertad” sus ideas y “desde la independencia que proporciona ser un parlamentario no adscrito a ningún partido político, siempre por España”. El letrado y político ha explicado que ha optado por abandonar Vox y el grupo parlamentario, poniendo así “fin a uno de los periodos más emocionantes y enriquecedores de mi vida profesional”, por la sanción impuesta.
En el comunicado enviado a la prensa, Palacio señala que recurrió la sanción de la dirección nacional de su hasta ahora partido, pero desde que ese paso no ha “notado en Vox voluntad de rectificación”.
“Por coherencia personal, un político no puede representar a un partido que lo sanciona por conductas impropias. Aunque durante los últimos meses reflexionaba sobre mi salida de Vox, no esperaba este final ni que fuera tan triste. Creo que toda persona debe saber cuándo el empeño es imposible”, expresa Palacio.
Considera así que debe “asumir ya” que sus ideas y las que “ahora defiende Vox no son coincidentes” y que no solo les separa eso, sino que “la forma de entender la política también es distinta”. “Al margen de su injusticia, la sanción pone de manifiesto que el partido al que he dedicado los últimos años de mi vida ya no cuenta conmigo”, ha lamentado.
Errores cometidos
Cristóbal Palacio asume que los “errores que pueda haber cometido” son de él, pero destaca también que “los éxitos han sido posibles gracias al trabajo entusiasta del grupo de amigos que me ha brindado su apoyo y trabajo durante estos años”, y a los que agradece “tantas alegrías compartidas, tanta ilusión y por creer que otra política era posible”.
Extiende ese agradecimiento a todos los cántabros a los que ha representado, en especial a sus votantes, y a aquellos que se han implicado en un trabajo “honesto”: “Sin su complicidad no hubiera sido lo mismo”.
Por todo eso, el parlamentario no renuncia a su “compromiso público” con los ciudadanos de la región, más cuando entiende que “la respuesta a la política actual” pasa por “más sociedad civil, más individuos con espíritu crítico y capacidad para asumir compromisos, de debatir y de luchar por una sociedad más justa y próspera”.
En el comunicado, Palacio, que también fue diputado regional de Vox la pasada legislatura, se ha mostrado “muy orgulloso” del trabajo realizado por el grupo parlamentario esos cuatro años, en los que -ha dicho- “dimos respuesta a las necesidades de la sociedad cántabra y propiciamos un cambio político que sin Vox no se hubiera producido”
“Dimos voz a los pueblos de Cantabria, recorrimos cada rincón y facilitamos que la Cantabria olvidada marcara el debate político. También defendimos con firmeza la democracia liberal, buscando fortalecer sus equilibrios y controles, una gestión pública transparente, bajadas de impuestos y profesionalización de la administración y las sociedades públicas”, ha señalado.