Ignacio Diego ha roto su silencio tras una semana en la que ha tenido que soportar estoicamente el reproche público de su número dos en el partido, María José Sáenz de Buruaga, que ha desafiado su liderazgo y le ha dejado pocas opciones para encontrar una salida personal honrosa después de más de una década al frente del Partido Popular de Cantabria.
Diego, que ha sido candidato de los populares en las últimas tres convocatorias autonómicas y que sumó una inesperada mayoría absoluta que lo llevó al poder durante la última legislatura, se ha pronunciado por fin sobre el proceso de sucesión en marcha, pero no lo ha hecho respondiendo a la prensa o convocando a los miembros de su partido, sino que ha difundido una carta dirigida a los afiliados, simpatizantes y cargos públicos en la que pide “unidad y diálogo”.
Responde así a los duros ataques que, según sus más allegados, ha sufrido en los últimos meses por parte de la facción que lidera Buruaga, que ha armado una candidatura a sus espaldas y ha quebrado la confianza que existía entre ambos, en una ruptura pública que verbalizó el actual portavoz parlamentario del PP, Eduardo Van den Eynde, quien calificó de “traición” o “puñalada por la espalda” los movimientos de la número dos de Diego y secretaria general del partido.
En esta misiva, enviada también a los medios de comunicación, el presidente del PP cántabro ha expresado su deseo de que de cara al Congreso Regional del próximo 25 de marzo haya una lista de integración, que “aglutine y sume todas nuestras capacidades”.
El todavía líder de la formación conservadora y expresidente autonómico ha enviado la carta solo unas horas después de reunirse el viernes por la tarde con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que le citó en un encuentro junto a María José Sáenz de Buruaga, que esta semana anunció que presentará una candidatura al cónclave para optar a la Presidencia del PP de Cantabria.
En la reunión, en la que también participó el coordinador general, Fernando Martínez Maillo, la dirección nacional pidió a ambos “prudencia y responsabilidad”, así como “unidad”, ante el proceso de renovación al que concurrirá Buruaga y al que también podría presentarse el propio Diego, que este sábado se ha mostrado partidario de una lista de integración, y de situar “el acuerdo, el consenso, la unidad” y “los intereses del partido por encima de todo”.
Rebajar la tensión
La carta de Diego va en la línea de lo que pidieron Cospedal y Maíllo a los dirigentes cántabros, alertados por el grado de tensión que se había en las filas conservadoras. La candidatura de Buruaga está sobre la mesa y parece poco probable que haya una marcha atrás en este sentido, así que la opción de una lista de integración, como sostiene el todavía presidente del PP cántabro, busca abrir una negociación que parecía imposible hasta ahora.
Tras la reunión en Madrid, a la que seguirá un nuevo encuentro este próximo lunes, Diego ha hecho pública la carta a las “decenas de personas” que trabajan, según dice, por “fortalecer un proyecto político común que garantice ese futuro de oportunidades que merece Cantabria”, y en ella se muestra “optimista” de cara a esa candidatura de integración.
“Soy optimista porque no puedo ni imaginar que ninguno de los que formamos parte de este gran proyecto político, que es el Partido Popular, quiera otra cosa que no sea lista de integración, que aglutine y sume todas nuestras capacidades”, manifiesta el líder del PP cántabro y expresidente autonómico.
“Tenemos que ser capaces entre todos de fraguar ese gran marco que permita que todos los hombres y mujeres del Partido Popular se sientan representados y participen de forma activa en el devenir de la vida del partido”, añade a continuación, justo antes de hacerse eco de las palabras de su jefe de filas y presidente de España, Mariano Rajoy, en el congreso nacional del PP, donde manifestó que “las diferencias nunca pueden terminar en enfrentamientos, y si hemos sabido superar los momentos más difíciles es porque hemos sabido buscar soluciones más justas para las personas y para el partido”.
Reivindica sus políticas
Diego reconoce que en los últimos días se ha topado “con algunas resistencias” dentro del partido, y deja entrever lo poco que le han gustado esos movimientos de la persona que ha tenido a su lado durante los últimos años en la dirección del PP de Cantabria, a la que nombró vicepresidenta y consejera de Sanidad y en la que confió el día a día de Joaquín Costa.
“Los vetos, las exclusiones, los enfrentamientos, las posturas irreconciliables no caben en un partido que se ha guiado siempre por la senda de la conciliación, del diálogo y el acuerdo a la hora de definir lo mejor para su futuro”, subraya Diego, que aún sigue dudando si plantar cara a la 'revuelta' él mismo o ceder el testigo a alguno sus compañeros que aún se mantienen fieles.