El 2 de junio comenzó una huelga laboral en el sector siderometalúrgico cántabro que ya supera las dos semanas. Tras una decena de reuniones tensas e infructuosas, el conflicto entre sindicatos y patronal se ha enquistado con acusaciones cruzadas de falta de voluntad negociadora, mientras las protestas, los piquetes y las manifestaciones de trabajadores se suceden a diario reclamando un convenio laboral digno.
Los encuentros celebrados en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ORECLA) no han dado sus frutos hasta el momento -ni siquiera con presencia del Gobierno autonómico- y la crispación va en aumento según van sumándose días a la huelga del metal. Los más de 20.000 trabajadores afectados por el convenio objeto de la negociación han secundado el paro indefinido en un 95%, llevando a cabo dos concentraciones multitudinarias en señal de protesta, la última este miércoles, frente a la Consejería de Industria por lo mañana y por las calles del centro de Santander por la tarde.
Los sindicatos CCOO, UGT y USO y la patronal Pymetal se vuelven a ver las caras este jueves para tratar de sentar las bases de un principio de acuerdo que ponga fin a esta huelga que trae de cabeza no solo al propio sector, sino a toda la economía de Cantabria.
Desde elDiario.es se ha elaborado esta guía para responder a algunas de las preguntas más importantes para entender el conflicto.
¿Qué está ocurriendo?
Los trabajadores del sector siderometalúrgico están pidiendo negociar un nuevo convenio colectivo que lleva un año y medio vencido. Al no haber acuerdo con Pymetal, han convocado una huelga que ya se ha alargado hasta las casi dos semanas.
¿Qué piden los trabajadores y cuántos están afectados?
Hay más de 20.000 trabajadores en Cantabria dedicados a este sector de los que, según los sindicatos, están secundando la huelga el 95%.
Sus peticiones son varias: que no desaparezca el contrato de relevo, ni el plus de distancia ni el cobro de los atrasos, del que piden que se tome como referencia el Índice de Precios al Consumidor (IPC) real de cada ejercicio. Además piden una revisión salarial, que es el asunto que más polémica está generando. Los trabajadores proponen una subida del 6,5% para 2021 y para el resto de ejercicios que este incremento se ajuste al IPC real.
Cabe recordar que esta propuesta para el nuevo convenio colectivo afecta a todos los trabajadores del sector siderometalúrgico excepto a las grandes industrias, que cuentan con convenios propios de empresas. Sin embargo, la huelga también les está afectando debido a que esas industrias dependen del trabajo de muchas contratas y subcontratas cuyo personal ha decidido parar. Como ejemplo de ello, SEG Automative ha solicitado un ERTE para sus empleados.
¿Cómo ha ido evolucionando el conflicto?
La huelga arrancó el pasado 2 de junio con una manifestación a la que asistieron unas 8.000 personas. Fue el pistoletazo de salida de un conflicto que se disputaba en las calles y en las entradas de las fábricas, por un lado, y en los despachos entre quienes tienen que negociar el convenio, por otro. No obstante, y aunque el Ejecutivo autonómico -a través de la Consejería de Empleo- ha tratado de mediar en los encuentros, los posturas se han ido distanciando a medida que se han sucedido las reuniones sin 'fumata blanca' de acuerdo satisfactorio para ambas partes.
La última cita, la del domingo 12, fue convocada por el Orecla tras un sábado agitado en el que Pymetal anunció que retiraba todas las ofertas que había realizado hasta el momento. Ese día, tras una hora y media de encuentro, los sindicatos acusaron a la patronal de “dinamitar la negociación” y de obligarles “a plantarse” tras comportarse “de manera caprichosa, ruin y absolutamente irrespetuosa”.Por su parte, desde la patronal respondían ese mismo sábado que el “no porque no” no es “admisible” en una mesa de negociación y se dirigían directamente a los trabajadores: “Es cada uno quien tiene que decidir si continúa financiando esta aventura sindical insensata con su sueldo y, en más de un caso, con su puesto de trabajo”.
Pero volviendo al domingo, en vistas de la situación del conflicto, el Orecla convocó a ambos a otra negociación “con obligatoriedad de asistencia”. En cambio, la patronal decidió no acudir presencialmente y participó por videoconferencia. Como era de esperar, la reunión terminó sin acuerdo.
