La escritora Concha Espina se ha convertido este sábado en la nueva ilustre de la ciudad con placa propia tras su descubrimiento en la casa que le vio nacer. Hasta allí se han desplazado la alcaldesa, Gema Igual, la concejala de Turismo, Miriam Díaz, y familiares de la autora, para homenajear a la escritora nacida en Santander en 1869 y fallecida en Madrid en 1955.
Con la instalada este sábado, son 14 las leyendas que el Ayuntamiento de la ciudad descubre dentro de este nuevo recurso turístico, que cuenta ya con las dedicadas a José María de Pereda, Augusto González Linares, Luis Quintanilla Isasi, Marcelino Sanz de Sautuola, Gerardo Diego, José Hierro, María Blanchard, Sor Ramona Ormazábal, Ataúlfo Argenta, Sixto Córdoba, Leonora Carrington, Manuel Arce y Mario Camus.
“Concha Espina fue una mujer con una vida extraordinaria que supo imponerse con su talento a los hombres en unos tiempos muy complicados para ello y que ha dejado una impronta imborrable en la literatura española”, ha destacado la regidora, que también ha puesto de manifiesto la relevancia de una escritora que llegó a ser candidata al Premio Nobel hasta en tres ocasiones.
Igual ha recordado que Santander reconoció el talento y la importancia de la figura de la autora, y erigió una estatua con su imagen en los Jardines de Pereda. Se trata de una fuente que la ciudad levantó en su honor, realizada por el escultor Victorio Macho, y que inauguró el rey Alfonso XIII en 1927.
Asimismo, ha indicado que con esta placa el Ayuntamiento de quiere contribuir a difundir la obra y la vida de Concha Espina “para que las nuevas generaciones tengan siempre muy presente su ejemplo como escritora y como mujer”. Además, ha señalado la relevancia de Concha Espina dentro de esta ruta de ilustres, un nuevo recurso turístico y cultural para recorrer Santander siguiendo los pasos de las relevantes personalidades que dejaron su impronta en la ciudad.
Por su parte, la nieta de Concha Espina, Paloma Sainz de la Maza, ha agradecido el homenaje de la ciudad a su abuela y la ha recordado como una mujer “maravillosa” con la que vivió 21 años de su vida y para la que ejerció de “lazarillo” en muchos momentos tras quedarse ciega durante la guerra.
Una vez se instalan las placas, desde la Concejalía de Turismo se realizan folletos explicativos con una pequeña biográfica de cada personalidad y se incluye un apartado específico en la web de turismo donde se puede ampliar la información de cada uno de ellos, así como su trayectoria profesional y un mapa completo con los puntos de la ruta.
Concha Espina
Concha Espina es la primera mujer española que puedo vivir de su trabajo como escritora profesional gracias a su decisión de trasladarse a Madrid para comenzar su carrera con el propósito inicial de “sostener su hogar con modesto decoro”, pretensión que la convertiría en una escritora de fama universal reconocida por la calidad de su narrativa, por los temas de sus novelas --casi siempre protagonizadas por mujeres-- y por la riqueza idiomática de sus obras.
La casa familiar de Concha Espina se encontraba en la calle Méndez Núñez de Santander, en el castizo barrio de Sotileza. A los trece años su familia se trasladó a Mazcuerras, al domicilio de la abuela paterna. Allí comenzó a escribir cuentos y poemas y su primera novela, 'La niña de Luzmela', en 1909. A partir de ahí, inició una prolífica trayectoria literaria con más de cuarenta obras, la mayoría novelas, entre las que se sobresalen títulos como 'La esfinge maragata', 'La rosa de los vientos' y 'Altar mayor', con la que ganó el Premio Nacional de Literatura en 1927.
También es autora de numerosas recopilaciones de relatos cortos, teatro, traducciones, libros de viajes, poesía, y una extensa obra periodística publicada en los periódicos nacionales más influyentes de la época. Por otro lado, destaca el parentesco político que la une a la famosa pintora santanderina María Gutiérrez-Cueto Blanchard, más conocida como María Blanchard, prima de su marido y con quien compartió una gran amistad, y de la que este año se conmemora el 90 aniversario de su fallecimiento con numerosas actividades programadas desde el Ayuntamiento de Santander.