Una jornada maratoniana de negociaciones, con intervención incluida de la cúpula del Gobierno de Cantabria en la propia planta de SEG Automotive, ha concluido con un preacuerdo entre la dirección y el comité de empresa de la fábrica de Treto, cuya plantilla está en huelga indefinida desde el pasado lunes por la amenaza de despidos masivos y bajadas de sueldo generalizadas que propuso la compañía de origen chino. Ahora está previsto que sean los trabajadores, a través de un referéndum que se celebrará este mismo sábado, los que decidan si aceptan o no las nuevas condiciones alcanzadas y si desconvocan la huelga que ha paralizado por completo la actividad productiva.
Según ha podido confirmar elDiario.es, el comité de empresa someterá el preacuerdo a votación en una asamblea de trabajadores que ha convocado entre las 8.00 y las 13.00 horas. En caso de que el resultado sea positivo, se pondrá fin a la protesta que los representantes de la plantilla convocaron como contestación a un plan de reestructuración que implicaba hasta 275 despidos y un recorte de salarios que rondaba el 20%.
La reunión de este viernes se ha celebrado durante prácticamente toda la jornada en la fábrica de Treto y ha sucedido al largo encuentro que mantuvieron el día anterior en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ORECLA), que se cerró sin avenencia. A las negociaciones de esta tarde han asistido el presidente y el vicepresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y Pablo Zuloaga, respectivamente, así como el consejero de Industria, Francisco Javier López Marcano.
En el caso de Zuloaga, a la salida de este encuentro ha parado a hablar con los trabajadores concentrados a las puertas de la fábrica y ha trasladado sus impresiones. Además, el vicepresidente ha mostrado el “apoyo total” del Gobierno de Cantabria a la plantilla de SEG Automotive y ha ofrecido su colaboración y disposición “absoluta” para intervenir en aquellos momentos que pueda ser útil para desencallar la situación que atraviesan, entre otros motivos, por el delicado momento que vive la industria automovilística, muy afectada por la pandemia.
El también secretario general de los socialistas cántabros ha explicado que el presidente autonómica mantendrá una conversación en los próximos días con la vicepresidenta segunda del Gobierno de España y ministra de Economía, Nadia Calviño, para trasladarle la situación y buscar alternativas que permitan a SEG Automotive acceder a ayudas públicas, como las derivadas de los fondos europeos de recuperación, principalmente a través de la fabricación de componentes para vehículos híbridos, en la línea de la transición verde que potencia la Unión Europea.
El preacuerdo
Según ha confirmado el presidente del comité de empresa, Moisés Huerta, en el preacuerdo que se ha alcanzado con la dirección se recoge el compromiso de “mantener los puestos de trabajo” y no aplicar una bajada salarial siempre y cuando la plantilla aceptase una congelación de las nóminas hasta 2025.
De forma paralela, se facilitaría la salida de trabajadores con prejubilaciones a partir de los 58 años y también de forma voluntaria en base a los compromisos del acuerdo de garantías (Stage), pactados tras la venta de la división de la multinacional Robert Bosch a la compañía china ZMJ en 2018 y que dio origen a SEG Automotive, prosiguiendo la actividad en la producción de alternadores y motores de arranque para vehículos de última generación.
También se evitaría una externalización de la mano de obra en cualquier proceso productivo asumiendo que el salario de las nuevas contrataciones quedará sujeto al convenio colectivo sectorial. Los empleados, asimismo, deberían acatar la posibilidad de una movilidad funcional interna sujeta a reforzar departamentos que precisen de más personal durante un tiempo.