Ecologistas en Acción Cantabria (EAC) ha presentado un documento de alegaciones a la ubicación de la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) en Cortiguera, por la sentencia de derribo de la actual de Vuelta Ostrera, ya que considera que sería “un gravísimo error” elegir este emplazamiento por el deterioro ambiental que supondría para la zona, por su afectación social --incluida la actividad hostelera-- y porque no está “exenta de riesgos”, como deslizamientos del terreno.
En estas alegaciones, dirigidas a la Confederación Hidrográfica y a la Dirección General del Agua y presentadas el 13 de mayo, EAC se reafirma en los argumentos ya expuestos en sus alegaciones de 2018 sobre el estudio de las posibles ubicaciones y de 2019, a la adenda donde se elegía la Isla de Solvay.
Según los ecologistas, la ubicación de la EDAR en Cortiguera representa un “gravísimo error” porque supone un “grave deterioro a un espacio con importantes valores ambientales”, tanto en especies de flora como de fauna, y anexo a la marisma de La Junquera con una “excepcional” riqueza ornitológica, además de ser “una de las ubicaciones con mayor impacto visual en un lugar de gran valor paisajistico”.
Además, el colectivo ha advertido que la construcción en ese lugar “no está exenta de riesgos, como avisan los técnicos”, con posibles deslizamientos por inestabilidad de la ladera, así como dificultades en la cimentación. La depuradora estaría dentro del espacio de Servidumbre de Protección, afectada por la Ley de Costas y por el Plan de Ordenación del Litoral.
Representa también una “afección de tipo social” por la cercanía a las viviendas de Cortiguera, afectando al espacio donde se está recuperando la tradición vitivinícola de la zona y “lesionado” a la hostelería, teniendo en cuenta que más de la mitad de la población activa del municipio se dedica al sector terciario.
“No es lógico ubicar la depuradora en un lugar con tantas afecciones disponiendo de terrenos industriales en claro deterioro, necesitados de una urgente limpieza y regeneración, como es la Isla de Solvay, elegida como ubicación en 2019 y posteriormente descartada, situación que las administraciones han de abordar con urgencia, dentro de sus responsabilidades”, ha subrayado EAC.
Los ecologistas solicitan de forma argumentada modificar la estrategia de depuración, instalando depuradoras de lagunaje por fitodepuración en las cabeceras de cuenca para núcleos de población de hasta 2.000 habitantes, vertiendo el efluente depurado en los cauces fluviales para mantener los caudales ecológicos, mitigando los efectos del cambio climático y siguiendo las directrices de la Unión Europea sobre la Economía Circular.
Por todo ello, reclaman descentralizar los procesos en la nueva EDAR, “racionalizando” los 82 kilómetros de colectores y las 12 estaciones de bombeo, y dotarla de un tratamiento terciario que haga posible el vertido a ría “con todas las garantías”, como se produce en la actualidad.
Igualmente pide desistir de la construcción del emisario submarino “con una elevada inversión de unos 30 millones de euros, además de su mantenimiento”, que verterá a tres kilómetros de la costa frente a la playa de Los Locos, lo que pondría “en riesgo ”esta zona declarada reserva de Surf y el resto de los arenales situados al este del futuro vertido.
“Esperamos que no se cometan los errores del pasado y que las administraciones central y autonómica protejan los valores ambientales de la ría San Martín, como es su obligación y la ciudadanía demanda”, ha concluido.