La Consejería de Fomento ha instalado una malla protectora de 30 metros de longitud a los pies de la Peña La Berzosa, en la localidad de Mortesante (Miera), que ha supuesto una inversión cercana a los 40.000 euros y que evitará que un posible desprendimiento afecte a una vivienda cercana, a la carretera municipal y a la carretera autonómica CA-260.
A finales del pasado año una roca de grandes dimensiones rodó cerca de esta vivienda provocando la inquietud de las personas que la habitan. Entonces, el consejero de Fomento, Roberto Media, tras comprobar la amenaza que supuso, decidió emprender los trámites para poner solución al problema, que fue colocar una pantalla dinámica de protección contra desprendimientos de 30 metros de longitud entre el talud calcáreo, la carretera local y la vivienda amenazada.
Este miércoles, Media ha comprobado la instalación y ha manifestado que, si fuera necesario prolongar la longitud de la protección, se hará, ha informado el Gobierno en un comunicado.
En este sentido, la dueña de la vivienda afectada, Yolanda María Cobo, ha destacado la rapidez con la que ha actuado la Consejería de Fomento, ha agradecido al consejero la actuación que ve “perfecta” si bien desearía para mayor tranquilidad que la malla se extienda a toda la peña.
El consejero, que ha estado acompañado en la visita por el subdirector de Obras Públicas, Javier Largo, ha destacado la importancia de la seguridad, ante todo. “Entiendo que vivir debajo de un problema de estas características provoca continuos sobresaltos cada vez que se escuchan ruidos extraños”, ha dicho, sobre todo teniendo en cuenta que hace años ya se desprendió una roca aún mayor que quedó cerca de la vivienda, lo que le ha confirmado el peligro que supone.
Media ha matizado que, aunque la carretera amenazada por los desprendimientos es municipal, se corre el riesgo de que las rocas puedan llegar a la CA-260, situada más abajo, que se dirige a San Roque de Riomiera, y que es de competencia autonómica.
El alcalde de Miera, José Miguel Crespo, ha informado que el Ayuntamiento está intentando que se prohíba la escalada en este farallón de roca caliza cuyas paredes verticales son muy atractivas para la práctica de esta modalidad deportiva.
La solicitud de prohibición viene respalda por la Federación Cántabra de Montaña y Escalada, que asume el riesgo de que la práctica deportiva pudiera afectar a la seguridad de los vecinos provocando desprendimientos.