Ecologistas en Acción (EA) ha presentado en la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU) legaciones a la construcción del embarcadero en la ría de Cubas en relación con el interés general de la obra, el destino final del proyecto, los valores ambientales afectados y los impactos que supondría su realización, con el fin de que este proyecto sea finalmente suspendido.
El 13 de marzo, la Consejería de Turismo anunció el inicio de la construcción del nuevo embarcadero en el río Miera, un espacio protegido bajo la figura de Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000, donde además se pretende urbanizar la ribera anexa para ubicar un aparcamiento.
Posteriormente se anunció que el Ayuntamiento de Ribamontán al Monte, impulsor de esta iniciativa, modificaba el proyecto para incluir iluminación en el embarcadero y su entorno.
Según EA, el proyecto presenta “contradicciones” en cuanto a la superficie que se pretende ocupar, parcelas ocupadas y titularidad de las mismas, situadas dentro del Dominio Marítimo-Terrestre, sobre Suelo no Urbanizable de Protección, y protegido por el Plan de Ordenación del Litoral, bajo la figura de Protección Costera.
Las alegaciones presentadas por EA a la CROTU se sustentan sobre diferentes Directivas Europeas, el Catálogo de Especies Amenazadas, así como diversa legislación nacional y regional.
Critican especialmente las manifestaciones de representantes públicos intentando poner de manifiesto la consideración de actuación “respetuosa” con la Zona de Especial Conservación y que se regirá por los principios del turismo sostenible, puesto que, según los ecologistas, “ni siquiera se tiene constancia de la existencia de ningún informe de evaluación del impacto que pueda dar consistencia y credibilidad a esta afirmación”.
En su opinión, se generarán muchas afecciones con las obras de construcción de las nuevas infraestructuras, con la presencia posterior de usuarios de servicios náuticos, las propias embarcaciones, la iluminación y la realización de una pasarela.
En la zona también se han datado más de 30 especies de avifauna amparadas por la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, algunas catalogadas como vulnerables e incluso en peligro de extinción, como el avetoro y el escribano palustre.
La actuación se pretende en una zona en la que se encuentra el águila pescadora, que actualmente ha justificado el inicio del proceso de elaboración y aprobación de su propio Plan de Gestión (BOC 10/11/2020) y, según EA, la construcción de este embarcadero propiciará la presencia en la zona de embarcaciones a motor, contribuyendo a alterar y degradar los valores ambientales que justificaron su protección.
Igualmente se han catalogado en la zona ocho especies de quirópteros considerados “estrictamente protegidos” por el Convenio de Berna, al que España está adherido.
Ecologistas en Acción Cantabria ha criticado la pretensión de justificar esta actuación con el amparo de “interés público”, puesto que, a su juicio, “no obedece a tal fin, pero si a posibles intereses muy concreto y particulares”. También ha rechazado la construcción del embarcadero por el impacto ambiental que ocasionaría sobre este espacio protegido y los valores ambientales que contiene, entre los que se encuentran especies en peligro de extinción.