¿Cuáles son los argumentos de la patronal?
Principalmente, consideran que los incrementos que piden los sindicatos son “inasumibles por la empresa” ya que supondría “tener que reducir la actividad y prescindir de trabajadores”. Además, consideran que no es el momento de realizar esa subida debido a los incrementos de costes de materias primas, de energía o de fiscalidad: “Estamos con el agua al cuello”, advierten.
Por su parte, desde la Federación Cantabria Metal han declarado que no están “preparados” para afrontar un conflicto laboral después de unos años de inestabilidad y contrariedades, en referencia a la pandemia, la guerra de transportes, los problemas propios del sector y la Guerra de Ucrania. “Han ocasionado cierres y una situación de extrema debilidad en muchas de nuestras empresas debido a la paralización de la actividad económica”.
¿Cuál es la última propuesta de Pymetal?
Consiste en una paga única por trabajador de 600 euros correspondiente a 2021. Además ofrecen un incremento salarial del 4,5% revisión a tablas en el 60% del IPC real del año, sin pago de atrasos (para un IPC estimado de 8%, a final de año habría que revisar un 1,1%).
En 2023 ofrece un incremento salarial del 3,5% y revisión a tablas en el 60% del IPC real del año, sin pago de atrasos; y para 2024, un incremento salarial del 3,5% con revisión a tablas en el 60% del IPC real del año, sin pago de atrasos. Como contrapartida están la eliminación del plus de convenio y obligatoriedad del contrato de relevo.
¿Cuál es el posicionamiento del Gobierno autonómico?
El bipartito PRC-PSOE lleva días pidiendo que las posturas se acerquen para terminar con una huelga que está produciendo un “daño tremendo” a la comunidad, en palabras del presidente, Miguel Ángel Revilla, quien ha evitado en todo momento tomar partido en el conflicto argumentando que “no es momento de huelgas”.
“No están los tiempos como para huelgas, sino para arrimar el hombro y llegar a acuerdos”, ha dicho en varias ocasiones el líder regionalista, al igual que el consejero de Industria, Francisco Javier López Marcano (PRC), quien ha aludido a la necesidad de “diálogo a ambos lados”.
Por su parte, el vicepresidente autonómico, Pablo Zuloaga (PSOE), ha reclamado “altura de miras” a las partes para garantizar la estabilidad y calidad de los empleos: “Confío en que el conflicto se resuelva pronto y satisfaga, además, las demandas de los trabajadores”, señaló, al igual que la consejera de Empleo, la también socialista Eugenia Gómez de Diego, quien ha mostrado reiteradas veces su “preocupación” expresando que en su departamento están “con la defensa del empleo, el mantenimiento de los derechos laborales, la estabilidad y el desarrollo industrial”. Asimismo, desde esta Consejería se han convocado varias reuniones en el Orecla, y en ellas ha estado presente el director general de Trabajo, Gustavo García.
¿Qué ha ocurrido con los servicios mínimos?
Tanto los sindicatos como Izquierda Unida y Podemos han considerado que los servicios mínimos que se han establecido para el sector siderometalúrgico están “injustificados”. Como ejemplo, desde los partidos de izquierdas se han referido a una de las contratas de Global Steel Wire (GSW), para la que la Consejería de Industria autorizó unos servicios mínimos del 100%. Para la formación morada, el Gobierno de Cantabria está, con esta resolución, “saboteando el legítimo derecho a la huelga de los trabajadores y trabajadoras del sector siderometalúrgico”.
Precisamente por ello, los trabajadores se han concentrado este miércoles frente a la Consejería que encabeza Marcano, donde han exigido la “inmediata” retirada de esos “injustificados” servicios mínimos. “Nos parecen un boicot a la huelga y a la lucha de los trabajadores”, han afirmado en declaraciones a los medios los portavoces sindicales.
¿Qué perspectivas hay de ahora en adelante?
Tras la multitudinaria manifestación celebrada en la tarde de este miércoles, patronal y sindicatos están emplazados este jueves a la enésima reunión en el Orecla. Y aunque todo apunta a que se va a producir un punto de inflexión en las negociaciones para reconducir la situación, la parte social ha dejado claro que “seguirá apretando hasta tener un convenio digno encima de la mesa” para los trabajadores de este sector.